Sin Darme Cuenta (NEJIxTENTEN)

CAPÍTULO 36: La propuesta

—Despierta.

El cuerpo lo sentía pesado y sin fuerzas, se sentía débil, cansada, totalmente agotada física y mentalmente. Llevaba casi tres días en el hospital cuidando de Seiji, quien había sido inducido al coma por las lesiones internas que presentaba. Tenía varias costillas rotas, daño en algunos órganos internos y traumatismos en la cabeza, los hombres de Hayato se habían ensañado tanto con el cuerpo del pobre muchacho, que nadie entendía como sacó fuerzas para levantarse y buscar a Tenten.

La razón del ataque era un completo misterio. Nadia sabía nada, ni quienes eran esos hombres, ni porque motivo habían atacado a Seiji de esa manera, no había forma de saber la verdad sin el testimonio del anbu y solo quedaba esperar a que él despierte y cuente lo que pasó.

Tenten no pensaba abandonarlo y estaba decidida a cumplir con la promesa que le hizo, aunque eso signifique no poder buscar a Neji para pedirle perdón.

Estaba recostada en los pies el anbu, justo en la esquina de la cama donde él reposaba. Su sueño era tan profundo que no escuchó ni sintió a Temari quien intentaba despertarle.

— Tenten, despierta.

Abrió con pesadez los ojos y visualizó a su amiga, alzó la cabeza y apenas sonrió — Temari, estas aquí.

—Si. Ya vine, y te traje un poco de ropa y comida —dijo la rubia mientras se acercaba a las ventanas para abrir las cortinas. —¿Como está? —preguntó refiriéndose a Seiji.

Tenten observó al muchacho sobre la cama y suspiró —Estable, es lo que dicen los médicos.

Temari volteó a ver a su amiga y no pasó por alto la tristeza en su rostro, sabía que no la estaba pasando bien —¿Y cómo estas tu?

—¿Yo? — reaccionó de inmediato ante la pregunta con un ligero rubor en las mejillas —Bien, creo.

 Aquella respuesta no convenció a Temari, quien conocía a la perfección el comportamiento de Tenten, sabía muy bien que esa mirada triste ocultaba algo, sus ojos le decían que algo sucedió esa vez que la convenció de ir a buscar a Neji, y con todo lo que pasó con Seiji, no le dio tiempo de preguntar que ocurrió. Vaciló por un par de minutos antes de preguntar hasta que su boca articuló las palabras de forma casi inconsciente.

—Tenten,  ¿lograste hablar con Neji?

La castaña sintió la conmoción de aquella pregunta recorrerle todo el cuerpo y los recuerdos de esa noche en la villa de los Hyuga llegaron a su mente de forma tan clara y vívida. 

—No lo encontré —respondió después de algunos segundos, ocultando la aflicción de sus ojos al bajar la vista al piso.

—¿Y no piensas buscarlo otra vez?

—¿Para qué?... ya no tiene caso.

Temari observaba y oía a la castaña y sentía que no la reconocía, como era posible que después de tanto defender los sentimientos que decía tener por Neji, ahora esté dispuesta dejar todo atrás y dejar de luchar por su propia felicidad.

—¿Que estás diciendo? ¿Te rendirás así como así?

—Es mejor ya no insistir en algo que no tiene futuro. ¿Acaso no decías eso? 

—Buenos días. Tenemos que asear al paciente.

La puerta de la habitación de abrió y una enfermera apareció con toallas y sabanas limpias. Ambas muchachas quedaron en silencio y entendieron que tenían que salir de la habitación para que la enfermera siga trabajando.

Tenten observó a Temari saliendo de la habitación y estaba dispuesta a hacer lo mismo, pero no contó que, al levantarse de la silla, un fuerte mareo invadió su cabeza, sus piernas flaquearon y la vista se le nubló por completo hasta quedar a oscuras. Lo ultimó que sintió fue la voz de su amiga llamándole por su nombre, para luego perder la conciencia.