Capítulo 33

34 3 4
                                    

"No dejo de mirarte ni un segundo
Cuando tú estás desaparece el mundo.

Mejores noches yo no creo que existan.

Y aunque me pida otra cerveza, solo me interesa

Beber de ti, de ti, de ti, Emborracharme así de ti."

Punto de vista de Jenna

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Punto de vista de Jenna.

Ya debería de estar en Nottingham, pero siendo sincera despedirme del Sevilla y sobre todo de mis amigos también me estaba costando mucho, por lo que todavía no me había marchado, había decidido quedarme una semana más para por lo menos ver un último partido en el Sánchez Pizjuán. Ese partido acababa de finalizar hace a penas unos minutos, habíamos ganado, nos habíamos impuesto a la Real Sociedad con una ventaja justa, pero lo suficiente para sumar de tres y alejarnos del descenso a expensas de lo que hiciera el Cádiz que tiene que estar jugando ahora mismo.

--¡Forza Sevilla campeón! --gritaba Óliver en el vestuario cuando entrábamos todos.

--¡lololo! --respondíamos los demás.

Miré a Lucas que estaba con nuestra hija sentado en su lugar en el vestuario. Hoy se había quedado él con ella en el palco dado a que no podía jugar tras haber visto la quinta amarilla en el Santiago Bernabéu. Me devolvió la mirada, aun esperaba una respuesta por mi parte a su declaración del otro día, la cual salí huyendo porque estaba aterrada, no podíamos hacernos el mismo daño otra vez, es que ya no somos unos críos ni estamos únicamente nosotros, ahora también está Logan y su bienestar y empezó a pensar que su padre y yo tenemos tanto drama entre nosotros que no estamos pensando en el bienestar de nuestra hija.

--Jen. --Oí decir.

Sin darme cuenta estaba tan ensimismada que no me había percatado de que Lucas ya no estaba en sus sitio detrás de mí, mientras que había dejado a Logan jugando con Loïc.

--No. --dije tajante.

No quiero otro discursito de cuanto me ama, eso ya lo sé lo único que quiero es que dejemos de hacernos daño de una vez por todas.

--Pará, escúchame. --me agarró de la mano suavemente. --¿Podés dejar de hacerte daño?

--¿Puedes parar tú de hacérmelo todo el tiempo? Date cuenta Lucas, que ya no solo se trata de ti y de mí, sino de una niña de cinco meses por la cual tenemos que mirar su bienestar. --Solté y Lucas soltó un profundo suspiro que indicaba que ya estaba cansado de esta situación.

--Paremos de hacernos daño, vos y yo nunca nos hicimos daño, siempre fuimos felices. No entiendo que es lo que nos pasa. --Habló con cara triste.

--¿Sabés cual es tu problema? que tenés miedo, miedo a que me vaya si me dejas entrar de nuevo en tu vida, y es que la realidad Jen, es que vos nunca superaste que me marchase a Ámsterdam, Ya va siendo hora que lo dejés atrás. Volví, para estar con vos, rechacé la premier para quedarme aquí porque no me veo en otro lugar donde no estéis vos y mi hija que sois las mujeres más importantes de toda mi vida. --Tomó aire y volvió a clavar su mirada intensa sobre mí. --Y pienso casarme contigo este viernes, si me dices que sí.

--¿Y qué hay de Sara? ¿Ella ya no importa?

Seguí enrevesando la situación porque así de cabezona soy y no hay quien me quite la terquedad de la cabeza.

--Ya te dije, es perfecta, pero no sos vos, y yo te amo a ti. --Dijo. --dejá de enrevesar la situación para responderme, Jen. Pensalo, estaré esperándote.

Se giró para seguir su camino, pero en ese momento decidí tomar su mano. No pude dejar que se marchara, sabia que me iba a pesar si decidía irme a Nottingham esta noche y no estar con él y mi hija para siempre.

--Lucas, espera.

Él se giró para mirarme nuevamente y con miles de lágrimas amenazándome con salir de mis ojos, me acerqué hasta él y le abracé muy fuerte, como si tuviese miedo a que se separase de mí, y es que esa era la realidad, temía que se separase de mí.

—Prométeme por favor, que es la definitiva que no hay más idas y venidas, que seremos tú, yo, Logan y Sevilla. Por favor, dime que no va a haber nadie más y nada más. —dije en nuestro abrazo mientras rompía a llorar como un bebé.

Sus brazos se envolvieron alrededor de mi cuerpo y escondió su rostro en mi cuello para dejar un pequeño beso en él, luego nos separamos aunque no demasiado.

—Te lo prometo, mi amor. —dijo mirándome y secándome mis lágrimas. Pude notar como él estaba también altamente emocionado.

Los demás que estaban observando cada escena, cada palabra y todo lo que sucedía con la esperanza de tener un buen final. Y es que éramos la boda más esperada desde 2022 que fue cuando nos comprometimos.

—Eso sí, Cachete tiene que estar en nuestra boda. No puedo casarme sin que esté mi mejor amigo. —hablé sorbiendo la nariz y mostrando una media sonrisa.

—¡oye! Pensaba que tu mejor amigo era yo. —habló Óliver haciéndose el ofendido. Le miré haciendo una mueca.

—Óliver...—le reprendió Sergio.

—Sabes que los dos sois lo más importante. —le sonreí.

—Oye, Cachete estará aquí. No se perdería esa boda por nada del mundo. —dijo Oli.

Volví a centrarme en Lucas y le besé, ese beso que confirmaba por fin la reconciliación, el que confirmaba que nos íbamos a casar en menos de una semana y que nada a pesar de todo, podía con nosotros.

El viernes sería la señora Ocampos.

HOLAAAAAAA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

HOLAAAAAAA.

Buenooooo, nos acercamos a los últimos capítulos. Voy a llorar porque llevo escribiendo esta novela más de un año y realmente ocupa una parte muy importante dentro de mí solo por una palabra; BUDAPEST.

¿Estáis listas para ser el primer equipo que pierde contra el Almería? Yo no🌝

Votad y comentad que no cuesta nada y me da muchísima alegría. 🥰

Corazón Que Miente -Lucas OcamposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora