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—Jefe, ¿puedo hablar contigo un momento? —preguntó el alfa Chan, asomando su cabeza por la puerta de la oficina.

Han pasado un par de días desde aquel episodio donde Jeongin se refugiaba en Chan para ser consolado. El omega mayor estuvo manteniendo toda la distancia posible, no quería que el corto e inesperado beso se repitiera, no solo porque Chan es menor que él, sino también porque no quería afectar su relación laboral.

—Chan, no intentes nada, ¿sí? —advirtió Jeongin.

El alfa joven sonrió, complacido, le parece divertido que Jeongin le tenga miedo.

—Es sobre trabajo, jefe, solo trabajo —explicó Chan.

Jeongin asintió y Chan le mostró un contrato para una remodelación completa, el trato es para uno de los clientes especiales de la agencia y a estos siempre se les dan ciertos beneficios, pero Chan al ser algo nuevo en la agencia no tiene mucho conocimiento sobre el tema y su compañero del cubículo, Jaehyun, no estaba.

Jeongin se sintió tranquilo cuando vio que Chan en realidad solo quería hablar de trabajo, el joven dio la vuelta al escritorio para hacer las anotaciones correspondientes sobre el contrato, Jeongin le ayudó a hacer los ajustes necesarios, mientras revisaban las condiciones del diseño.

Ahora Chan el mostraba los detalles de su diseño, ya no estaban hablando exclusivamente de tema en el que Chan necesitaba ayuda, pero Jeongin se había sentido curioso por mirar los diseños de Chan, el alfa es creativo y sabe cómo darle al cliente lo deseado.

Chan explicaba con dedicación su trabajo y Jeongin se sintió conmovido al aprender algo sobre Chan, el joven es realmente muy serio si es algo que le gusta y apasiona.

Jeongin estaba suficientemente cerca como para sentir ese aroma alfa característico del joven, su omega se siente fascinado por la cercanía, Jeongin ni siquiera notó cuando Chan dejó de hablar y él seguía aspirando su aroma.

—Entonces esta noche nos vemos en el parque para ir al local de ramen, hyung —dijo Chan.

Jeongin parpadeó enfocando su mente.

—¿Qué?

—Hace días me prometiste que saldríamos a cenar juntos y quiero que sea hoy —recordaba el alfa, Jeongin trató de buscar una excusa para negar esa salida, pero con Chan le es difícil además de que le hizo una promesa al jovencito—. Espero que no tengas inconveniente en que sea una cena sencilla, no tengo mucho presupuesto.

—Chan, creí que había dejado en claro que no intentaras nada, lo que sea que estés pensando no pasará —aclaró con firmeza.

El alfa sonrió, tomó sus papeles y dio la vuelta al escritorio para mirar a Jeongin con la distancia adecuada entre un jefe y su subordinado.

—Fuiste tú quien me prometió una cena, Jeongin hyung, —sonrió satisfecho—, y fuiste tú quien no dejaba de olfatearme.

Jeongin quiso replicar y excusarse, pero Chan se despidió y salió de la oficina, dejándolo con las palabras en la boca.

Debía encontrar la forma de terminar con todo ese juego.

❀❀❀

Justo como Chan lo dijo, cuando el omega salió, el jovencito le esperaba en el parque, por más que Jeongin retrasó su salida, no hizo al alfa retroceder.

—Escucha, mocoso, esta es la última vez que nos veremos fuera del horario de trabajo, ¿de acuerdo?

Chan sonrió.

—Fuiste tú quien dijo que nos veríamos después del trabajo.

—¡Claro que no! Yo nunca dije eso, tú malinterpretas todo —reprendió realmente molesto.

Treinta y dos ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora