Capítulo 23 Descubrimientos

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Fin del Maratón

- ¡Bela! - Vale corre emocionada encontrándose con Mafe, la rubia entró a la casa de Daniela haciendo uso de una llave que la castaña le acababa de entregar por si ocurría una emergencia con Poché y Valentina y ella se encontraba trabajando lejos de casa.

-Hola mi pequeña-la rubia la recibe tomándola en brazos, la ventaja de que la pequeña estuviera baja de peso era que todos podían sostenerla en brazos sin mayor esfuerzo- ¿Qué tal se ha portado mi nieta favorita?

-Ben ¿me vash a dal un plemio? –cuestiona ya que comenzaba a acostumbrarse a recibir golosinas o juguetes por su buen comportamiento.

- ¡Valentina! –María José hace acto de presencia llamándole la atención a la pequeña- su tarea es portarse bien tenga o no un premio

-Lo shento mami-la pequeña responde con un puchero que enternece a Mafe.

-Pero no te pongas así María José- besa la cabecita de Vale- ella solo está preguntando, no exigiendo, además –baja a la pequeña para poder abrir su bolso y sacar de este un set de colores- un pajarito me dijo que una pequeña abejita trabajadora pasó por su oficina y le hizo diversos dibujos.

- ¿yo shoy la abejita tlabajadola? –cuestiona observado como Mafe asentía- ¿shon pala mí?

-Solo con la condición de que sigas siendo la niña mejor portada con mami y Dany, además de que hagas muchos dibujos y me regales uno.

-¡Shi! Yo me polto muy ben Bela-responde la niña tomando los colores en sus manos y viéndolos con asombro.

- ¿Cómo se dice Valentina? –Poché insta a su hija a que agradezca por el regalo recibido.

-Gachash Bela Mafe- se acerca a ella y le deja un beso en la mejilla.

-Ahora ve y haz muchos dibujos hermosos- la rubia de esta forma se deshizo de la pequeña para poder quedar a solas con Poché.

- ¿gusta un café? –la ojiverde ofrece- ¿o prefiere que le prepare algo de desayunar?

-Un café está perfecto, gracias- observa como la chica entra en la cocina- me gustaría platicar un poco contigo sobre qué es lo que has pensado de mi oferta- toma asiento en uno de los taburetes del alto mesón para observar como María José preparaba sus respectivos cafés.

-La verdad es que no he tenido tiempo de pensar a profundidad las cosas-responde sincera-siento que es importante esperar a que pase el juicio y así saber que me va a deparar el próximo año.

- ¿Qué día es? - la rubia se interesa, conocía ese tipo de juicios y quería estar para ella en lo que pudiera.

-El 19-repsonde colocando el café preparado sobre el mesón- y no tengo idea de que me vaya a desencadenar todo eso.

- ¿tienes miedo de volverlo a ver? –pregunta con cuidado de no ser invasiva.

-Tengo miedo de que todo sea una falsa seguridad, tengo miedo de que al estar frente a frente de alguna forma él gane, él me quite a mi hija, él retome el poder que tenía sobre mí y yo no pueda hacer nada.

-Eso no pasará, Germán no va a permitir que ese hombre gane, mucho menos que obtenga derecho alguno sobre Valentina.

-Dios la oiga, no sé qué sería de mi vida si me llegan a separar de mi hija- su mirada se cristaliza.

-Ni Germán ni Daniela lo permitirían, ellos están al pendiente de cada detalle, incluso mi presencia aquí no es solamente para intentar convencerte de que trabajes para mí- le deja una cálida sonrisa- sino que Danielita me pidió que recibiera a parte de los chicos de seguridad de mi marido, se supondría que ella estaría aquí pero ayer arrestaron a uno de sus clientes, que cuenta con algo de fama, y en el transcurso de la madrugada salió a la luz las condiciones del arresto, la fianza pagada y las fechas del juicio por lo que tuvo que salir desde temprano para controlar medios y que este hombre que le encanta hablar de mas no se ponga la soga al cuello.

Un Novio para NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora