Sin Darme Cuenta (NEJIxTENTEN)

CAPÍTULO 19: Estoy aquí

 Neji quiso llegar mucho antes al lugar donde se iban a juntar para partir a la misión que les asignaron, en su corazón albergaba la esperanza de encontrarse con Tenten antes que Lee apareciera y poder conversar con ella. Aun se insistía así mismo en dejarle claro las cosas, que jamás le mintió, ni mucho menos jugó con ella, nunca sería capaz de hacerle daño, nunca le lastimaría, mucho más ahora que sabía que le amaba y le necesitaba con todo su ser.

Esperaba sentado en una de las bancas que estaban cerca a la entrada de la aldea, tenía los brazos cruzados y la mirada enfocada en un punto determinado del suelo. Sus ojos lucían agotados, incluso en su rostro se detonaba el cansancio por no haber dormido bien por muchos días, la culpa le consumía la existencia y hasta que no arregle las cosas con Tenten no podría vivir tranquilo.

La castaña al fin hizo su aparición, venía a paso lento y algo distraída; lo vio desde lejos y se detuvo por un momento cuando sus miradas se cruzaron, para ambos era doloroso tenerse frente a frente, más para Tenten que no sabía cómo actuar después de la conversación que tuvo con Hanabi.

Caminó lentamente hasta casi llegar a donde el muchacho ya le esperaba de pie, estaba decidida a escucharle y él de contar la verdad y a disculpase. En aquel momento lo único que se podía oír era el latido acelerado de sus corazones y sus respiraciones agitadas, estaban tan cerca uno del otro, solo unos cuantos pasos los separaban, y de repente un enérgico Rock Lee se posicionaba entre ellos dos.

- ¡¿Ya están listos para nuestra misión, chicos?!

Que inoportuno había sido Lee al aparecer de la nada. Ambos muchachos se sobren exaltaron y desviaron sus miradas a lados opuestos.

- Ya vámonos... - dijo Neji denotando su enojo y empezó a avanzar; mientras Lee estuviera cerca le sería imposible poder hablar con Tenten y eso le molestaba. 

El camino se hacía incomodo, ninguno de los tres pronunciaba palabra y eso le empezaba a fastidiar a Lee que no podía mantener la boca cerrada, ya se había percatado del comportamiento poco común de sus amigos y necesitaba saber que sucedía, así que habló.

- ¿Acaso ustedes dos se han peleado? - dijo sin miramientos, provocando que los dos miembros de su equipo se incomodaran ante la pregunta.

- Deja de decir tonterías, Lee - le contestó la castaña y poco a poco adelantaba el paso para alejarse de sus compañeros.

- ¿Y ahora que dije?

- Solo cierra la boca y camina - el Hyuga le dijo enojado y a Lee no le quedó de otra que callar.

Llegando la noche, tuvieron que acampar en medio del bosque, todo el camino había sido un tormento tanto para Tenten y para Neji que no soportaban estar en esa condición. Los tres ya estaban cada uno en sus bolsas de dormir y se disponían a descansar para que a la mañana siguiente continuaran su camino y así llegar a su destino como lo tenían planeado.

Era de madrugada y Tenten apenas se había quedado dormida, a diferencia de Neji quien no podía conciliar el sueño. El Hyuga se levantó procurando hacer el menor ruido posible, se fijó en Lee y lo vio profundamente dormido, avanzó un poco más y esta vez se acercó a Tenten y la observó unos segundos, se arrodilló para estar cerca de su rostro y poder contemplarlo por un instante en el que se quedó hipnotizado por su belleza, era realmente hermosa, a pesar de que había perdido peso en los últimos días y se culpaba por ello, pero era como un ángel, su ángel, y sufría por su culpa. 

Miró sus labios con detenimiento y por poco no controlaba las ganas infinitas de besarlos, extrañaba tenerla tan cerca, extrañaba su aroma, su sonrisa, el brillo de sus ojos, extrañaba la sutileza de su piel. Pasó su mano muy cerca de una de sus mejillas y luego acomodó su flequillo, ella era perfecta, perfecta para él y para nadie más.