Cap 13

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Mítica Rivera

Estaba desesperada y temblando, no tenía nada de señales de vida de Jared, ya era medio día y estaba con Abdel quién le pedí ayuda para encontrarlo, pero nada, estaba volviendome loca  cada segundo que pasaba.

Abdel me consolaba con sus brazos en mis hombros, hasta que ví en un callejón. Dos personas hablando, cabello negro, alto, y volteó para que pudiera ver su perfil desde lo lejos en la terraza de un edificio baldío, una corazonada me hizo insistir y llegar ahí.

—Abdel...—le señalé al chico.

—Mítica, el no.....—lo callé y seguí mi paso lento para ahí arriba.

Sentí que Abdel me jalaba del brazo impidiendo que siguiera. Me volteé en seco con valor secando mis lágrimas.

—Déjame ir—fue lo que declaré con autoridad, sabía cómo defenderme, pero con cada paso que daba, no tenía miedo, me sentía diferente viendo a aquel chico.

Subí por unas pequeñas y oxidadas escaleras que llevaban hacia arriba del edificio. Llegué arriba mojando mis botas en el charco de agua que había, eso hizo que el chico volteara y quedé pasada...

Pero a unos centímetros de él ¡Ahí estaba Jared!

Corrí hacía el sin importar si el otro chico podía ser un riesgo, abracé tan fuerte a mi hermano que el parecía un saco de huesos con mi poca fuerza.

Toqué su rostro y dejé mi mano en la mejilla quedando con una facción de alivio en mi rostro...

Al saber que todo estaba bien voltee en seco a ver al chico.

—¿Quién carajos eres tú y que haces con mi hermano aquí?—de seguro el chico podía con un solo golpe tirarme, me fijé por lo trabajado que estaba su cuerpo, y en la camiseta delgada que llevaba se notaban unos brazos ejercitados y unos abdominales de muerte.

Quise sonar amenazante aún así

—Mítica—pronunció

Y entonces ese aire de familiaridad paso por mi mente.

—Mítica....es Marcos—dijo Jared por detrás de mi.

Mis ojos podían salirse quizás de su cavidad por el asombro...

—¿Pero, como es posible? Simplemente no....—el estaba en un ataúd.

—¿no es posible?—preguntó él—Mítica ¿Aún te gusta el pie de manzana?—eso despertó muchos recuerdos en mí.

—¿cómo es posible?

—Mi muerte fue fingida para que pudiera aún vivir— me respondió.

—Tenemos mucho que hablar Mítica. Pero resumiendo las cosas, papá tenía el apellido que tenía que ser exterminado en ese año, era un Rivera, y hay varias mafias que quieren terminar con ese poderoso estatus, fuimos unas de las mafias más poderosas, yo no sabía que los tíos estaban muertos, Jared me explicó muchas cosas, la mafia de Noruega y de España viene acabando con cada Alemán nombrado por Rivera, y desde la cuarta generación de Riveras han estado matando cada uno de ellos, algunos lo llegan hacer otros no, parece que con ustedes están intentando de todo ...—si en ese momento podía desmayarme, definitivamente lo haría.

—Espera, más lento...

—No, no tengo más tiempo, tienen que salir de este país e irse, salvarse y hacer que no existen, o pelear contra muchas mafias, están en peligro, y antes que hagas preguntas, trabajo con uno de esos carteles, por eso me mandaron por Jared, pero gracias a el señor que lo reconocí, hay gente ahí afuera que quiere acabar con ustedes, son uno de los únicos que quedan de los Rivera—dio por terminado

Mi mente no estaba ahí, estaba en las palabras que había hablado Marcos.

—Puedo ayudarlos, lo juro Jared—se dirigió a Jared—son familia, y quiero ayudar, mi muerte está segura, no ahora pero lo está.

—Claro, pero necesitamos aclarar muchas cosas—habló Jared.

—Si ustedes me lo permiten puedo aclararles cosas, aquí, no puedo ir muy lejos— dicho eso estaba bajando las escaleras.

Y quizás ese día no podía ser peor, eso quería pensar.

Pero quién iba a pensar que habían ojos y oídos ahí mismo, de haberlo sabido nos habríamos evitado de mucho. Pero el pasado no se puede cambiar.

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