Un Novio para Navidad

Capítulo 21 Contrastes

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El sonido proveniente de la cafetera anunciando que la taza ya estaba servida hizo que Daniela volviera a la realidad. La tarde noche del día anterior había sido todo un reto y no por el hecho de hacerse cargo de una pequeña de tres años, sino por los pensamientos que la invadían y le impedían mantenerse tranquila, en varias ocasiones dejó a la pequeña con el pretexto de ir al baño para ir a la habitación de Poché y observar como estaba, pero se encontró en cada una de ellas a una ojiverde dormida en posición fetal, al parecer el cansancio emocional pudo más y la chica cayó rendida por lo que ella y Valentina cenaron algo ligero, entraron con cuidado a la habitación donde dormía la madre de la pequeña para tomar su pijama y así prepararla para dormir con la abogada quien con todo el amor del mundo se hizo cargo de Valentina.

-Buenos días- la voz de Poché se escuchó detrás de la castaña, sacándola de sus pensamientos, esos que le indicaban que tal vez había arruinado todo y la ojiverde no querría salir de casa.

-Buenos días- voltea con la taza entre manos para encontrarse con Poché, quien ya estaba vestida lo más formal que podía para el "trabajo" que estaría realizando con las Calle- ¿Cómo dormiste?

-Creo que bien- responde acercándose a prepararse un café instantáneo- aunque por haber dormido tan temprano desperté de madrugada, dentro de mi desorientación me asusté por no tener a Vale conmigo y antes de salir corriendo a buscarla recapitulé mis pasos y recordé lo que había pasado, salí con cuidado de mi habitación para entrar en la tuya y constatar que mi pequeña estuviera bien y al verlo regresé a mi habitación con el plan de dormir, sin embargo, solo pude pensar y pensar.

- ¿puedo preguntar en qué? –cuestiona la abogada quien no perdía detalle de las acciones de la ojiverde.

-En todo lo que sentí ayer, en el como un "simple juego" me hizo sentirme morir- responde tomando un sorbo de su café revisando que estuviera a su gusto- y llegué a una resolución importante.

- ¿se puede saber cuál es esa resolución? –cuestiona Daniela con temor a que la ojiverde quisiera marcharse de su lado.

-A que necesito tomar terapia- responde con firmeza- yo tengo algo de dinero que podría utilizar para pagar un par de sesiones, el problema que veo es con respecto a donde dejar a Vale y los traslados.

-Me parece genial que te quieras atender-menciona Daniela respirando aliviada ante la respuesta- por parte del refugio contamos con especialistas que atienden a nuestras inquilinas y estoy segura de que podremos contactar a alguno y que lleves el financiamiento que da la institución, si por mi fuera te la pagaría completa, pero según los psicólogos con los que he tratado insisten en que la atención le debe costar al paciente, aunque sea un pago simbólico para que en verdad lo aproveche.

-Y créeme que yo no deseo abusar de tus atenciones y hospitalidad-comenta Poché para ser interrumpida por la abogada.

-Pero después de ayer me siento con la responsabilidad de enmendar mi error- dice con sinceridad.

-Tu no tenías idea del cómo iba a reaccionar Daniela, así que no tomes ni culpas ni responsabilidades que no te corresponden- menciona dejándole una caricia en el antebrazo cosa que desarma a la abogada- ¿te preparo desayuno? –abre la nevera buscando yogurt y fruta- ¿o esperarás a Vale? Porque estoy más que segura que ustedes estuvieron despiertas hasta tarde y que es por eso que traes esa cara de sueño- bromea con las ojeras de la castaña.

-Las ojeras son herencia, estoy acostumbrada a no dormir, pero tienes razón y creo que Vale se durmió un poco más tarde de lo establecido y es por eso que no va a despertar pronto.

-En ese caso desayunaré un poco de fruta y yogurt, tu madre no debe tardar en pasar por mi así que no quiero hacerla esperar- responde con esa tranquilidad que había manejado con anterioridad, nada que ver con la mujer temerosa y vulnerable de ayer.