Close To You

Capitulo XXIII. "Déjame ganar"

-¡Becky! ¡Qué gusto verte, qué linda te miras!- me dijo mientras agitaba su mano para saludarme.

-Patchanon, un gusto saludarte- dije juntando ambas manos frente a mi pecho haciendo una pequeña reverencia, así como se debe saludar a las personas mayores que tú en Tailandia como señal de respeto. Es curioso como tienen una cultura muy arraigada respecto a la edad, también ciertas creencias, por eso Freen hace tanto énfasis en que soy nong.

-Oh por favor, soy Billy, llámame Billy- dijo con una muy carismática sonrisa, este chico es adorable.

-Billyyyyy- dije sonriendo de la misma forma.
Ambos empezamos a conversar sobre la serie que estábamos filmando, ya había estado cerca de él anteriormente pero siempre olvidó lo alto que es, en verdad debo voltear hacia arriba para poder verlo.

-Y bien Becky, ¿Qué te ha parecido todo eso? ¿Siempre fue tu sueño ser actriz?-
-Siii, pero la verdad mi principal sueño es ser cantante-
-Wow, ¿Sabes cantar?-
-Eso creo-

Ambos reímos, insisto en que es un chico muy agradable.

-Deberías cantar en alguna escena, Becky, podemos volverla una serie musical, como una High School Musical tailandesa, ¡pido ser Gabriella!- dijo seguido de un gesto dramático fingiendo cantar.

No pude evitar contener la risa, cuando de pronto llamaron a Billy para continuar con la grabación de escenas.

-Oye Becky, deberíamos salir a platicar algun día, ¡sería divertido!-
-¡Siiii, hay que salir!- le respondí entusiasmada
-¿Salir a dónde?- preguntó Freen quien se acercó y comenzó a abrazarme de una manera muy dulce, parecía estar agotada de la grabación.
-No lo sé, tal vez a comer, sería una buena idea- respondí mientras Billy se alejaba caminando hacia el set.
-No lo sé, no tengo hambre-
-Oh, amm, yo... me refería a Billy y a mí-
-Oh...-

Fue un momento un poquito incómodo, porque, aunque Freen no actuó de esa manera celosa como lo hace con Lara, se le miró un poco incómoda, como si se sintiera intimidada por Billy.

-¿Iremos al café para platicar?- pregunté pellizcando suavemente sus mejillas, ella sólo se sonrojó y sonrió tímidamente.
-Lo que desees preciosa- entonces la tomé de la mano y nos dirigimos a su auto.

Freen siempre suele ser muy educada conmigo, con demasiados modales, no hay una sola vez que me haya subido a su auto sin que ella primero me abra la puerta, y no es que no pueda abrirla sola, es que ella insiste en tener esos detalles conmigo, los cuales me vuelven un poquito loca.

Mientras Freen manejaba soltó una de sus manos del volante sólo para tomar la mía. Comprendo como algo normal encontrar a Freen tan atractiva en el día a día, es hermosa, y desborda personalidad, pero verla manejando con una mano en el volante, la otra mano sosteniendome, su cabello alborotado por el viento que entraba por su ventana y sus hombros descubiertos por los tirantes, estaban provocando en mí pensamientos no muy tiernos de qué hacer con ella cuando estuvieramos solas.

¿Acaso estoy fantaseando con Freen? Sí, y vaya que lo disfruto. Es una locura, ayer sentí que mi cuerpo entero estaba ardiendo por ella, sentir su abdomen entre mis piernas, y sus uñas encajarse en mi cadera habían provocado ciertas cosas que no sé qué tan correcto sea mencionar.

-¿En qué piensas? Estás muy callada-

Su pregunta fue inocente pero mi reacción le dió quizá la pista de que no era algo precisamente lindo e inocente de mi parte. Me sonrojé y comencé a sudar.

-En tí- solté su mano para colocar la mía en su rodilla, la hice temblar. Había una tensión palpable entre nosotras, podría jurar que los pensamientos de Freen hacia mí ya no son precisamente de cariñitos y cuidados, por la forma hambrienta en que me besó ayer, juro que está pasando por lo mismo que yo.