El cementerio a la mañana era más tranquilo que en la tarde. Solía ir temprano porque siempre tenía el día ocupado. Desde que Ruth y Paloma se mudaron conmigo no tuve tiempo de venir. Apenas pude salí de mi departamento para comprar flores y vine acá, esperando que él no se enojara conmigo por no visitarlo -aunque no podía hacerlo-, pero si estuviera vivo sabía que me entendería y no me diría nada.
—Conocí a una chica, pero creo que ya lo viste si fue acá frente a vos.
Pasé mis dedos sobre su nombre.
—Sos el único que lo sabe aparte de Tomás y Santiago.
Ruth acepto solo conocerlos a ellos. No quería que nadie más la viera. Era como si se estuviera escondiendo de alguien -seguramente de mi ambiente-, pero no sabía de quién.
—Ruth no quiere que nadie sepa de ella.
Miré el cielo.
—La besé —sonreí. —Bueno, ella lo hizo.
Después de ese beso no paso nada más entre nosotros y tampoco lo hablamos. Era como si no hubiera pasado.
—Después de eso no paso nada y no sabes las ganas que tengo de preguntarle que somos, pero al mismo tiempo no quiero hacerlo porque mira si me dice que nada o algo así. Nos vamos a terminar peleando, aunque siempre nos peleamos por pavadas, pero esto no lo es.
Hice silencio por un minuto.
—Entiendo que ella salió de una relación toxica y que no vamos a estar juntos de una.
Me di cuenta que las flores se movieron.
—Le tengo que dar tiempo...sí, tengo que hacer eso y dejar las cosas como están.
—¿Germán?
Me di la vuelta para verlo.
—Hola Iván.
Iván miró la tumba por unos segundos para devolver su mirada hacía mí.
—¿Las compraste en la Florería Vittorio?
—Sí.
—¿A Lara Quint?
—Sí, ella siempre me atiende y lo hace bien para...bueno, no poder ver.
—Lara es muy buena y sabe mucho sobre flores. No tanto como Lolita.
—Nadie sabe más que Dolores sobre flores y pingüinos.
—Me preocupa Rodrigo.
—Sí, a mi también.
Hace mucho que no sabía de él, pero lo último que escuche no fue muy agradable.
—No sé que hacer —Iván suspiro.
—¿Y cómo te sentís vos?
—Lo estoy sobrellevando.
Iván sabía lo que era perder a un amigo. Le paso hace mucho en su provincia y de una manera trágica.
—¿Y en qué andas, Ger?
—¿Cómo en qué ando?
—No sé, cuando salgo no te veo con Tomás y Santiago.
Las ganas de salir de joda se me había ido desde hace unas semanas -exactamente desde que lleve a Ruth y a su hija a vivir conmigo-.
—No quiero hacer mal tercio.
—¿Por qué mal tercio? Sé que Tomás esta de novio, pero Santiago no.
—Santi se estaba conociendo con una hace un tiempo ya.
—Ah, no sabía.
—Bueno, me tengo que ir.
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Rosa Marchita ; German Usinger, Unicornio
FanfictionGerman no sabía quién era la chica del cementerio. La podía ignorar y seguir con su vida, pero sentía curiosidad por saber más sobre ella. Libro conectado con "Lola, Lola ; Rodrigo Carrera, Carreraaa".