Capítulo 9 Una mañana diferente

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El sonido insistente del timbre de su casa la hizo despertar abruptamente para a continuación escuchar unos golpes suaves a la puerta de su habitación y sollozos tras de esta, de inmediato Daniela se levanta corriendo a abrir esta para toparse con una María José con el rostro aterrado y una Valentina sollozando aferrada al pecho de su madre y murmurando "hombe malo".

-Nos encontró señorita Daniela- menciona muerta de miedo María José- nos encontró y ahora le hará daño a usted también.

-Mírame- Daniela logra que esos hermosos ojos verdosos se fijen en sus orbes avellana rodeando con sus manos el rostro de Poché y aunque por un momento se pierde en ellos logra formular palabras- Ramón no ladra asustado, esta emocionado, tras esa puerta se encuentra alguien que él conoce, además yo no voy a dejar que nadie les vuelva hacer daño -Daniela cae en cuenta de su posición y de lo que acababa de decir por lo que reaccionó de inmediato- mientras estén bajo mi cuidado. Ahora necesito que tú y Vale estén en la habitación en lo que yo veo quien es y les aviso cuando ya puedan salir ¿pueden ayudarme con eso?

-Shi- responde entre sollozos la pequeña, quien por alguna extraña razón confiaba plenamente en la palabra de la castaña mujer.

-Bien, confío en ti pequeña Vale, tu serás la princesa guerrera que cuidará de mami ¿sí?

-la pequeña siente al tiempo que la abogada va guiando a las mujeres a su habitación dejándolas dentro.

-Gracias- responde María José una vez la castaña se dispone a retirarse a abrir la puerta.

-No es nada, manténganse en la habitación lo más calladas posible y yo iré a ver quién es- se despide, cierra la puerta y va hacia la entrada- Ramón ¿Quién es mi vida? –llama la atención del perro, el cual comienza a ladrar y brincar a su alrededor en lo que ella abre la puerta para encontrarse con un par de personitas que no esperaba ver en ese preciso instante a las afueras de su casa- ¿ustedes que hacen aquí?

-Buenos días para ti también hija- Mafe le deposita un beso en la mejilla- ¿Dónde quedaron los modales que con tanto esfuerzo me dediqué en enseñarte?

-Perdona madre, pero básicamente sigo dormida- responde sin dejarlas pasar.

-Vaya hermanita, por años hemos llevado la misma rutina y tú no solo desapareces anoche, sino que hoy no das señales de vida y ahora ni siquiera estas lista para ir de compras- responde Juliana saludando a su hermana de la misma forma en que su madre lo había hecho antes que ella.

- ¿pues qué hora es? –Daniela le toma la mano a su hermana para ver la hora y nota que pasaban de las diez de la mañana- maldición, denme cinco minutos y salgo- se mete corriendo a su habitación esperando que, al indicarles que estaría rápidamente con ellas la esperarían en el auto, sin embargo, el par de rubias entraron a la casa siendo guiadas por un Ramón ansioso de querer entrar en la habitación de invitados.

- ¿Qué pasa Ramonchis? –menciona Juliana siguiendo al pequeño pug- ¿quieres entrar a tu habitación?

-Que esa es la habitación de invitados, no del perro Juliana- menciona Mafe desde el mesón de la cocina escuchando como el perro rasguñaba la puerta y acto seguido escuchó como la mayor de sus hijas le abría la puerta.

-Mamá- Juliana dice claro y fuerte- será mejor que vengas- dicho eso Mafe caminó al encuentro de su hija y se topó con una Daniela saliendo de su habitación para ver que en la habitación contigua Juliana se encontraba en el centro de la habitación de invitados observando con atención como Ramón jugueteaba con Valentina arriba de la cama y María José los cuidaba a ambos- ahora entiendo el por qué nos abandonaste hermanita- sonríe coqueta pensando que entre María José y Daniela existía una relación.

Un Novio para NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora