Treinta y dos ☘ ChanIn

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—¿Desde cuándo lo sabes? —preguntó Jeongin a Jisung, al llegar a su habitación, es de noche, Jisung decidió quedarse en casa de los Yang de nuevo ya que Minho sigue de viaje.

Jeongin estaba de verdad sorprendido y asustado cuando revisó su teléfono encontrando los mensajes de Jisung advirtiéndole sobre que Changbin subiría al departamento de Chan. Eso definitivamente afirma que su amigo de la universidad con el que ha compartido grandes momentos y dolores, pero a quién no se atrevía hablarle sobre su inesperada relación con Chan, ha sido tan astuto como siempre y lo descubrió por sí mismo.

Jisung suspiró recostando su espalda contra el respaldo de la cama, abrió sus brazos con una mirada suave y Jeongin entendió que Jisung estaba ofreciéndole un refugio.

El mellizo Yang asintió con algo de timidez, considera que ya están algo mayores para estas cosas, pero nunca lo rechazaría. Jeongin se acomodó entre los brazos de Jisung, dejando su cabeza en el hombro de su amigo, permitiendo que este le abrigue en sus brazos.

—Lo supe la otra noche que me quedé a dormir, dejaste el teléfono en la cama y llegaron mensajes de Chan —Jisung acariciaba el cabello castaño del mellizo para que no reaccionara de mala forma—. Sé que fue entrometido de mi parte, pero te aseguro que no lo hice con mala intención.

—Te creo, eres el más sensato de nosotros —evidenciaba Jeongin cerrando los ojos y dejándose calmar por las dulces caricias—. ¿Crees que estoy en un error?

—¿Error?

Jeongin suspiró.

—Con Chan, ¿crees que...?

—No te atrevas a decirlo, Jeongin —reprendió Jisung al instante—. Eres un omega libre y adulto que puede hacer de su vida lo que le dé la gana, no soy quién para decir si estás en un error, pero déjame decirte que nunca te había visto tan feliz y al mismo tiempo tan nervioso por un alfa.

Jeongin sonrió.

—Gracias, Jisung.

—"Gracias", debería reprenderte por no confiar en nosotros —bromeaba ligero—. ¿Le dirás a Félix?

Jeongin se levantó de su cómodo lugar para mirar a Jisung.

—No, aún no.

Jisung suspiró de nuevo.

—Félix tampoco te juzgará, somos tus amigos, ni siquiera tus padres tienen derecho a juzgarte.

Jeongin asintió.

—¿Y... qué tal te va con Chan? —curioseaba Jisung.

Jeongin desvió la mirada unos segundos algo avergonzado.

—Es muy atento, y muy maduro, no sé, no parece que tenga veintidós —comentaba Jeongin, acomodándose en la cama, Jisung hizo lo mismo, se recostaron juntos.

—Oh, conseguiste un buen alfa, quién lo diría del serio y recatado Yang Jeongin, resultaste un travieso —bromeaba Jisung—. Chan parece un buen chico, además, es guapo y lleno de energía, ¿ya lo hicieron? —preguntó con naturalidad.

Jeongin de inmediato se escondió bajo las cobijas.

—No, pero estuvimos cerca de hacerlo, me siento tan estúpidamente inexperto.

—Omega tonto, no te sientas así, es que lo eres, así que no te preocupes.

—¡Oye! No me ayudes.

Ambos comenzaron a reír por unos segundos antes de volver a conversar, la pasaron un par de horas así.

Jisung le dio sus puntos de vista sobre su anterior pelea, tenía tantas ganas de reprenderlo por ser tan insensible con Chan, pero sabe que eso solo haría sentir mal a Jeongin así que optó por darle su punto de vista.