El Dolor de tu Ausencia

Capítulo 1

Una guerra sin fin.

Así describía Argentina a la situación por la que ella y otros países estaban pasando. Ya habían pasado muchos años desde que Third Reich y Urss le declararon la guerra a los demás países; hecho que conllevó a la muerte de miles de personas inocentes y Argentina al no ser un país con mucho poder lo único que pudo hacer fue aceptar el ingreso de miles de refugiados de todas partes del mundo en su territorio. A pesar de esto, no podía evitar sentirse inútil al no poder hacer más por los demás países.

Sin mencionar que ahora su poder sobre su propio territorio estaba limitado. Limitado por su matrimonio con Uk.

Fue hace apenas tres años atrás cuando su padre España le insistió en conocer y salir más con Uk afirmando que un matrimonio con él la beneficiaría en muchos sentidos. Más allá de mejorar su poder militar y la situación económica de su país, Argentina tenía grandes esperanzas de tener una historia romántica con Uk. Desde antes de que esa guerra iniciara, Argentina había quedado cautivada con la personalidad educada y refinada del inglés. La caballerosidad que lo diferenciaba del resto de los hombres no fue lo único que la atrajo sino también la integración y consideración que siempre tuvo con ella a pesar de no ser una potencia importante como él.

Casarse con él a través del matrimonio arreglado por su padre fue como un sueño hecho realidad.

El día de su boda, ella presintió la inseguridad y dudas de su ahora esposo pero se convenció a sí misma de que con el tiempo la relación entre ambos mejoraría y que sería ella quien se encargaría de eso, ya sea consintiéndolo y cumpliendo todos sus caprichos.

En ese entonces nunca llegó a imaginar que su relación terminaría así.

Con un silencio mortal y un ambiente frío y pesado entre los dos. Uk con su semblante serio y desinteresado y Argentina melancólica y con las manos sudorosas tratando, en su mente, de buscar algún tema de conversación para romper ese ambiente incómodo.

-¿No ha llegado ninguna carta para mi?

-¿Acaso esperas la carta de alguien en especial?

El tono acusatorio e intimidante que uso el inglés la desanimó bastante al insinuar que podría estar intercambiando cartas con algún amante. Una acusación que había empezado desde el comienzo de su matrimonio mediante rumores falsos que circulaban por todo el territorio de Uk.

-N-no es solo que... creí que había llegado alguna carta de mis provincias.

La tristeza la consumió al pensar en sus hijos. Aquellos jóvenes que amó y crió como si fueran sus hijos de los cuales ahora no sabía nada. Esto se debió a su matrimonio.
Recordó la discusión que tuvieron un día antes de su boda pues ellos no aceptaban a Uk para que fuese el esposo de su madre. Simplemente no confiaban en él, Argentina hizo caso omiso a sus quejas y prosiguió con la boda. Después de eso tuvo que mudarse con Uk a Inglaterra para cumplir su papel como esposa y desde entonces no recibió noticias de sus hijos.

Aunque eso no impidió que ella les enviara cartas de las cuales aún esperaba una respuesta.

-No llegó ninguna -respondió el inglés para después dejar de prestarle atención.

Cansada de la monotonía y de los momentos aburridos que compartía con su esposo, a Argentina se le ocurrió una idea.

-¿Porqué no salimos? Es un hermoso día para salir y además te vendría bien un poco de aire fresco después de todo el trabajo que tuviste que hacer anoche.

-No tengo tiempo. Pronto tendré una reunión con Francia.

-Oh entiendo.

La joven observó el hermoso jardín que rodeaba la mansión desde la ventana que estaba junto a ella con la esperanza de que aquel bello paisaje borre la sensación de inquietud que le generó la respuesta de su esposo. Se estremeció cuando éste dejó la sala sin siquiera despedirse o decirle a dónde iba.
Y aquella misma ventana que le permitía ver ese bello paisaje también le dejó ver aquel auto negro lujoso estacionarse frente a la entrada de su hogar y como de éste bajaba una mujer joven de ropas oscuras y elegantes.