*ೃ༄ love me back ˚◞♡ ⃗

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La luz del medio día inundaba la sala. Los presentes poco a poco fueron despertando aunque la gran mayoría tan solo dieron media vuelta buscando algo de oscuridad para poder volver a dormirse.

A las dos del medio día por suerte ya todos estaban despiertos, el castaño decidió que al ser tan tarde era buena idea que se quedarán todos a comer en casa, muy a su pesar esto incluía a Juan, no le hacía gracia pero no le quedaba más remedio.
Mientras él estaba en la cocina el resto aprovechó para jugar a la consola en el salón. Mariana y Rivers eran los dos que ocupaban los mandos en aquel momento mientras los demás reían por los gritos que se lanzaban los dos.
Al mismo tiempo que esto sucedía Roier estaba en la cocina preparando la comida junto a Cellbit. Ambos hablaban tranquilamente mientras cocinaban, el ambiente de la sala era bastante agradable.

Spreen, por su parte, había logrado escabullirse de Juan por un rato. El chico estaba empezando a agobiarlo mucho, no lo dejaba ni respirar tranquilo y quería mandarlo a tomar por culo pero tampoco quería ser borde con él ya que estaba seguro de que luego hablarían mal de él por eso por lo que le dió esquinazo y se dirigió a la cocina.
Antes de entrar por la puerta se quedó unos segundos un par de pasos antes del marco. La puerta estaba abierta así que por eso se quedó donde no pudieran verlo.
— Noo CELLBIT! Culero manchaste todo. — Roier hablaba entre risas. — Perdón perdón, ahora lo limpio. — Entonces Spreen se asomó por la puerta para entrar, justo cuando el más alto dejó un beso en la mejilla de Roier.
El moreno sintió su sangre hervir. Los celos lo estaban comiendo, más aún cuando vio como el castaño desviaba la mirada nervioso.
Puso la mejor sonrisa que pudo y le habló a la pareja. — ¿Ro, querés que te ayude? Se me da re piola cocinar. — La mirada del castaño viajó rápidamente hasta los ojos violetas. Ambos hicieron contacto visual por unos segundos hasta que Roier asintió. — Cuanta más ayuda mejor. — Spreen le dedicó una sonrisa al castaño y cuando esté se giró para vigilar la carne cambio su mirada por completo, ahora miraba a Cellbit con completa seriedad, no podía evitarlo, el chico le caía fatal aunque no le hubiera hecho nada.

Estuvieron cocinando los tres de forma tranquila. Todos hablaban pero la gran mayoría de conversaciones eran o entre Cellbit y Roier o entre Spreen y Roier. En ningún momento hubo una conversación cómoda entre los tres.
El castaño soltó un pequeño suspiro. Hacer comida para 8 no era tarea fácil ni aunque fueran 3 cocinando. Mientras que el moreno pelaba patatas Roier se encargaba de la carne y el restante de cortar las verduras.
— Voy un segundo al baño, ahora vengo. — Cellbit soltó el cuchillo junto a la tabla con el pimiento a medio cortar y salió de la cocina dejando a los dos chicos solos. El híbrido soltó un suspiro, no sabía en qué momento había comenzado a contener la respiración.
Le dió una mirada fugaz al castaño. Quería hablar con él.

Mientras Roier meneaba la carne en la sartén controlando que está no se pegará cuando sintió a alguien detrás suyo.
Soltó la pala con la que estaba removiendo la comida y se giró para ver quién era pero en ese mismo momento desearía no haberlo hecho.
El moreno estaba justo detrás suya, los dos estaban prácticamente pegados, muy cerca, demasiado. Los ojos del castaño miraban los contrarios y los contrarios los suyos.
Relamió sus labios inconscientemente y acto seguido tras eso Spreen bajo su mirada a estos por unos segundos para relamer también los suyos.
Quería besarlo, eso quería hacer. Quería acercarse, tomarlo por las caderas, decirle que le gustaba y besarlo. Besarlo bonito, de una manera especial, quería que fuera un beso que Roier jamás olvidara pero por mucho que lo quisiera eso no pasó.
El castaño desvío la mirada hacia un lado mientras que sus mejillas se tenían de un leve rojizo y oh dios, a los ojos de Spreen aquella escena fue lo más lindo que sus ojos hubieran llegado a presenciar. — Yo.. eh.. Iba a coger un cuchillo. — Estiró el brazo para tomar uno de los cuchillos que había sobre los fogones y tras cogerlo lo bajo. — Oh, si, eh. Ok. — El castaño se dió media vuelta intentando centrarse en remover la carne y no en lo que acababa de pasar mientras que Spreen se centraba en cortar las patatas para después freírlas.
¿Qué le estaba pasando?
El jamás había dudado, siempre había sido un chico directo. Si quería besar a alguien nunca pensaba en las consecuencias de después, si quería ligar con alguien lo hacía sin más, aquellas cosas desde siempre le habían dado igual pero ahora no era así, con Roier no era así.
Había sido muy raro pero aún queriendo plantarle un beso su mente se fue a como se sentiría el castaño, a si a este le agradaría el beso, si le correspondería, que pasaría después, ¿Le gritaría por haberlo hecho?
Sacudió su cabeza, Roier jamás le gritaría. Nunca, él no era así.
Sonrió bobamente. Roier le hacía bien, lo estaba cambiando a mejor.

Por culpa de no estar prestando suficiente atención se hizo un pequeño corte con el cuchillo. — No, mierda. — Automáticamente metió el dedo dejado del grifo y se giró para ver si podía alcanzar algo de papel que le ayudará a cortar la sangre. — ¿estás bien? ¿Que pasó? — El castaño lo miraba preocupado. — Acercáme papel de cocina por favor. — El contrario asintió e hizo lo que él le indicó. — Acá está. — Spreen le sonrió y murmuró un torpe gracias. — Ah no, no, no señorito. No te creas que voy a dejar que te pongas un papelito y ya está. Ahora mismo me estás dejando desinfectarte eso y curartelo. — El moreno lo miró suplicante, odiaba desinfectarse heridas pero si era Roier quien lo hacía no pensaba quejarse. Rezaría porque le diera un beso en el corte para que "se curase antes".








Bonux extra ⊹ ·˚ ✿ ꒱

Cellbit caminaba rápidamente hacia el baño. Le encantaría poder decir que había sido una excusa para poder dejar a la pareja sola pero realmente tenía que ir al servicio.

Tras unos instantes termino y salió rápidamente, quería distraer a Juan para que no fuera a molestar a Roier y Spreen cuando chocó con alguien. Por suerte él no se cayó pero la otra persona contra la que había chocado si. — Puta perra vida, pelotudo de mierda. — El moreno hablo desde el sueño mientras Cellbit no podía evitar reír bajito. Entonces fue cuando Quackity levantó la mirada haciendo contacto visual con él.
Sus mejillas se coloraron levemente por la vergüenza momentánea. — ¿No piensas ayudarme pinche culero? — El contrario le dedicó una sonrisa landina. — Se dice porfavor. — Quackity le dedicó un ceño fruncido aunque los dos sabían que estaba exagerando. — O tal vez sería mejor que para la próxima mirases por dónde andas. — El castaño carcajeó. — Bueno vale, pero para que veas que yo si soy buena gente. — Le tendió la mano y lo ayudo a levantarse. — Así me gusta, muy bien. — Quackity hablo con superioridad pero el contrario tiro del agarre de sus manos pegándolo a él. — Se dice "Gracias por ayudarme Cellbit, lindo" — El moreno lo miró de forma un poco intensa. Debía admitir que casi se mea encima. Cellbit lo ponía muy nervioso. Mas después de hablar así de serio y susurrándole en la oreja. — Sigue soñando pendejito. — Entonces Cellbit sonrió y se alejó un poco. — Prefiero soñar con que te beso mejor. — Y tras eso el castaño se fue por donde había venido dejando a un Quackity rojo en mitad del pasillo.

heartbreaker ⋆ ˚。⋆୨୧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora