Prologo:
La Titanomaquia, un conflicto más allá de la comprensión humana, fue un evento bélico de consecuencias inimaginables, que vio enfrentarse a dos estirpes de dioses, los Dioses Antiguos, también llamados Titanes, y los Dioses Olímpicos, en una guerra que amenazó con la total destrucción de la Tierra, y que culminó únicamente con el encarcelamiento de Cronos en el Tártaros.
Sin embargo, y pese a que Zeus contaba con el relámpago, la debilidad de los Titanes, regalo del Titán Ceo para poner fin a la batalla, no fue gracias a este regalo el que los Dioses Olímpicos vencieron, sino que la victoria de Zeus, Poseidón y Hades sobre su padre Cronos, se debió a algo más, a alguien más. Mnemosyne, la Guardiana de las Memorias.
Fue gracias a la Titánide, hermana del propio Cronos, el que todo movimiento del Rey de los Titanes pudo ser predicho y contrarrestado, inclinando la balanza de la guerra para el lado de los Dioses del Olimpo, quienes sin Mnemosyne, no habrían logrado enfrentar a las hordas de bestias comandadas por Cronos, quien se dio cuenta bastante tarde de la traición de su hermana, y fue incapaz de contrarrestar su dominio a tiempo, cayendo derrotado bajo el ataque combinado de sus hijos fortalecidos por herramientas divinas.
Con Cronos derrotado y desterrado, una traición aún más grande se hizo presente cuando, tras la repartición del mundo en tres partes por Zeus, Poseidón y Hades, Mnemosyne consumara aún más su traición al unirse sentimentalmente con Zeus, convirtiéndose, aunque de forma muy breve, en la Reina del Olimpo. Gobernando junto a Zeus en un mundo que apenas comenzaba a tomar forma tras haber sido sacudido hasta sus cimientos.
Como Reina del Olimpo, Mnemosyne dio a luz a 9 hijas tras su unión con Zeus: Calíope, la deidad de la Elocuencia y el Heroísmo. Melpómene, la deidad de la Tragedia y del Teatro. Erató, la deidad del Amor y la Poesía. Clío, la deidad de la Historia y el Conocimiento. Urania, la deidad de la Astronomía y la Astrología. Terpsícore, la deidad de la Danza y los Cánticos. Talía, la deidad de la Comedia y los Banquetes. Euterpe, la deidad de la Música y el Arte. Y Polimnia, la deidad de la Geometría y la Retórica. Las 9 Musas, habían nacido de la unión entre Titanes y Olímpicos.
Pero las 9 Musas no fueron consideradas ni Titanes, ni diosas, simplemente fueron llamadas deidades, ese fue el trato que Zeus dio a quienes, pese a ser sus hijas, causaban repudio al Dios Supremo de los Dioses Olímpicos al ser las 9 Musas vástagos de una Titánide. Ante los ojos de Zeus, la sangre de los Titanes no debía gobernar y, de ser posible, debía purificarse. Fue así que Zeus traicionó a Mnemosyne, y la encerró en el Tártaros junto al resto de sus hermanos, desposando a Hera, quien sería la nueva Reina de los Dioses Olímpicos, y concibiendo, entre a muchos otros hijos, a los herederos legítimos de Zeus: Ares, el Dios de la Brutalidad de la Guerra, y Eris, la Diosa del Caos y la Discordia.
Más ambos herederos, resultaron ser un peligro para los dioses, y para la humanidad que recién comenzaba a recuperarse. Ares traía consigo la guerra y las matanzas, poco interesado en las consecuencias, y con el solo objetivo de divertir a su hermana Eris, quien era la que susurraba a su oído, y se fortalecía con el caos reinante en el nuevo mundo de los mortales.
Zeus, en un intento por corregir el rumbo de sus hijos, asignó a las 9 Musas como las maestras, damas de compañía y cuidadoras de Eris, esperanzado en que el cambio provocado por la influencia de las 9 Musas calmara a Eris quien, en consecuencia, calmaría a Ares. Pero Eris no las aceptó, atesorando en su lugar a 9 Semillas del Caos, las opuestas perfectas a las Musas, y quienes ayudarían a su hermano y a sus Daimones a esparcir el Caos por todo el mundo. Todo lo que los dioses gobernaban, la existencia misma, se acercaba peligrosamente a un nuevo conflicto de proporciones idénticas, o tal vez superiores, a la Titanomaquia. Y así casi fue, hasta el nacimiento de la Esperanza.
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Guerras Doradas - El Ciclo Infinito
FanfictionCuando la tiranía alcanza incluso a la Diosa Athena, el Reloj del Apocalipsis da una oportunidad única de volver a empezar. Si tan solo Saga no se hubiera convertido en un tirano. ¿Qué tanto hubiera cambiado? Tal vez Saori hubiera sido criada en el...