⋆Lost In The Moment⋆

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"Whoever told you that life would be easy
I promise that person was lyin' to you"

-NF.

Tiempo actual

-¡Por favor, ayúdenme! -Se escuchó a lo lejos. Aquél grito puso alerta a ambos chicos, el pelirrojo decidió salir a ver lo que ocurría -Es mi hijo, mi hijo está muy mal!- Los gritos de auxilio eran de una mujer, esta trataba de estabilizar el caminar de su hijo.

-¿Qué pasa, Hope?- Dijo Jungkook, preocupado por lo que sucedía.

-Es una mujer, tiene a un muchacho desvaneciendose apoyándose de su hombro- Comentó, igual de preocupado que el pelinegro- Es triste, la mujer se ve destrozada-

Jungkook no dijo nada, aquellas situaciones en donde percibía el dolor ajeno lo hacían sentir egoísta. Según él, gozaba de salud y las cosas indispensables no le faltaban, entonces, ¿qué estaba mal? Toda su vida, cuando mostraba algún matiz de tristeza, algunas personas le decían que no había razón de estar triste, que solo estaba siendo dramático y se justificaban diciendo "Hay personas que la están pasando realmente mal", así que invalidaba sus sentimientos con frecuencia y como resultado, se sentía el ser más grotesco.

Afuera se escuchaban los doctores apurados tratando con el paciente que acababa de llegar.

El dolor ajeno siempre era algo martirizante, el hospital se llenó de oscuridad acompañado de gritos desgarradores que brotaban de la sala.

¿De qué se trata la vida si no hay dolor? Pensó Jungkook.

-Bueno, Kook, pasarás la noche aquí así que iré a tu casa y traeré lo necesario para que te sientas más cómodo- Comentó mientras se ponía su gran chamarra de mezclilla-

-Está bien, no tardes mucho-

Hoseok salió de la habitación con algo de rapidez, dejando al pelinegro sólo.

De nuevo se oyeron algunos gritos, suponía que eran de la misma mujer de hace unos instantes, así que trató de levantarse para ver con claridad lo que sucedía.

Al abrir la puerta, pudo observar a una mujer castaña completamente cubierta por una gran chamarra, llorando con la mirada perdida en algún punto de la blanca pared, era difícil ver su rostro. Jungkook la observó por algunos segundos y después posó su vista en sus manos, éstas temblaban con frecuencia.

No sabía lo que le sucedía a aquella mujer, pero cualquier cosa que fuera la había dejado cegada en sufrimiento.

-Familiares del joven...- Escucharon ambos una voz que provenía del final de aquél pasillo.

-Soy su madre, doctora- La castaña se levantó con prisa.

-Bien, el joven Kim ingirió demasiadas pastillas de Clonazepam, esto provocó que su hijo manifestara somnolencia, náuseas, debilidad muscular y dificultades para respirar- Dijo la enfermera mientras observaba los hinchados párpados y apagadas pupilas de la mayor -Le implementamos un antídoto para la sobredosis de benzodiazepinas y su cuerpo está reaccionando bastante bien, pero será mejor que permanezca aquí-

La mujer no podía comprenderlo, su hijo en verdad había intentado quitarse la vida. Comenzó a llorar de nuevo. De sus cansados ojos brotaban lágrimas densas que cubrían su piel tersa.

La doctora solo pudo limitarse a tomar su hombro y dar un par de palmadas en señal de ánimo -Lo lamento mucho, pero no todo está perdido, su hijo necesita verla fuerte-

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