CAPÍTULO 2. LA PROMETIDA DE KENNETH

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Un año después...

Hoy es una fecha especial y me encuentro con las dos personitas que más me importan en el mundo: Mis hijos. Decido seguir con la tradición rara de mi madre y les he puesto por nombre Karim e Isis, pertenecientes a la cultura egipcia. Amo a mis campeones. Convertirme en madre me ha hecho una mujer completamente feliz.

-Karim, no empujes a tu hermana -le digo.

Mis hijos se han vuelto muy traviesos desde que empezaron a dar sus primeros pasos. Quien diría que hace un año atrás estaba dando a luz a estos diablillos. El timbre del departamento suena. Tal vez sea Helena.

- ¡Un momento! -grito.

Me levanto del sofá para ir a abrir. Camino un poco más despacio de lo normal. Creo que no tomar mi café a estas horas hace que me sienta cansada y no tardo en ponerme de mal humor. El timbre suena una vez más.

- ¡Ya voy! -exclamo mientras tiro de la cerradura. Dean vestido con ropa informal muy sexy se encuentra recostado en el marco de mi puerta. La camisa esta desabotonada y me permite admirar su trabajado pecho y esos increíbles tatuajes. Desde que acepté hacer domas con él hace un año atrás, establecimos un tipo de vínculo, pero nada más. No hay relación-. ¿Qué hace aquí, señor Bèringer?

- ¿Ya empezamos con formalidades, Bella ragazza? -dice con una voz totalmente erótica. Dean desvía su vista por mi cuerpo y alza una de sus cejas de forma divertida. Tengo puesto un pantalón holgado azul y una playera blanca que tiene estampada el rostro de Atem del anime de Yu-Gi-Oh. No todas las mujeres tenemos pijamas sexys en su guardarropa-. Ahora entiendo el porqué de tu apodo de faraón.

Apuesto a mi fortuna a que se está riendo de mí en estos momentos. Isis se sube al sofá y comienza a brincar.

-Cariño, no brinques en el sillón de mamá...

- Son parecidos a ti en muchas cosas. Ambos tienen el pelo rubio, nariz pequeña, pero lo único que se diferencian entre ellos, es que Isis tiene los ojos grises y Karim tiene el mismo color que tus ojos -comenta Dean.

Y tiene razón, la pequeña Isy (como así la llamo) tiene el mismo color que su padre Kenneth, por una extraña anomalía en el ADN durante mi embarazo.

-Ah, sí. ¿A qué has venido? -pregunto con curiosidad.

-Quiero llevar a los gemelos al parque e ir por algunos helados. Tú puedes ir también si quieres, aunque no es necesario tu presencia -habla tan confiado en que voy a dejarle llevar a mis hijos que me da risa.

- ¿Es en serio, Dean? ¿Crees que voy a dejar a las personas más importantes de mi vida a cargo de un hombre con el que comparto unas simples domas? -siseo.

Tal vez este exagerando.

-Lo va a hacer. Ahora, ve y vístete para llevarlos a festejar -me ordena.

Dean Béringer es un hombre que le gusta dar órdenes a todo el mundo y controlar todo a su paso al igual que yo.

-Lo que tu desees, Amo -digo con ironía.

El sexy italiano suelta una carcajada. Le invito a pasa y él acepta.

Mi departamento es casi similar al que deje en New York. Es totalmente moderno y arreglado, aunque en estos momentos la sala es un completo desastre. Los gemelos se encargan de hacer mi día muy entretenido, normalmente otra de las pocas amiga que hecho aquí me ayuda. Su nombre es Victoria Brown.

- ¿Y dónde está la bellísima Victoria?

Hago una mueca de disgusto. Dean aparenta ser un mujeriego, pero es todo lo contrario.

DOMINANTE ATRACCIÓN  ||AMOS OSCUROS #2||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora