Miré toda la twittcam, nuevamente. No sabía qué estaba haciendo ni porqué la había comenzado a mirar, pero allí estaba. Observaba cada movimiento de Mangel, cada dos por tres su mirada se levantaba para mirarme a mí. Pero aún así la mirada de Mangel no era la misma de siempre, ¿y si le pasaba algo? No, supongo que me lo contaría.
Entré a twitter, miré las menciones, todas, o la gran mayoría eran capturas del beso. Hasta habían gifs. Veía Rubelangel por todos lados, y claramente, también habían un par de comentarios envidiosos y sin sentido. No aguantaba más, debía saber qué pasaba con Mangel. Me levanté y me dirigí hasta su habitación, solo eran unos pasos. Abrí la puerta y todo estaba oscuro, ni una luz. Vamos, todos saben que le temo a la oscuridad, no es cosa nueva... Prendí mi móvil y alumbré mi recorrido hasta la puerta de Mangel. La abrí, ningún ruido, él dormía plácidamente como un bebé, era tan tierno... ¿Pero qué demonios digo? Algo está mal.
-Mangel, Mangel despierta, debo hablar contigo, es importante. -le dije mientras le daba golpecitos en la espalda, pero esto no funcionó-.
-¡MANGEL! ¡DESPIERTA YA, MIERDA! -dicho ésto, Mangel se levantó de un salto-.
-¿Qué pasa, Rubiuh? Me he pegado una hostia de la puta madre, tío.
-Vaya hostia que me he dado -le canté bajito burlándome de él.-
-Ya tío, en serio, ¿qué pasa?
Sonaba molesto, así que decidí contarle y ya dejar de molestarlo.
-Mira, me he puesto a ver la twittcam de hoy, y la gente se a enganchado mucho con el "beso", ¿sabes? Por primera vez tengo miedo de lo que pueden llegar decir. Me han mencionado tanto con la palabra "Rubelangel" que hasta creo que tendré pesadillas.
-Lo sé. También pensé sobre eso, perdóname. Me dejé llevar por la situación.
Su voz sonaba tensa y triste. Como con culpa, pero a la vez preocupación.
-No, es que el beso no fue el problema. Es más, lo volvería a repetir. Fue perfecto. -tartamudeé al darme cuenta de lo que acababa de decir- perfecto para la audiencia, claro. Simplemente le tengo miedo a los comentarios.
Intenté cambiar el tema rápidamente porque acababa de decir algo que no debía.
-Pero bueno, sabes como soy de miedoso. Hasta terminé llorando haciendo gameplays de juegos de terror. Eso te lo dice todo. Ya, te dejo dormir, hasta mañana, descansa "Mi Mahe" -dije riendo.-
No me respondió, simplemente me dio un abrazo con una sonrisa en su rostro y siguió durmiendo. Se veía tan cansado...
Fui hasta la cocina y tomé una tableta de chocolate, me dirigí a la habitación y ya dentro de ella me puse a comer mi tableta de chocolate mientras prendía la consola para jugar a algo, ya que el insomio me había ganado esa noche.
Me quedé dormido en la silla jugando, el chocolate se había quedado arriba mío, y me dolía el cuello por haber dormido en mala posición. Miro el reloj, 6:30. No se sentían ruidos, Mangel siempre fue dormilón, y yo siempre me despertaba antes que él. Y no miento, el día que se despierte antes que yo, duermo toda la noche con la luz apagada.
Quité el chocolate de arriba mío, me levanté, me lavé la cara, los dientes y con el pelo desordenado y el pijama desarreglado, fui hasta la cocina para prepararme el desayuno.