Capítulo 12

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Esto si era despertar bien, pensó para sí tratando de no reírse. Si se movía, si hacía ruido, la magia se perdería.

Tanto cuidado en que cada quién durmiera en su lado, y aquí estaba: siendo abrazada por la cintura y sobre un pecho ajeno. No era la primera vez, y dudaba que fuera la última. Por eso sabía que tan pronto se moviera o hiciera ruido Link se despertaría. Era de sueño ligero, no naturalmente, pero había aprendido a despertarse al más mínimo cambio en el ambiente. Si no mal recordaba todos los guardias reales habían sido entrenados de esa forma. A dormir poco, a despertar rápido, a aguantar dolor o necesidad, a estar alertas. Link no podría haber escapado de eso, quizás fue más fuerte con él dado el puesto que le dieron.

Sobre todo que le pasaría algo cuando uno de los guerreros más feroces estaba con ella, la estaba abrazando, y se despertaría fácilmente. Por favor, más segura imposible. Mucho más que el techo, el cuál no debía de ser cómodo no importa como Link intentará vendérselo.

- Buenos días, bello durmiente. - Saludo, tratando de no reírse y fallando, a quién comenzaba a abrir los ojos y bostezar.

Quizás la única razón por la cual no termino sola en la cama por un hylian llegando al techo era porque no era la primera vez que despertaba así. La primera vez estaba tan ido en cansancio y medicamentos qué la reacción fue muy retardada y no llegó lejos. Tampoco es que lo dejo.

La respuesta a su saludo vino en la forma de un beso en la frente y que la jalara en su contra. Sorpresa sorpresa.

Podía acostumbrarse a esto.

°•°•°•°•°•°

- Ajá... - Esto fue dicho lentamente, muy lentamente, y sabía perfectamente por qué.

Detrás de ella, a unos tres pasos, estaba alguien perfectamente quieto como una estatua, apoyado en la espada maestra como un perfecto caballero. Un perfecto caballero Gerudo. Habían tenido un pequeño debate sobre el tema, aparentemente era muy caluroso para la armadura Zora que tanto amaba, y aparentemente cualquier excusa para usar la vestimenta vai era bienvenida con los brazos abiertos.

Habían fabricado un mix solo para él debido a esto. Bien pensado, porque ese problema había pasado antes.

- Puedes culpar a Urbosa. - El traje era cercano a la versión femenina en cuanto a composición, tela, y adornos. La parte masculina venía en el diseño, y aún así era casi neutral.

Ella no había ayudado al pintarle las uñas o con el maquillaje. Si no fuera tan obvio quien era por ella o por sus accesorios de origen peculiar, nadie sabría que era un hombre.

- ¿Ella lo...? - No tenía que mirar para saber que Link no tuvo reacción a eso, o al verse más como centro de atención.

- Mil veces más cómodo que una armadura que no le queda bien, ¿no Link? - Y de paso: - ¿Y a quién no le gusta la atención y verse bien? - Incluso si no era de las formas esperadas. - Urbosa fue quién hizo los honores, y Urbosa es Gerudo. - Incluso si hubiera sido más... recatada, no creía que fuera muy alejado de esto.

Estaba casi segura de que Urbosa había sido lo más cercano a una amiga fiestera, a falta de una descripción mejor. La figura que buscaba enseñar que la vida no solo era trabajo, en otras palabras.

- Eso no, ya lo sabíamos tan pronto llegó aquí y se enojó por no poder usar su traje vai. - Ah sí, se enojó. Con todo lo que paso para obtenerlo, era casi justificable. - ¡Eso! - Ruji señaló a su caballero con ambas manos, exasperada y cansada al mismo tiempo.

Miro atrás, consiguiéndose con lo que esperaba: Link en pose de guardia, perfectamente tranquilo e impecable, ignorando la vestimenta. Era usual, era normal, era-ah.

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