Capítulo 21

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“Pero un beso que no esperaba
El que todo lo terminó
Hizo mal cuando te callaba
Y me robó una explicación”.

Punto de vista de Óliver

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Punto de vista de Óliver.

Ayudábamos Adri y yo, a Jenna en casa ya que Logan había recibido el alta médica porque su evolución fue muy favorable y con cuidados de madre estaría bien. Lucas seguía con la selección y no podía dejar a mi mejor amiga sola.

—Cuando no está Lucas se me hace la casa grande. —dijo Jenna meciendo la cunita de Logan.

—Nos ha jodido. Esta casa es tres veces la mía. Ahora entiendo por qué volviste.

Mi mejor amiga se rió y miro el anillo que tenía en su dedo, el que Lucas le  había puesto justo antes de irse.

—Es heavy, eh. —respondió ella.

—¿El qué? —pregunté.

—Que haya sucedido otra vez.

—Yo creo que os estáis precipitando un poco. —Habló esta vez Adri.

Pero qué cojones está diciendo este, no le digas eso que acaban de tener una hija y Jenna es una bomba de relojería.

—¿Tú crees, Adri?

Y antes de que Pedrosa pudiera hablar de nuevo, lo hice yo.

—Este no cree nada. No le eches cuenta. Jenna, no intentes sabotear tu felicidad de nuevo, otra vez no. No tengas miedo por las dudas que se creen en tu cabeza y te mantuvieron alejada de él.

Adriá me miró con mala cara y yo le hice un gesto de cortarle el cuello si volvía a decir alguna palabra más así.

—Es verdad, es verdad. Voy a dejar de ser tonta, Lucas, Logan y yo somos una familia preciosa.

Mis músculos se relajaron cuando la vi más convencida de lo que le dije.

—Nos vamos porque no podemos dejar mucho tiempo solo a Fede, no se entiende con el horno y en vez de comer pollo igual comemos pollo chamuscao' —Hablé y cogí del brazo a Adriá para luego darle un beso en la frente a Jenna y otro a Logan.

—Adiós, Jen.

Miré a Adriá con mala cara cuando dijo Jen, nadie la llama Jen, solo la llama Jen, Lucas y si se entera de que la ha llamado como solo él la llama le va a dejar los ojos azules de color morado.

Cuando salimos de la casa de Jenna y Lucas le di una colleja.

—Lucas te va a matar. —le dije montándome en mi coche mientras él se montaba de copiloto.

—Me da igual.

—¿Se puede saber que te pasa? —pregunté sin entender porqué mierda estaba este niño así.

—Oli, tengo un problema.

—Huy la virgen.

—Estoy enamorado de Jenna.

La mente me explotó.

—¿Qué cojones estás diciendo?

—Lo que oyes, sé que la conozco de hace poco y sé que está con Lucas, pero no paro de pensar en que es la mujer con la que me gustaría compartir mi vida. Es perfecto, guapa, atenta, cariñosa y se merece ser feliz.

—Pobre infeliz. ¿Tú la acabas de ver verdad? Tiene una niña y se va a casar, y no es que lo suyo con Lucas venga de ahora, es que lo suyo con Lucas viene de hace mucho.

—¡Que ya lo sé!

—Adri, te entiendo. Cachete cuando llegó le pasó igual, a ver, bueno, solo quería tirarsela, pero cuando la vio con Lucas le quedó claro que eso no iba a poder se posible nunca. Simplemente Jenna y Lucas, son y serán siempre Jenna y Lucas.

Le di un leve apretón de hombros y él me mostró una cara de tristeza. Madre mía, Lucas no se puede enterar de esto.

HOLAAAAAA

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HOLAAAAAA.

Me apetecía escribir desde el punto de vista de Óliver. ¿Qué os parece lo de Adriá?

Pd: que ganas de Sevilla y ver cómo el Madrid nos mete cuatro.

Corazón Que Miente -Lucas OcamposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora