Capítulo 24 Visitando a Santa

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Buenas mi gente linda de Wattpad

No se pudo maratonear pero si les escribí algo para que no me extrañen tanto.

Que Vivan los Héroes que nos dieron patria y el pretexto perfecto para comer delicioso y beber aun mas.

Nos leemos después. 

Extraña, una mañana extraña era la manera en la que María José describiría el hecho de al despertar recordaba vívidamente el beso que entre sueños compartió con Daniela, un beso que no solo despertó una serie de inquietudes en relación a su orientación sexual, sino que, a su vez, despertó una libido que desde tiempo atrás había desaparecido y ahora todo lo que la castaña hacia generaba "cosas" en sus entrañas.

La primera prueba del día que María José tuvo que pasar fue el ver a Daniela Calle salir de su habitación con el cabello desarreglado, adormilada, con su pijama favorita que dejaba a su parecer un exceso de piel descubierta, situación que con anterioridad le preocupaba porque pensaba que la castaña podría coger un resfriado, pero ahora agradecía ya que gracias al corto short y delgados tirantes lograba ver tan escultural cuerpo en un atuendo diminuto cosa que a la vez lamentaba porque vivir con la castaña teniendo consciente esta atracción, que no tenía idea de cuando nació, solo le traería problemas y miles de frustraciones

- ¿te pasa algo? –la castaña cuestiona al ver que la ojiverde se encontraba sumamente callada y con la mirada evasiva al compartir el desayuno, cosa que nunca pasaba, Poché siempre estaba hablando con Vale, alimentándola alegremente, pero en este momento la pequeña comía por si sola haciendo con Ramón lo que su madre usualmente hacía con ella.

-Nada, todo tranquilo, es solo que anoche soñé que te besaba y mi mundo se puso de cabeza-responde en su mente.

-Oye ¿estás bien? ¿es otra crisis? – la castaña se acerca a ella con precaución, tomándola de la mano suavemente, cosa que hace que María José salga de su trance.

-Sí, si- suspira- es solo que me tiene preocupada el salir a la plaza, sí, eso es- menciona como si llegar a esa conclusión hubiera sido su salvación.

-Descuida María José, no me pienso separar de ti ni de Valentina ni por un momento, además le pediré a los chicos de seguridad que nos sigan, por si algo no va bien ellos nos puedan auxiliar, créeme que no habrá manera de que no disfrutes de esta salida- le dedica la más hermosa de sus sonrisas y María José simplemente asiente memorizando la forma en que sus labios se curvan al sonreír, el cómo se le remarcan las comisuras en los labios y las líneas de expresión que su sonrisa genera en su rostro, el brillo de sus ojos y el cómo pasan de un café oscuro a uno más claro con los reflejos de la luz que hay en la habitación- entonces ¿crees poder hacerte cargo de ordenar en lo que yo voy y me ducho?

-Sí, sí, claro, lo que digas, cuando digas, como digas, de la forma que lo digas, si a todo menos al divorcio- se sonroja ante sus pensamientos, gracias al cielo Daniela ya no le prestaba atención a ella, sino a lo que restaba de su café- en este instante desearía ser esa taza.

-Bien-deja la taza sobre el plato de su desayuno- en ese caso las dejo-se levanta de la silla en que se encontraba- terminen de desayunar que a la una tenemos una cita en el centro comercial con Kim y Emi- menciona la castaña caminando con rumbo a la cocina a dejar sus platos.

- ¿Kim y Emi? –Valentina cuestiona al escuchar a la castaña nombrar a dos personas fuera de su círculo familiar.

-Si mi amor- regresa de la cocina- Kim es mi amiga y tiene a su hijo Emilio, pero de cariño le decimos Emi, es un niño muy tierno con el cual espero te lleves muy bien y sean amiguitos que jueguen mucho en este nuevo sitio al que iremos.

Un Novio para NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora