La primera lágrima cayó, y detrás de ésta, miles más. ¿Por qué me dolía tanto? Ni yo lo sabía, lo quiero, sí. Pero... ¿Tanto? -suspiré al pensar esto- Cerré los ojos y mientras sentía que mis lágrimas caían sobre mis mejillas, me dormí.
A la mañana siguiente, me desperté con su voz, su dulce voz que tanto amaba. Me llamó con cuidado, como si no quisiera molestarme, se me acercó a mi oído y repitió mi nombre muchas veces, hice oídos sordos, quería seguir escuchándole. Pero no pude aguantar verlo, y abrí los ojos, y allí estaba, a centímetros de mi. Algo nervioso me corrí hacia un lado, dejándolo a unos cuantos centímetros más lejos de mi.
-Gracias por despertarme, Mahe. -Le agradecí-
-No hay de qué, dormilón. ¿Estabas cansado? No puedo creer que me he levantado antes que tú. Hasta me ha dado tiempo para servir el desayuno -Mientras me decía esto, se arreglaba el pelo, y joder que no podía dejar de mirarlo.-
- Em.. Sí, sí. Estaba medio... -los nervios se apoderaban de mi, y no tengo idea porqué- Medio cansado. -Completé finalmente la oración.-
-Bueno, venga, vamos a por el desayuno.
Sin más, me levanté y caminé hacia la cocina. Ni yo podía creer porqué pensaba tanto en él, esos pensamientos me estaban destrozando a mi, y tenía miedo de que destrozara nuestra ¿amistad?
Llegué a la cocina, y allí estaba, me esperó con mi taza de chocolatada y unos ricos muffins. Lo miré, como agradeciéndole, y el me miró también. Joder que tenía hermosos ojos, los amaba, tanto como a él.
Ya estando solo en mi cuarto, me puse a pensar, es que pensaba mucho y actuaba poco, eso me pasaba. ¿Pero si él no sentía lo mismo y todo se iba a la mierda? Vaya que es todo muy complicado. Lo amaba, sí, de eso no habían dudas. ¿Pero cómo lo amaba? Era amor de... ¿Amigos? O quizás de... ¿Pareja? Joder, ni yo lo sabía. Y eso no me asombraba, últimamente no sabía nada, y eso era lo que más me preocupaba.
Decidí tomarme una ducha, una ducha de esas para reflexionar, por decirlo así. Pero lo que menos hice fue reflexionar, me dolía, me dolía amarlo y no poder decírselo por como reaccionará él, pero también me da miedo de que sienta lo mismo, y tenga el mismo miedo. Porque si así fuese, nunca llegaríamos a nada. ¿Quizás le importaban los seguidores? Nah... No creo, siempre las y los seguidores han apoyado Rubelangel y llevan tiempo en la espera de que confirmemos. Una cosa como Vegetta y Willy, vamos, todos sabemos que Wigetta es real, y aún así los seguidores los aman, es qué, eso no cambia en nada. Quizás si, es miedo, pero... ¿Por qué? No hay una razón por la cual temer, a no ser que los seguidores sean todos homofóbicos, cosa que no creo que así sea.
¡Basta Rubius! -me dije a mi mismo- Debo concentrarme en los vídeos y tal, no puedo estar tan pendiente de lo que me pasa, debo estar pendiente de youtube, aunque sí claro, también debo preocuparme por mi.
Salí de la ducha, el agua caliente se había terminado, y cuando cayó la primera gota de agua fría sobre mi, salté hacia afuera de la ducha, y agarré la toalla para secarme.
- ¿Rubiuh? ¿Estás bien? -desde afuera se escuchó esa dulce voz que tanto me encantaba-
- Sí, Mahe. Solo estaba mirándome en el espejo, tranquilo.
-Hostia tío, hace una hora llevas ahí dentro.
-He Mangel, que estoy bien, tranquilo. -intenté tranquilizarlo, y lo logré-
- Bueno, apúrate a vestirte que vamos a ir a por Alex, para grabar un vídeo los tres.
- ¿Recién ahora me vienes a avisar? Joder... -admito que estaba algo molesto, pero no podía enojarme más de unos minutos con él.-
-Perdóname, es qué, fue todo muy improvisado. Vale ya, hablamos en el camino.
-Está bien -dije cortando la conversación.-
Y así fue, me vestí, me peiné y fuimos a lo de Alex.