*ೃ༄ Spreen, in the kitchen, with a kiss ˚◞♡ ⃗

577 80 17
                                    

Spreen estaba sentado en la encimera tamborileando los dedos contra esta misma. El sonido se escuchaba en el silencio de la sala y si vista no se apartaba de la puerta.

No sabía muy bien cuánto tiempo llevaba  esperando en la cocina pero había hecho exactamente lo que el castaño. Había esperado a que todos se fueran a la cama y discretamente se escabulló hasta allí pero cuando llegó no había nadie y Roier tampoco estaba en el fuerte de sábanas.

A lo lejos escucho unos pasos por lo que rápidamente se bajó de donde estaba y comenzó a similar que se servía un vaso de agua por si acaso era alguno de sus amigos o incluso el mismo Roier, reacciono por los nervios, porque sí, estaba nervioso. Spreen, el popular y solicitado Spreen estaba nervioso porque le gustaba un chico. Eso no había pasado jamás. Siempre que le llamaba la atención alguien se acercaba y le coqueteaba sin problema alguno pero era incapaz de hacer eso con Roier.
Terminó de servirse el vaso de agua y cuando tomo este en su mano para beber escucho la puerta de la cocina cerrarse, entonces se giró para ver quién era e hizo contacto visual con él.

Roier se estaba acercando medianamente rápido, se puso tan nervioso que se le derramó un poco de agua. Dejo el vaso sobre la encimera y le dio la espalda, recargandola sobre está para mirar como el castaño se acercaba. Este se paró justo enfrente suya y lo miro de arriba a abajo para luego acercar su cara un poco y alejarla.
En el momento en el que se acercó Sun mejillas se habían sonrojado levemente y  el más bajo había sonreído.
Colocó entonces sus manos sobre su cuello y se lo acarició con la yema de los dedos para que después los entrelazara, quedando junto a la zona posterior de su cuello. Al sentir el pequeño roce de los dedos un escalofrío recorrió su espalda, casi por acto reflejo colocó sus manos sobre las caderas impropias.
Su mirada bajo por unos segundos de los ojos avellana a los labios sonrientes. De repente los suyos se sintieron muy secos y los relamió, volviendo a subir su mirada a donde inicialmente estaba.
La sonrisa del castaño se amplió un poco y acortó ligeramente la cercanía de ambos. Spreen tragó saliva. Estaba muy muy nervioso, demasiado, su cerebro intentaba entender que estaba pasando pero no lo lograba comprender.

— Che Ro, ¿Qué queria ...? — No pudo ni  acabar la frase a causa de que Roier lo estaba besando.
Espera, espera ... ROIER LO ESTABA BESANDO. Sin juegos, ni alcohol de por medio.
Antes de que se diera cuenta sus labios estaban correspondiendo el demandante beso del contrario. Las manos del castaño tiraban de su cuello buscando más cercanía, más contacto y él lo atraía tirando de sus caderas hacía él.

El moreno aprovecho el control sobre las caderas del castaño para girar y quedar ahora el fuera y Roier apoyando contra el filo de la encimera. Separó sus labios por unos segundos, le sonrió y él mismo volvió a unirlos de nuevo.
Sintió como el castaño también sonreía y eso solo le confirmo que podía continuar.

Subió una de sus manos a la mejilla del contrario, las yemas de sus dedos hacían contacto con su pelo mientras que su pulgar acariciaba la mejilla sonrojada del más bajo el cual solo se limitaba a hacer lo que su instinto le estaba diciendo que hiciera.

Roier subió sus manos hasta la cabeza del moreno, enterrando sus dedos en los rizos negrizos que tanto le gustaban, ahora mismo se estaba sintiendo como en el paraíso.

Por su lado el moreno había desconectado su cerebro, había decidido dejar de intentar buscarle una explicación a lo que estaba pasando y directamente disfrutar.
Volvió a separar sus labios de nuevo, esta vez dejando un poco más de tiempo para recobrar el aliento pero no el suficiente. — Spreen — La voz del castaño estaba entrecortada por la falta de aire pero en sus labios había una sonrisa.
Roier fue a continuar hablando pero esta vez fue él quien fue interrumpido por los labios del moreno, siendo acallado por estos.
Spreen aprovecho la apertura para volver el beso más profundo, buscando juguetonamente la lengua del contrario y haciéndolas chocar. Roier simplemente lo imitaba pero aquello se estaba sintiendo tan bien. Tanto que por un momento pensó que realmente estaba soñando.

Esta vez, cuando se separaron sonó un pequeño chasquido que provocó que se pusiera aún más rojo de lo que ya estaba, la mezcla de esto más sus jadeos intentado obtener oxígeno en sus pulmones provocaron que el moreno no pudiera apartar la vista de él. Le gustaba demasiado.

Spreen lo miraba sonriente y de brazos cruzados, pareciera que él estaba perfectamente pero en realidad el también estaba retomando el aliento.

— Spreen — Habló casi en un susurro. — ¿Qué pasa Ro? — El moreno le contesto casi en el mismo tono, mirándolo atentamente con intención de escuchar lo que fuera que le dijera. — Posiblemente me arrepienta mañana y quiera morirme de la vergüenza pero... — Spreen no dejaba de mirarlo, estaba expectante por lo que estaba escuchando. — Al carajo, te lo voy a decir. Spreen — Este asintió, indicándole que lo estaba escuchando. — Me gustas, me gustas mucho. Desde el día de la fiesta y puede que seas la primera persona que ha llegado a gustarme .. — El castaño lo miró esperando cualquier reacción y el moreno se decidió por dejarle un pequeño beso en sus labios y al separarse otro, y tras ese otro, y luego otro más provocando una pequeña sonrisa en Roier. — ¿Esto que significa? — El más bajo hablo entre risas bajas, colocando sus manos sobre los hombros ajenos y haciendo un poco de fuerza para que esté no volviera a besarlo y le dejara terminar de hablar.
Spreen, en cambio, se deshizo del agarre con facilidad y se acercó a él pero está vez no le besó, no. Esta vez se acercó para susurrarle al oído. — Puede, y solo puede que tú a mí también me gustes.

heartbreaker ⋆ ˚。⋆୨୧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora