Jungkook entró en su edificio y en vez de subir directo a su piso, fue hasta la recepción, para comprobar si había recibido alguna correspondencia. Su madre le iba a enviar un libro de su primer año en la universidad que ahora lo volvería a necesitar. Se acercó al señor Lee, que estaba bastante atareado, agachado revisando unas cajas.
—Buenas tardes, señor Lee, quería saber si llegó un paquete para mí.
—Jungkook-ah, buenas tardes. Lo siento, sé que llegó algo para ti y lo iba a poner en tu casilla, cuando llegaron todas estas cajas. Déjame ver donde lo puse y yo mismo te lo llevaré al departamento.
Jungkook asintió. Tampoco era tan importante. No tenía cabeza en ese momento para estudiar, pero pensó que hubiese sido una buena forma de distraerse y dejar de pensar en Seokjin. De todas maneras, iba a preparar un bolso, para viajar a Busan. Iba a ir en tren, pues no se sentía con ánimos de manejar. No le había avisado a su familia, pues no quería preguntas incomodas, ya las contestaría cuando llegara allá. Estaba seguro, que su hermano estaría muy disgustado, que su madre simplemente lo abrazaría y su padre haría todas esas preguntas que él no se sentía preparado para contestar.
Entró a su departamento y simplemente se dejó caer unos minutos sobre la cama. Estaba cansado. Rememorar los momentos tristes de su infancia nunca le gustaba. Y no es que él anduviera contándole a todo el mundo. Sólo lo sabían Jimin y Taehyung y su familia.
Jungkook consideraba que era un hecho superado. Una lección dura que lo había fortalecido y convertido en la persona que hoy era. Y si bien, el reencuentro con Choi, lo había alterado, al punto de no volver a tomar un taxi, desde hace meses, sus pensamientos estaban ocupados plenamente por Kim Seokjin.
Trataba de ponerse en su lugar. Lo había escuchado. Su dolor y su culpa por haber empujado a su esposa a ir a ese viaje, "porque no la soportaba". Imaginaba que, en una situación similar, él también tendría sentimientos de culpabilidad. Pero también entendía que no había sido intención de Jin, que ella jamás volviera o que muriera de esa manera tan trágica. Pensaba en todos los padres que ese día sacaron a sus hijos a patadas de la cama, para ir a ese viaje, sin saber que jamás volverían. Ninguno de ellos era culpable. Lo eran los dueños de la Naviera, el capitán y los que dirigieron el rescate. Ni Seokjin, ni esos padres, ni las víctimas. Aun así, podía entenderlo, pues su culpa se relacionaba también con el hecho que no la amaba.
Había salido de la casa de Seokjin, porque necesitaba estar solo para recomponerse de todo lo vivido en las últimas veinticuatro horas. Y porque había dejado en manos de su ¿novio? la decisión sobre el curso de su relación.
Sobre esto último no estaba seguro que pasaría. Tal vez, Jin necesitaría unos días. Por eso prefería darle el espacio e irse a Busan. Caminó hacia la ducha. Necesitaba sacarse la resaca y descansar. Sería una noche larga para él.
Seokjin, por su parte se había quedado casi sin respirar cuando vio a Jungkook salir de su departamento. La historia de su niñez lo había impactado. El día que lo conoció, lo que más le había impresionado, era la sonrisa de Kook, su manera espontánea de hablar sin tapujos y sin filtro y su divertida presentación. ¿Quién siquiera podría imaginar que un joven tan lleno de vida podría haber sufrido esa tortura física y psicológica por dos años? Por lo tanto, era una lección para él. "El adulto", el que se ufanaba de ser el "mayor" en su noviazgo. Jungkook era un hombre maduro, más allá de todas sus adorables niñerías. Debía dejar atrás su autocompasión, su tortura y su culpa. Miró su reloj. Su cabeza ya se había despejado lo suficiente. Sacó algo de ropa y la puso en un bolso. Tomó su billetera y las llaves de su auto. Miró su casa y sintió como si fuera la última vez que estaría ahí, pero antes llamó a su hermano.
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SPRING DAY
FanfictionSeokjin siente que vive en un constante invierno. No importa el paso de las estaciones, él siempre permanece en invierno. A sus treinta y cinco años, ya no hay razón para continuar esperando la primavera. Jungkook a sus veintidós, está lleno de en...