Titanes: La Nueva Titanomaquia

33 6 1
                                    

Saint Seiya: Guerras Doradas – El Ciclo Infinito.

Saga de los Titanes.

Capítulo 6: La Nueva Titanomaquia.

Grecia. Atenas. El Santuario. Las 12 Casas. Julio de 1983.

-¡Exclamación de Athena! –el poderoso grito de los Caballeros de Aries, Leo y Escorpio, resonó con fuerza e iluminó en su totalidad las 12 Casas, con el resto de los Caballeros Dorados observando el intenso brillo desde las escaleras de cada uno de sus templos, mostrándose dos de ellos, Saga de Géminis, y Aioros, el Patriarca del Santuario, incluso más conmocionados que el resto, mientras frente a los ojos de ambos, la tremenda explosión de cosmos dorado se elevaba al cielo, rodeado de las flamas oscuras del Dunamis de Hyperión de Taiken, el Titán del Ébano, quien ni siquiera Aioros podría haber anticipado que se tratara de un dios tan poderoso.

Para cuando la luz de la Exclamación de Athena se disipó, una luz distinta comenzaba a iluminar los alrededores, la luz del amanecer, que llegó junto a la revelación de la inmensa edificación que había aparecido en el Mar Egeo, alzándose incluso tan alta como el mismo Santuario, el Laberinto de Cronos. Las mentes de tanto Saga como Aioros se cuestionaban si el lanzamiento de la Exclamación de Athena había sido o no necesaria, pero solo Athena misma podía perdonar esta ofensa, lo que causaba dolor a ambos, a uno, que pensaba que la diosa a quien se les estaba prohibido ver, no lo consentiría, y al otro, que mantenía a la diosa escondida frente a los ojos de todos, sabiendo que no podía revelar aún la verdad a los Caballeros de Athena, y que por ello, los tres Caballeros Dorados debían ser tratados como los traidores que ahora eran.

En las mentes de Saga de Aioros, la duda se hacía presente, al igual que el arrepentimiento. Después de todo, habían sido ellos quienes habían enseñado tanto a Aioria como a Milo, el cómo desencadenar la técnica máxima de los Caballeros Dorados.

La Isla de Milo. El Templo del Escorpión Celestial. Noviembre de 1973.

-¡Antares! –hace 10 años, fue cuando la tortura de Saga comenzó, aunque realmente había sido Milo a sus escasos 7 años de edad, quien recibía la tortura al ser golpeado por las 15 Agujas Escarlata en su pequeño cuerpo. Las puertas del Templo del Escorpión Celestial se encontraban abiertas, las columnas y las paredes del pequeño templo presumían la historia de valientes guerreros que se enfrentaban a los dioses, y una luz intensa que emanaba desde el interior dificultaba a Saga ver, obligándolo a cubrirse con su mano, pero entre las aperturas de sus dedos, estaba seguro de ver a una figura vistiendo la Armadura Dorada de Escorpio, y perforando el pecho de Milo con Antares, forzando al cosmos de Milo a estallar escarlata e inmenso, y ser reconocido como parte de la Constelación de Escorpio que brilló sobre él con la estrella roja más reluciente que cualquier otra en el firmamento-. El Juicio del Escorpión Celestial ha terminado –escuchaba Saga, lo que sus sentidos no comprendían, mientras el ser frente a Milo, un dios de cabellera escarlata, se viraba, y regresaba a los interiores del Templo del Escorpión Celestial-. Ha nacido el Anti-Ares. No solo los mortales sino los mismos dioses serán tu presa, y mientras tengas fe en Athena, no habrá rival al que no puedas enfrentar. Enorgullécete, Milo de Escorpio, y jamás olvides el lugar de los Caballeros de Escorpio en el corazón de Athena –terminó de decir el Caballero de Escorpio, quien tras desaparecer junto con la luz en el Templo del Escorpión Celestial, dejó únicamente su armadura vacía, que estalló en sus partes mientras Milo se apretaba el corazón como si fuera la víctima de un paro cardiaco, y que fue solo cuando las partes de la Armadura de Escorpio lo revistieron, en que el niño pudo por fin volver a respirar con normalidad, cayendo de bruces al suelo con el sonido metálico de su Armadura Dorada, mirando a sus manos con los ojos desorbitados, y notando una de sus uñas cambiar de color y crecer, mientras la Armadura Dorada transmitía los secretos de las estrellas, y de la Constelación de Escorpio, directamente al cosmos de Milo.

Guerras Doradas - El Ciclo InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora