*ೃ༄ sorry... ? ˚◞♡ ⃗

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El castaño andaba por el pasillo directo a su taquilla.
Su paso era rápido y no porque tuviera prisa exactamente.
Cerró la puerta con más fuerza de la necesitada tras guardar lo que necesitaba producie do un sonido de choque metálico.
Tomó la mochila del suelo y fue directo a la salida.
Aquella mañana había sido demasiado pesada, o al menos eso le había parecido a él.
Quackity le había dicho que Roier había parecido un fantasma toda la mañana. Apenas habló nada, solo estaba allí, de pie, pero era como si no estuviera. Esas habían sido sus palabras exactas y eso lo tenía un poco agobiado. No quería obligar al castaño a hablar con él, jamás lo obligaría a nada.

Al llegar a la salida buscó al más bajo con la mirada y al no verlo se sentó en las escaleras junto a la puerta para esperar a que esté saliera.

Sintió muchas miradas sobre él, de nuevo. Cuando estaba con Roier las ignoraba, era como si nadie lo mirará pero en el momento en el que dejó de juntarse con Roier de nuevo la gente empezó a coquetearle, tirarle onda y etcétera, por no decir que Juan no lo había dejado en paz. Había tenido que estar esquivandolo durante la mayor parte del tiempo porque no quería siquiera verlo.

En algún momento sintió unos toques en el hombro. Dirigió su mirada arriba y pudo ver al castaño acompañado por Cellbit. Quería poner una mueca y mirarlo mal, de verdad quería hacerlo pero se contuvo y simplemente le saludo moviendo la cabeza.
— ¿Vamos? — Habló mirando al castaño esperando a que el otro se fuera o mejor, irse ellos.
Roier asintió y este se levantó del suelo. Tuvo el ademán de tenderle la mano pero el gesto fue ignorado por lo que solo camino detrás del más bajo.

— ¿Que querías que hablaramos? — Intentó sonar casual aunque por dentro quería pegarse. El moreno le había tendido la mano para que él la tomara y él no hizo otra cosa que pasar de largo. Temía que si seguía teniendo ese tipo de contactos se enamorará más y no podía permitirse eso, no ahora que Spreen estaba con Juan.
— Yo solo quería saber qué había pasado.. De un día para otro dejamos de ser cercanos y no entiendo porqué.. — La tristeza podía notarse en los ojos del moreno. Aquello fue un segundo disparo directo a su corazón. — Pensé que no lo habrías notado tanto. — Ahora la cara de Spreen denotaba sorpresa, se estaba perdiendo algo, no estaba entendiendo. — ¿Qué? — Roier río por no llorar — Muy solo no creo que hayas estado. — Spreen lo miro fijo, realmente no estaba entendiendo nada. — ¿De que hablas? — Roier freno en seco, se giró para hacer contacto visual con el contrario.
El moreno lo miró, sus ojos estaban acuosos, parecía que lloraría de un momento a otro. — No creo que Juan te haya dejado mucho tiempo solo para que andes pensando en si yo me moleste contigo. — Si antes estaba confuso ahora lo estaba aún más. ¿Que mierda pintaba juan en todo esto? — ¿Juan? , ¿Que tiene que ver Juan? — Roier rio pero no era una risa feliz, al contrario, era una risa desesperada. — ¿Como que qué tiene que ver?, ¿Spreen eres pendejo? — El contrario nego, realmente no estaba entendiendo. — Dios es tu puto novio, ¿no ha estado detrás tuya en esta semana como lleva todos estos meses? — Spreen llevo sus manos a su cara. Ahora era él quien quería llorar. — ¿Juan? ¿Mi novio? Antes muerto. — Roier lo miró sorprendido, acaban de cambiar los papeles completamente. — ¿Cómo que no es tu novio? Los vi besándose en aquella aula. — El moreno quitó las manos de su cara, mirando a Roier de nuevo. ¿Aquél había sido el problema? Pero no lo entendía. — Yo.. — La voz no le salía, no quería volver a recordar lo que pasó en ese aula.
El castaño noto como el contrario temblaba y automáticamente olvidó todo lo que había ocurrido y fue a abrazarlo.

Spreen se dejó abrazar, extrañaba demasiado los mimos del castaño.

Cuando al fin pudo calmarse un poco el castaño soltó el agarre y se alejó lo suficiente para poder mirarlo a la cara. — ¿Que fue lo que pasó Spreen? — El tono de su voz paso de uno enfadado a uno tranquilo con un toque dulce. — El no preguntó en ningún momento si yo quería, el simplemente lo hizo. — Roier tomó su mano y acaricio sus nudillos con su pulgar en un intento de transmitirle tranquilidad. — Yo le dije que se quitará y que me dejara pero no lo hizo y las siguientes semanas tuve que huir de él. — Prefirió omitir la parte en la que le dijo que nadie podría quererlo, no quería revivirlo de nuevo.
Roier no pudo contenerse y volvió a abrazarlo de nuevo. — Lo siento. — El castaño le susurró y sintió como su camiseta se mojaba con sus lágrimas. — Siento haberme alejado cuando tú estabas pasado por toda esta mierda. — Spreen dejó un beso cariñoso en su cabeza, era incapaz de enfadarse con él. — Yo solo quiero saber qué fue lo que te paso a vos Ro.. Sólo quiero sabes si hize algo que te incomodara. — Y ahí fue cuando Roier se desmoronó por completo. — Juan estuvo alejándonos durante días, prácticamente me amenazó y estar compitiendo por tu atención me canso mentalmente y no di más. Después de ver el beso pensé que estabais saliendo o algo así y me negué a estar peleando por tu atención constantemente. — Hablo entre sollozos, ahora se sentía fatal. Era un mal amigo, uno pésimo. — Tu nunca tendrás que pelear por mi atención Ro. Eres alguien demasiado importante para mí. — Y aquello hizo que el corazón del castaño se sintiera cálido de nuevo. —Lo siento enserio.. — Ahora fue el moreno quien envolvió al castaño entre sus brazos. — No te disculpes, me alegro de que hayamos arreglado todo.

Tras aquel momento de emociones encontradas y haber solucionado todo los dos reemprendieronnla marcha de vuelta a sus respectivas casas.

— Extrañaba esto. — El moreno miró sonriente al contrario. — ¿Hablar a la vuelta de las clases? — Asintió. — Y quedar los viernes, ir a clase juntos, recogerte a la hora del patio... — No se había dado cuenta de todo el tiempo que pasaban juntos. — Yo también lo echaba de menos.. — Roier le dedicó una sonrisa pero con un dejé triste.
Pensó que se alegraría si se enteraba de que los dos lo habían dejado pero ahora solo sentía un vacío extraño. — Y tú, ¿Que tal con Cellbit? — La pregunta lo pillo por sorpresa. ¿Cellbit?, ¿A que venía? — ¿Ehh?, ¿A qué te refieres? — Spreen lo miró, en el fondo estaba intentado sacar información. — Sí, ¿No estáis saliendo? — El castaño negó un tanto divertido. Era demasiado notorio que a Cellbit le gustaba su amigo Quackity. — Que va. — El moreno sonrió internamente. — Yo creo que le gustas. — Roier negó. — No creo — El contrario lo miró. — ¿Por qué no? Sos muy lindo Ro. — Roier sonrió por el repentino cumplido. — En el caso de que le llegará a gustar me da igual, a mí me gusta otra persona. — Los ojos del moreno habían quedado como platos por la sorpresa. ¿A Roier le gustaba alguien? — ¿Y se puede saber quién es? — El contrario negó sonriendo. — Vamos, descríbemelo aunque sea. — Roier río y cedió. — Bueno dale. — El moreno lo miro atento y comenzó a hablar de nuevo. — Pues es un chico muy muy lindo, de los más lindos de la escuela. — Así que era un chico de su misma escuela.. — Va a nuestro curso y es medio popular. — Spreen asintió mientras apuntaba toda aquella información en su cabeza.
Tenía la pequeña esperanza de ser él quien me gustará a Roier aunque no creía que fuese así. — Es muy buena persona, me trata muy bien siempre... — El castaño continuó describiendo a su amigo por un rato mientras que el moreno intentaba adivinar quién podía ser.
Así estuvieron todo el camino de vuelta a casa.
Daba gusto haber arreglado las cosas y volver a estar como antes.

heartbreaker ⋆ ˚。⋆୨୧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora