Capítulo Décimo Séptimo

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Bien, en estricto rigor él debería estar en clases, ya que no iría a Busan. Eso habían acordado luego de aquella pequeña conversación y beso.

Pero había sido difícil dejar la cama, luego que Seokjin había posado sus manos sobre sus caderas y había empujado sus dedos lubricados en su abusada entrada. Tampoco es que Jungkook se hubiese opuesto. Al contrario, ahora mismo se encontraba jadeando y empujando su trasero sobre el pene de su novio, quien además estaba masturbándolo, mientras le susurraba palabras sucias al oído.

Al parecer el sexo gay para Jin había sido todo un descubrimiento, y ahora no había fuerza capaz de frenar sus ansias de hacerle el amor a Jungkook.

—¡Es ahí! ¡Justo ahí! —lloriqueaba Jungkook, cuando Seokjin tocó su próstata. Comenzó entonces a embestir con más ímpetu, lo que los llevó a ambos al orgasmo simultáneo. Era increíble, era la cuarta vez que tenían sexo en menos de doce horas y ya se corrían juntos.

Sintió los labios gorditos y húmedos de su Jinnie en su cuello, mientras respiraba agitado y eso fue todavía más emocionante. Su satisfacción era total, tanto física como emocional y eso lo hacía simplemente sentirse feliz. Definitivamente la universidad y el trabajo de Seokjin podían esperar.

—Soy un irresponsable—le habló, mientras salía de su interior e iba al baño a tirar el condón—. Tú deberías estar en la universidad y yo en la oficina. Te estoy llevando por el mal camino Kook.

—Absolutamente de acuerdo—Jungkook se enderezó y sintió el pinchazo en su pobre culo adolorido—, pero me gusta más esto—estiró sus brazos hacia Jin que volvía a acercarse a la cama.

—Yo también amé esto. Eres muy intenso en la cama y me encantó. Espero no haberte decepcionado.

—Sería muy tonto de tu parte pensar eso. Yo te dije que de a poco las cosas mejorarían. En la medida que tu cuerpo y tu mente sanen, te sentirás mejor, no sólo sexualmente, sino que en todos los aspectos de tu vida.

—Lo sé. Por eso quiero sanar completamente. Anoche con todo lo que hicimos terminé agotado y ni siquiera extrañé los somníferos, pero no podemos hacer el amor todas las noches.

—Yo no me opongo—rio Jungkook, aunque Jin tenía razón. Había noches en las que él realmente estaba muy cansado o noches que simplemente se acostaba de madrugada, estudiando y preparando trabajos. Además, ellos no vivían juntos. No aún.

—Vamos pequeño insaciable. Vamos a arreglarnos. Tú aun puedes llegar a clases y yo debo ir a la oficina. Tengo cuatro o cinco casos que requieren mi atención. Entre ellos, el de cierto muchachito que le voló el edificio.

—Ni me lo recuerdes. Sabes, realmente no quiero ir a juicio. Sólo quiero que me paguen a mí y a los demás lo que corresponde.

—No te preocupes, Kookie. Hemos negociado muy bien la parte económica. Pronto tendrás tu dinero. Sobre la parte criminal, Jae-Hwan se está haciendo cargo y toda va bien.

Jungkook ya se había levantado y corrió a abrazarlo. Estaba contento de tener a Seokjin ahí, en su departamento. Pensó en lo agradable que sería, que se quedara con él unos días más. Al menos el fin de semana, antes de visitar la clínica, donde Seokjin supuestamente sería internado. Por eso recurrió a sus viejos trucos y comenzó a besar en el cuello a Jin, antes de que éste pudiera entrar a la ducha, haciendo ruiditos extraños, como de cachorro herido...Su novio que ya conocía perfectamente esa clase de seducción, lo apartó y lo miró sonriendo.

—Ahora dime que es lo que quieres. Estás usando tu modo "perrito...", no, me corrijo, tu modo "conejito herido y mimado"

Jungkook hizo el puchero más adorable que su experiencia conocía y hundió su nariz, en la manzana de adán de Jin.

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