Jamás había sentido un dolor igual. Sentía que alguien se estaba llevando mi mundo, en este caso, Mangel era mi mundo. ¿Qué digo? Es mi mundo.
Una lágrima tras otra, sucesivamente. Sentí los pasos de Mangel por el pasillo, seguramente se dirigía a su cuarto, así que guardé silencio, pero no funcionó. Sintió mi respiración y lógicamente me conoce, sabía que estaba llorando. Debía inventarle algo para que no se preocupara, o sino, hacerlo más sencillo y decirle toda la verdad, que me gustaba. Que me gustaba más que a nadie y que era la única persona en el mundo para mi.
-¿Rubiuh, qué pasa? -Preguntó Mangel al otro lado de la puerta-.
- N...nada Mangel, son solo bajones que me dan cada tanto, ya sabes, por la presión de la gente y tal. -Me sentí fatal por haberle mentido de ese modo-.
-Claro... entiendo -noté claramente su confusión, siempre le he dicho que me encantan las suscriptoras y todo el amor que me dan, ¿y ahora le digo que es por la presión de ellas? obviamente no me creyó en lo más mínimo.- Vendré más tarde para ver como sigues, llámame cualquier cosa.
-Sí tranquilo, no te preocupes por mi.
-Claro que lo hago, venga ya, me voy a mi habitación.
Sentí sus pasos alejarse de la puerta, y nuevamente mi mundo se vino abajo.
Decidí acostarme para no seguir pensando en cosas que me hacían poner mal, por ejemplo Patrick. Joder, juro que sin darme cuenta pienso en eso. Basta, leeré un libro, quizás me distraiga, la computadora no la quiero usar, sino entraré al perfil de Mangel en twitter como siempre, y mira si me llego a topar con una foto de el y el señor P. Sí, desde ahora le diré "Señor P", ya no lo puedo ni nombrar.
Tomé el libro más a mano que tenía; Wigetta. Vaya... Me pregunto cuando saldrá "Rubelangel". Pensando en esto mis lágrimas salieron nuevamente pero esta vez con más intensidad.
Claramente no fue buena idea leer, así que opté por acostarme a dormir sin más, solo dormir. Y así fue, luego de unos minutos, el sueño empezó a apoderarse de mi cuerpo.
Sentí como la puerta se abrió, era Mangel. No quería dar explicaciones así que me hice el dormido. De repente, sentí como mi manta subía lentamente por mi cuerpo, Mangel me estaba tapando, ya que yo lo había olvidado. Joder que era tierno.
En eso me habló, y no entiendo exactamente porque me habló si yo estaba dormido, pero bueno... Es Mahe.
"Rubius... ¿Qué haré contigo? ¿Cómo te explico que solo me importas tú? Joder tío que eres importante. Mira como me pones, mira como me preocupo por ti, mírame. Te ves tan lindo durmiendo, pero me duele tanto ver esas ojeras ocasionadas por las lágrimas. Entiende ya que te amo como a nadie y que acá voy a estar siempre porque eres más que mi amigo, eres mi mundo, Rubiuh."
Al decir esto se retiró de la habitación, dejándome un suave beso sobre la frente.
No podía creer lo que me había dicho, era extremadamente tierno, y joder, yo también lo amaba. Lo amaba como a nadie y por eso provocaba todo esto en mi. Debía hablarlo ya con Vegetta.
Debo admitir que estos últimos días Vegetta y yo hemos estado muy unidos, solo nos faltaba grabar un gameplay de Minecraft juntos.