*ೃ༄ Wait, what? ˚◞♡ ⃗

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La sala estaba completamente a oscuras, iluminada tan solo por los flashes de luces de distintos colores, rojo, azul, verde... Prácticamente cegaban la vista.
A eso había que sumarle el olor a alcohol, la música a todo volumen y la gran concentración de gente que había en la casa.
Era casi mareante, todos bailaban concentrados en el salón, los olores, sentía que no podía más y tampoco había tomado apenas nada.
No como la última vez, está vez si estaba completamente sobrio.

Tomó de la mano al moreno y se giró hacia algunos de sus amigos, los que no estaban dándolo todo en la pista para decirles que salían fuera a tomar un poco de aire.
Tras eso salió de la casa al jardín, aún tomando a Spreen de la mano y se sentó sobre el césped respirando profundamente. El aire limpio entro a sus pulmones, agradeciayhaber salido del cúmulo de gente.

— ¿La estás pasando bien?

Roier se giro para hacer contacto visual con el contrario. Este acariciaba su mano con la yema de los dedos. El castaño sonrió achicando los ojos.

— Me lo estoy pasando increíble

El moreno le sonrió de vuelta, se acercó y dejó un pequeño y rápido beso en los labios ajenos.

— ¿Volvemos dentro?

El propio castaño fue quien lo propuso, quería bailar, la estaba pasando tan bien y además le daba igual todo, la mayoría de los presentes estaban tan borrachos que no recordarían apenas nada y eso lo hacía sentir más libre de hacer lo que le diera la gana.

Los dos entraron de nuevo a la casa, ahora el salón estaba un poco más desahogado, algunas personas habían desaparecido y ninguno de los dos iba a pararse a pensar o a investigar a donde habían ido, más bien roier tiró del castaño, metiéndose de lleno entre las personas que aún estaban bailando, ganándose alguna que otra mirada pero le dio absolutamente igual.

Roier pasó de tomar una sola mano del moreno a tomar ambas mientras se movía al ritmo de la música con una sonrisa en su rostro que dejaba ver levemente sus dientes.
Spreen no pudo evitar sonreír al ver aquello, se alegraba tanto de ver al castaño divertirse. Sabía que el más bajo no había estado muy bien desde la discusión con sus padres y aunque ir de fiesta no fuera muy de su ambiente pero era una gran oportunidad para salir y que todos se divirtieran.

Era tarde, bastante, algunas personas ya habían abandonado la fiesta y normal, casi las 3 am era hora más que normal para volver a casa.

La pareja aún seguía bailando, hacía ya un rato. El castaño ya estaba bastante cansado por lo que paró, siendo imitado por el contrario el cual no pudo evitar sonreír al ver a Roier quitándose el sudor de la frente. Soltó una pequeña risa que hizo que el nombrado lo mirase y le diera suavemente en el hombro con el puño.

— Ey pendejo, ¿de que te ríes?

Spreen dejo de reírse pero continuo sonriendo, se acercó al contrario, apegándose a él y puso sus manos en las mejillas contrarias.

— Sabés, te besaría ahora mismo
— ¿Acá delante de todos?

El moreno se encogió de hombros y la sonrisa de su rostro pasó a una un poco más juguetona.

— ¿Acaso importa?

Roier, hipnotizado por la intensa mirada de aquellos ojos violetas que tanto adoraba negó con la cabeza y simplemente esperó a que el contrario iniciará el contacto.
Spreen por su lado se acercó aún más a él y unió ambos labios.

El beso empezó siendo lento pero poco a poco fue subiendo de intensidad, consiguiendo que Roier colocará sus brazos alrededor del cuello ajeno.

La gente que según estaban bailando los miraba atentamente, no se perdían un solo detalle de la pareja que estaba en su propia burbuja, ajenos al resto.
Algunos se susurraban entre ellos y otros solo miraban pero todos estaban al pendiente y aunque, supuestamente no era nada nuevo, porque para ellos aquellos dos llevaban saliendo casi desde principios de curso jamás los habían visto mostrándose afecto en público más allá de algún que otro abrazo tonto y la mayoría estaban seguros de que Spreen ya le había puesto los cuernos, de hecho había muchos rumores de que había estado con un tal Juan a escondidas.

— ¿Spreen como puedes estar con ese todavía?

— ¡Si! Él no está a tú altura.

Comentarios del estilo comenzaron a llenar la sala provocando que los dos chicos se separaran y que el castaño agacharse la cabeza avergonzado. La mayoría tan solo pagaban su frustración con él, porque él si había conseguido lo que ellos llevaban queriendo años.

Spreen dedicó una mirada de odio general a todos los presentes, estaba enojandose por segundos.

— Pues este chico que no está a mi altura es mi novio así que dejen de joder y andense bien a la mierda, comanme la pija banda de pelotudos.

A todo esto Roier había levantado la mirada, dirigiéndola al moreno que sostenía su mano, cuando esté termino de hablar él estaba sonriendo de medio lado.
Sin que se lo esperase el contrario volvió a besarlo de nuevo mientras les sacaba el dedo de enmedio a todos los presentes para terminar llamando a los restantes del grupo e irse de allí.

Ya fuera de la casa andaron calle abajo, parando todos al final de esta donde se sentaron en el borde de la acera.

— ASI SE HACE SPREEN

Mariana, un poco perjudicado por el alcohol chillo allí en medio, siendo seguido por varias risas y alabanzas.

— Eso, ha sido genial. Se han quedado todos con cara de ... — Quackity imitó exageradamente una cara de asombro mientras Cellbit reía de fondo. — Y mientras tú estabas como: "hey hijos de puta comerme pa pijaa" — Intento hablar imitando el acento argentino, fracasando completamente en el intento, haciendo al resto reír aún más.

[ ... ]

— Oyee Spreen

El castaño lo llamo a susurros y el moreno contesto apretando aún más el agarre. Ambos estaban acostados, en la bien conocida como postura de cucharita.

— Decime

Roier río bajito y se dio media vuelta para míralo a la cara.

— Antes, cuando te enfadaste en la fiesta — El moreno asintió. — Dijiste que yo era tu novio. — Spreen desvío su mirada por unos instantes, sus mejillas estaban coloradas pero no se veía en la oscuridad.
El castaño sonrió y colocó sus manos en las mejillas ajenas, sintiendo el calor repentino que emitían estás.

— Me gusta como suena, dilo otra vez.

Spreen sintió como la temperatura de su cuerpo aumentaba aún más de temperatura.

— Mi novio.

Repitió de forma rápida y al escucharlo, el castaño le encajó un beso.

— ¿Entonces ahora soy tu novio oficial?
— Sos mi novio oficial

El moreno sonrió y le dió un piquito cariñoso.

— ¿No me cagarás y me pondrás el cuerno con cualquiera que pase por delante, no?

— Jamás te pondría en cuerno a vos.

Tras eso Spreen volvió a abrazarlo y ambos cerraron los ojos para posteriormente quedar ambos dormido

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⏰ Última actualización: Dec 28, 2023 ⏰

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