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Extra 1 (3/4)

-...or, aunque... no otra vez...

En lugar de quejarse como el, Wind fue más práctico:

- ¿Qué tiene?, ¿por qué lo miran así? - Twilight, al lado de Wild porque él era quien se llevaba mejor con el chico, cerró los ojos y se llevó una mano al puente de la nariz.

- Es que... es un hylian. - El hombre movió las alas a Wild, quién ni pendiente de que se volvió el centro de atención, como si eso dijera todo.

- Somos hylians. - Comentó secamente.

- Oh, eh... - Que no le dijeran que se olvidó de ese pequeño detalle. Qué no se lo fueran a decir. - Digamos que su amigo tiene algo que solo es de los Rito. Cómo terminó algo así con él me preguntó... - ¿Ah?

- ¿Qué tanto miran idiotas?, se nota que no tienen nada mejor que hacer. - Miro en dirección de esta voz para decirle que no era nadie para decir tal cosa y que podía guardarse su opinión por dónde el sol no brilla porque esto era muy importante para él, y se topó con algo que definitivamente no estaba allí hace 5 segundos.

Un Rito de color negro, más plumas que cualquier otra cosa, con esferas fantasmales cerca que indicaban que... bueno, no estaba entre los vivos. Era un Rito muy llamativo, sin duda alguna. Aunque por la forma en la que estaba parado, cruzado de brazos...

- Tsk, obviamente alguien heredó las pocas buenas cualidades de sus antepasados. - Esto fue dicho en tono condescendiente luego de mirar de arriba abajo a Twilight y a ellos. A todos ellos. - Link. - Saludo a Wild, quién tan pronto oyó la voz había dado toda su atención al fantasma.

Frente a frente, los collares de pluma hacían juego, aunque no de la misma forma. La estructura era muy similar, algunas de las plumas parecían ser las mismas, y ambos eran objetos encantados, puestos a la misma altura y todo.

- Revali. - Añoranza, ojos brillantes. Qué no hubiera lágrimas por favor.

El Rito asintió suavemente ante tal saludo, y todo lo bonito se fue:

- ¿Algún problema gente? - Desafío, completo y obvio desafío. Y también a la defensiva, en cierto modo.

- No, no, por supuesto que no. - Diosas...

- Amigo, ni siquiera sé cuál es el problema. - Se quejó en voz alta, harto de todo.

El Rito fantasmal bufo audiblemente ante tal cosa y rudamente le dio la espalda, su atención en Wild.

- Si, obviamente tu eres el mejorcito, aunque sin duda alguna yo hubiera sido la mejor elección para derrotar a la Calamidad. - Vaya, qué aires de suficiencia.

Abrió la boca para recalcar que nadie pidió tal cosa, que solo un loco hubiera querido pasar por todo el desastre que pasaron ellos, que estaban pasando ellos, cuando Wild le tapó la boca:

- Sin duda alguna, pero desgraciadamente la espada come almas no te eligió. Está mal de la cabeza, pero que se le hace... - Este loco acababa de decir...

El Rito se esponjó, sus ojos se ampliaron mucho, y luego sonrió.

- Ah, por fin aparecías mi supremacía. - Cada palabra goteaba orgullo.

Qué diantres era esto.

- ¿Se me permite apreciarla más...? - Una pregunta falsamente inocente.

No, no, necesitaba una explicación de qué demonios estaba pasando.

- Hmm, quizás en otro momento. - Fue una disculpa no dicha, obviamente. - Nunca estás solo, Link, recuérdalo bien. - Esas fueron las últimas palabras del fantasma, en un extraño giro de 180 grados en cuanto a personalidad.