Eris: Las Semillas del Caos

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Saint Seiya: Guerras Doradas – El Ciclo Infinito.

Saga de Eris.

Capítulo 16: Las Semillas del Caos.

La Cárcel de Urano. 11 de Diciembre de 1985.

-¡Ignis Fatuus! –la oscuridad de la madrugada de aquella mañana de diciembre, y el frio de cierto Caballero de Bronce, fueron interrumpidos tanto por el grito de un Caballero de Plata caído en desgracia, quien con sus flamas incineró los interiores de la Cárcel de Urano, como por una explosión lanzó a Ichi de la Hidra, hasta esos momentos dormido a las entradas de la Cárcel de Urano, por las escarpadas paredes de la ladera de la montaña, efectivamente deshaciéndose del Caballero de Bronce que ni siquiera se dio cuenta del momento en que el impacto de su caída terminó por noquearlo- Este poder... ¿qué es este poder? –preguntaba el confundido Caballero de Plata renacido como una Seed, su acompañante, también otro Caballero de Plata renacido, se miraba a las manos sorprendido, mientras su nuevo ropaje lo reclamaba.

-Esas son las Energías del Conflicto –le comentó Emony, la Dríade de la Malicia, que en su mano reunió las Energías del Conflicto nacidas de la explosión de la Cárcel de Urano, y sorbió la misma-. Todo acto que genere conflicto en este mundo, libera estas energías de las cuales nos alimentamos las Dríades, Argea de Pain –nombró Emony, Rigel reaccionó al nombre, y se miró las manos, estas temblaban con la Energía del Conflicto que se reunían sobre las mismas-. Ya no eres más Rigel de Orión, has renacido como la Seed de Argea de Pain, aunque te he hecho un favor al conservar la Leaf que ahora te viste como si fuese la Armadura de Plata de Orión, pero es solo una réplica, aunque es más poderosa que la original –le explicó ella.

-¿Leaf? ¿Seed? ¿Energías del Conflicto? –se quejó Aeson, notando la extensión del cosmos que ahora lo arropaba- ¿Qué significa esto? ¿Acaso eres un enemigo de Athena? ¿A quién sirves? –preguntó Aeson confundido, Emony lo volteó a ver con malicia en su mirada.

-Sabes perfectamente a quién servimos, Neikea del Engaño... -le sonrió ella, y apuntó a la Leaf que ahora lo vestía-. La Leaf del Engaño tendrá la misma forma de la Armadura de Plata de la Copa, pero no posee sus capacidades de predecir el futuro. Pero no las necesitas, ¿verdad? Viste dentro de la Armadura de Copa suficientes veces para saber lo que está prohibido. Pero en caso de que aún tengas dudas en tu corazón, permíteme mostrártelo –le comentó Emony, reunió Energías del Conflicto en sus manos que, transformadas en mariposas azules, comenzaron a convertirse en un espejo de las mismas solidificándose como un metal-. Melancolía Inocente... -llamó Emony a su habilidad, las Energías del Conflicto se reunieron en el marco del espejo, y como si fuese una burbuja tornasolada que se aferraba a las paredes del objeto en que se posaba, las Energías del Conflicto mostraron una imagen ante Rigel y Aeson, una imagen de Milo de Escorpio, besando a Saori Kido, besando a la Diosa Athena-. ¿Del lado de quién creen que estarán los dioses cuando se enteren de esto? –se burló Emony.

-¿Esto es...? –enfureció Rigel, Aeson simplemente bajó la mirada, la reacción fue curiosa para el antiguo Caballero de Orión- Actúas como si hubieras visto esto antes. ¿Lo sabías? –preguntó Rigel furioso, y tomando a Aeson del cuello de su Leaf. Mientras aquello ocurría, soldados del Santuario se habían hecho eco de la conmoción, y se dirigían a la Cárcel de Urano.

-¿Crees que hubiera traicionado a Athena por una pequeñez? Por supuesto que lo sabía. Soy el Caballero de la Copa. Y este fue el evento que la Copa decidió enseñarme –apuntó Aeson furioso-. Cuando llevé esta evidencia al Patriarca Aioros, la Copa se negó a mostrarle al Patriarca lo que yo vi. Pero si Aioros me hubiera creído, no habría traicionado a Athena, porque habría tiempo para evitar esto –le espetó Aeson.

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