DOMINANTE ATRACCIÓN ||AMOS OSCUROS #2||

CAPÍTULO 35. MASCARADA

Cinco cajas descansan sobre la cama de mi habitación cuando entro y arqueo la ceja al ver que Kenneth se ha encargado de conseguir mi atuendo para esta noche. Me acerco despacio hasta el borde de la cama y tiento con suavidad la caja que tiene impreso en la tapa el nombre del diseñador.

Abro la primera y más grande caja.

Mi respiración se corta al ver el hermoso vestido que hay dentro. Lo retiro lentamente de su envoltura para admirarlo mejor y no puedo creer semejante preciosura. El vestido es de terciopelo negro con corte en A y un escote de corazón con solo una manga. Tanto en el borde de la manga como en un lado de la cintura lleva una extensa variedad de pierdas preciosas en tonos blancos y dorados. La faldilla del vestido es acampanada con una gran abertura que llegas hasta la ingle sobre la pierna izquierda.

—No puedo cuestionarte, Kenneth. Tienes demasiado buen gusto a la hora de elegir un vestido que pueda resaltar mi figura —agradezco.

Hago a un lado la enorme caja y dejo sobre la cama el vestido mientras sigo abriendo las siguientes cajas. Los zapatos también hacen juego con la prenda. Son un tacón de aguja que tiene de adorno una pulserilla en espiral que va desde el tacón hasta un poco más arriba del tobillo en forma de serpiente con pedrería.

Cada caja que voy descubriendo va dejándome más sorprendida y sin aliento. Elijo la tercera para mirar que hay dentro y veo un antifaz hecho totalmente de incrustaciones preciosas en tono dorado. Parece que Kenneth ha estado eligiendo todo con mucha precisión. Tal vez esa misteriosa llamada que hizo en el vuelvo fue para pedirles a los empleados del hotel que les haga el favor de tenerme las cosas listas.

— ¿Kenneth cómo puedo desobedecerte solo para que me castigues si me dejas estos hermosos regalos? —suspiro enamorada de aquel hombre y sus detalles.

Un estuche terciopelado hace que mi corazón lata desbocado. Acaricio la tapa antes de abrirla y paso por los dedos al ver el fino collar de Sumisión que ha comprado Kenneth para mí. Es una gargantilla de oro negro con trenzas finas en oro, tres tiras delgadas se extienden del pequeño círculo que adorna el diamante del centro. Dos de las tiras tienen en su final dos arcillos que conectan perfectamente en mis perforaciones y la tercera tiente un pequeño gancho que debe ensamblar con alguna pulsera.

La ultima caja lleva las letras de Victoria’s Secret y puedo saber que se trata de un conjunto de ropa interior. Miro el pequeño reloj que hay sobre la cómoda y tengo poco tiempo para arreglarme por lo que corro a la habitación del baño para ducharme.

Me desnudo y entro en la ducha. Hago todos los movimientos de higiene por inercia para no perder el tiempo valioso que no tengo. No me pongo a pensar en lo que puede pasar si Kenneth consigue ese contrato porque apuesto a que lo va a conseguir antes de que se termine la celebración.

Enredo mi cuerpo en la toalla y salgo casi corriendo a la habitación para arreglarme. Me busco entre mis cosas el maquillaje y otros artefactos de belleza que he traído para esta ocasión y regreso al cuarto de baño para empezar. Prendo la secadora y voy agarrando mechón por mechón para secarlo. Desconecto la secadora y pongo a calentar el ferro en lo que procedo a maquillarme la cara. Me concentro en quedar deslumbrante y esto es solo por un hombre… Kenneth Evanshen.

Se supone que debo concentrarme en impresionar a Jassem, pero realmente no me preocupa si él se interesa en mi o no. Repaso una última vez el lápiz labial por mis labios y cierro la tapa. Me fijo que todo quede como quiero y luego checo que el ferro este lo suficientemente caliente para poder ondular mi cabello. No me tardo mucho tiempo en ondular mi cabello y acomodo las cosas en orden para que cuando tenga que volver a hacer la maleta sea más sencillo. Salgo de la habitación y abro la caja donde viene la ropa interior que ha comprado mi hombre de ojos grises.