Ruth
Cuando llegué a casa no me encontré con Germán ni Paloma. Seguro los atrapo el trafico de nuevo. Me acerqué al baño y al verme en el espejo recordé como era vivir con mi ex. Antes de conocer a Germán.
No me reconocía al verme en el espejo. Hace mucho que no lo hacía. Los moretones en mi cara eran un recordatorio de mi karma pero lo soportaría si fuera necesario toda mi vida por el bien de mi hija Paloma. Mi novio Abel era quién nos mantenía y pagaba todos los gastos médicos de Paloma. Al principio él era bueno pero cuando se enojaba era otra persona y se desquitaba conmigo, yo dejaba que lo hiciera porque mientras no le hiciera daño a mi hija todo estaba bien.
Soportaba cada golpe y cada insulto para que mi hija tuviera un techo. Para no perderla porque había nacido frágil por mi culpa. Por las drogas que consumí antes de saber que estaba embarazada. Paloma necesitaba muchos controles médicos y estaba lejos de mi propio bolsillo poder pagarlos todos.
—¿Mami por qué lloras?
—Son lagrimas de alegría —le mentí. —porque te amo mucho.
—Yo también te amo mucho Mami.
Mis manos sostuvieron el soporte de su silla de ruedas para empujarla hasta su cuarto. Noté que en la tableta que estaba en su escritorio estaba encendida y se escuchaba esa reconocible voz. El streamer favorito de Paloma estaba transmitiendo en Twitch.
—¿Qué estas viendo? —le pregunté a Paloma como si no supiera.
—Unicornio.
Le sonreí un poco al notar la emoción en su voz. No sabía porque pero a ella le gustaba mucho ese streamer.
—Hace mucho que no trasmitía pero volvió —dijo Paloma.
Me incline un poco para ponerme a su altura.
—Escúchame Paloma. Te voy a preparar tu comida favorita pero la tenés que comer acá vos sola porque hoy voy a comer sola con Abel.
—Yo no quiero que estés sola con él porque te lastima y te hace llorar. No me gusta que te haga llorar.
—No me hace llorar —le mentí. —Tampoco me lastima. Tu mamá es un poco torpe.
Paloma agarro la tableta y me apunto la pantalla.
—Unicornio sería mejor novio que el hombre malo.
—No le digas “hombre malo” a Abel.
Le quité la tableta para mostrarle la pantalla.
—Y este chico no estaría conmigo, Paloma.
—¿Por qué no? Sos muy linda mami.
¿Quién me vería linda con la cara así? Nadie ni mucho menos ese chico.
—No podría estar con ese chico porque tengo novio.
—Lo podes dejar —sugirió Paloma.
—Yo lo amo.
Eso sonaba tan vacío pero esperaba que ella siendo pequeña no lo notara, aunque eso seria subestimarla porque era muy inteligente. Sin duda no salió igual a su padre en ese aspecto. Solo se parecía a él físicamente.
—No lo puedo dejar.
Aunque quisiera hacerlo.
—¿Me vas a hacer caso? Mamá sino se pone mal.
—No quiero que te pongas mal.
—Entonces come la cena acá vos sola… —le devolví la tableta. —Mirando a Unicornio.

ESTÁS LEYENDO
Rosa Marchita ; German Usinger, Unicornio
FanfictionGerman no sabía quién era la chica del cementerio. La podía ignorar y seguir con su vida, pero sentía curiosidad por saber más sobre ella. Libro conectado con "Lola, Lola ; Rodrigo Carrera, Carreraaa".