Un Novio para Navidad

Epílogo Un novio para navidad

Un ambiente de fiesta y algarabía se percibía al interior y en la explanada del templo donde el servicio y canticos en honor al nacimiento del niño Dios acababan de finalizar.

Todas las familias que habían acudido intercambiaban abrazos y buenos deseos con quienes se encontraban a su alrededor, la familia Calle incluida, donde Jack, James y Vale eran los más felices cantando villancicos sin conocer la letra por lo que decían muchas cosas sin sentido, pero lo hacían felices y disfrutando de la festividad.

Sin embargo, era Daniela quien seguía sintiéndose con un vacío en su interior que nunca antes había experimentado y aunque intentaba sonreír por Valentina, quien no dejaba de disfrutar junto al par de rubios del ambiente festivo que se respiraba, no era capaz de sentir una completa felicidad cuando la chica de sus sueños continuaba en el hospital.

-Feliz navidad abogada Calle- Chris, el hombre que trabajaba como Santa se acerca a Daniela vistiendo un traje impecable.

-Buena noche Chris- saluda educada al hombre de la tercera edad- feliz navidad para usted y los suyos.

-Gracias-desvía su mirada hacia Vale y los gemelos- veo que la pequeña se ha integrado bien a su familia, pero no veo a la madre ¿todo bien?

-No tan bien como quisiera, pero algo es algo- responde sin dar gran información de la condición de la madre de la pequeña quien corría en dirección a ellos.

- ¡Shanta, Shanta! -llega hasta el anciano y se abraza a su pierna- necheshito cambial mi desheo de navidad.

-Es demasiado apresurado, pero a ver –se agacha para quedar a la altura de la niña y le señala su oído- dime en secreto para que ese hermoso deseo de navidad cambie.

-Quielo que mi mami ya deshpielte, el hombe malo la pusho a dolmil y hoy pashé todo el día con ella, pelo quielo que deshpielte y juegue conmigo- se separa del anciano y este se levanta tomando a la pequeña en brazos.

-Los niños de corazones puros como el tuyo siempre obtienen lo que desean, créeme pequeña cuando te digo que el día que nos volvamos a encontrar me contarás como es que tus dos deseos se volvieron realidad- le deja un beso en la coronilla antes de bajarla- Eso también va para usted abogada, el deseo de un corazón puro siempre se vuelve realidad, aunque tal vez en su caso, el envase haya sido algo diferente- le deja un par de palmadas en el hombro en señal de despedida-ha sido un placer estar con ustedes, pero Santa debe de ir a supervisar que todos sus ayudantes logren terminar de repartir los presentes de todos los niños a lo largo y ancho del mundo- habla en dirección a los tres pequeños que lo veían asombrados junto con las hermanas Calle quienes observaban la interacción entre el viejo hombre y los niños.

- ¿a qué se refiere con envase diferente? -Juliana cuestiona a su hermana sin perder de vista la interacción del anciano con los niños.

-En acción de gracias le pedí un novio para navidad-responde directa la castaña dejando a su hermana sin palabras- pero todo parece indicar que la vida se ha encargado de decirme de nueva cuenta "las cosas nunca salen como tú lo imaginas"

-Ahora pequeñines-Chris llama la atención de los tres niños- les recuerdo que hay que estar dormidos para que los presentes lleguen- les deja una caricia en el cabello a los gemelos- nos vemos en sus sueños, ¡feliz navidad a todos! -el hombre se despide y los Calle vuelven a casa, los pequeños directo a la cama y los adultos a disfrutar de algunos tragos y conversaciones que no pueden tener con los niños presentes.

Voces de niños a la distancia, el sonido de Ramón sacudiéndose, cosquilleo en manos, pies, nariz y orejas solo significaba una cosa: los pequeños demonios habían despertado y estaban haciendo de las suyas con ella y muy seguramente instruían a Valentina en las artes del mal una vez que Santa ya les había dejado los presentes deseados.