AMUNETT
Nunca me he sentido tan protegida a pesar de estar completamente expuesta ante muchas personas. Me comporto como una obediente Sumisa porque necesito conocer esta parte que Kenneth me ofrece sin reservas.
Ya después voy a tener mi momento para mostrarle que las cosas siguen como antes de que llegáramos a Rusia.
Sus palabras me excitan a niveles extraordinarios y su cadera choca contra mis nalgas estimulando cada zona sensible de mi cuerpo. Kenneth me toma del cabello y me atrevo a mirarlo con soberbia porque sé que esto es un acto de desafío frente a los otros Amos que hay dentro del club.
—Conozco esa mirada y te juro que te voy a domar esta noche, Pharaoh —espeta y tira con fuerza hasta que puedo sentir como mi cuero cabelludo se estira causándome un poco de dolor. Kenneth lleva su cabeza hasta que nuestros labios se unen en un beso exigente. Me muerde la boca con saña hasta que pruebo el sabor de mi sangre entre nuestro beso. Estoy embriagada de esta oscura aura de Kenneth y no deseo que termine hasta liberar al oscuro Amo para siempre. Él rompe abruptamente el beso y se retira dejándome confundida y necesitada de más, pero no sin antes susurrar en mi oído una sensual promesa—. Voy a romperte el culo, el coño y esa estúpida barrera que creaste para prohibirme ser tu señor.
Se aleja y agudizo mi sentido del oído para intentar saber lo que Darkness va a hacerme. Siento unas manos masajeando mis nalgas con rudeza para después arrancar completamente la tanga que es la única prenda que llevaba y el primer golpe impacta en mi carne. Este azote no es delicado como todos los que Kenneth me ha dado antes. Este es de un Amo que va a ser capaz de doblegar a su dominio a su Sumisa sin importarle las consecuencias que vienen después.
Puedo decir la palabra de seguridad y hacer que se detenga porque confío tanto en este hombre cuando se convierte en mi Señor que sé va a parar si cree que me puede llegar a lastimar. Sin embargo, estamos en un club donde la mayoría de dominantes son de la vieja orden y para ellos los Sumisos no son más que personas que no tienen derecho a disfrutar con su Amo sino que su satisfacción va por encima de cualquiera y no pienso dejar a Darkness en ridículo frente a estos malditos.
Me voy a tragar cada sonido de dolor y solo voy a entregar mis gemidos de placer porque pienso cobrarle ambos por igual.
Kenneth me azota el culo hasta que ya comienzo a sentir más el ardor en mi piel. Masajea mis glúteos y las hebras del instrumento sexual reemplazan sus manos dando una temporal sensación calmante. Las tiras de cuero tocan más partes de mi cuerpo y me dejo llevar por esa erótica caricia hasta que el brutal impacto llega nuevamente.
Aprieto los dientes mientras recibo la nueva ronda de golpes sobre mis nalgas. El sonido que emite las hebras chochando contra mi piel desnuda hace que se vuelva hipnótico y que disfrute de este nivel de dolor que atraviesa mi cuerpo.
—Más duro, Amo —pido, importándome muy poco si suena irrespetuoso para otros Domines—. Quiero tener el recuerdo de sus marcas sobre mi piel —repito.
Kenneth para por unos momentos y se acerca para tomarme del cuello e inclinar mi cabeza para atrás. Mi sangre se calienta al ver su siniestra y ardiente mirada.
Este es mi Amo de las tinieblas al que voy a rendirme esta noche.
—Veo que ya estas aceptando la realidad, Pharaoh —responde, antes de volver a alejarse de mí. No estoy aceptando nada, pero siento como si estuviera bajo la influencia de un efecto narcótico que me hace solo querer disfrutar y hacer disfrutar a los espectadores que nunca van a poder tener la rendición que le proporciono a Kenneth en estos momentos—. Como premio pienso concederte esa petición.
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DOMINANTE ATRACCIÓN ||AMOS OSCUROS #2||
RomanceAmunett debe regresar nuevamente a New York después de haber huido cuando Kenneth le ha roto el corazón años atrás sabiendo que el secreto de haber quedado embarazada de él será descubierto. Ahora debe enfrentar a los demonios del pasado para prote...