Claim Tokens

Capítulo 13

No había llegado bien al establo cuando un par de la gente que trabajaba allí salió a recibirla. Eso, por sí solo, no le daba un buen presagio.

Y no se equivocó.

- ¿Qué le dijeron? - Era lo único que podía decir, que podía preguntar, sin iniciar una discusión.

Link, porque por supuesto el problema era Link, estaba felizmente dormitando abrazando varias almohadas. Eso solo quería decir que alguien había estado aferrado a una persona que logró escaparse recientemente y no antes. Solo viendo eso, tenía una buena idea de que había pasado y sabía porque la estaban esperando con tanto entusiasmo.

Eso no quería decir que estuviera feliz con nadie, y de que no supiera que algo tuvo que haber pasado para que Link buscará esta salida o se viera en este predicamento sin haberlo pedido.

Si hubiera sido una decisión consciente, lo más seguro es que estuvieran en casa o lo hubiera dicho de antemano. Link podía ser un idiota de primera algunas veces, pero no creía que esta fuera una de esas veces.

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- ¿Zelda? - La princesa había quedado inusualmente callada una vez que vio a los guardianes hechos trizas en la lejanía. Aún los estaba viendo, y nadie sabía que estaba pasando por su cabeza.

Solo le habían pedido que eliminará uno, porque estaba entorpeciendo todo. No tenían idea de dónde salieron los otros, y no tenían idea de que Link iba a llegar medio ido, ensangrentado y con una contusión. Mucho menos sabían que darle un par de pociones iba a ponerlo tan mal como para querer abrazar las paredes.

No sabía que lo iban a drogar de magia, necesitaba ayuda y pues... Si, debieron de pensar que ya había usado algo, pero a tal magnitud...

- Va a estar encerrado en casa por al menos un mes. - Declaró la princesa sin miramientos.

Link no iba a estar feliz con esa sentencia, pero si estaba con su novia no podían verlo realmente molesto. Si tenían suerte serían solo un par de días en esta situación antes de que el chico salvaje volviera a sus cabales y todo esto pasará a mejor vida.

No sabían que era peor: los celos de una princesa que no reconocía tal cosa, o la ignorancia de un caballero que iba por la vida sin entender que era atractivo.

Al menos el caballero estaba marcado, o sería un problema terrorífico en lugar de simplemente incómodo y tonto.

Menos mal, menos mal.

Ninguno quería saber como la princesa del reino tomaría ver a alguien coqueteando con su novio, no importa si el caballero se daba cuenta, correspondía o no.

Ninguno quería saber cómo sería si alguien confundía al caballero con cualquier otra persona e intentaba algo. Menos mal que el chico salvaje estaba más marcado que un libro de cuentas.

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- ¿Zelda...? - ¿Qué estaba haciendo?, ¿no debería de estar en el laboratorio...?

No es que se quejara, despertar con ella entre sus brazos era un dulce despertar. Más cuando se metía con su cabello o sus orejas, tal y como ahora. Provocaba solo quedarse allí y seguir durmiendo, honestamente. Podía hacerlo, ¿cierto?, no había nada que tuviera que hacer, ¿verdad?

- ¿Si intento levantarme me dejarás ir? - ¿Ah?

¿Qué clase de pregunta era esa?

- No quiero. - ¿No era más que obvio?, por supuesto que no quería, ¿quién lo haría? - ¿Tengo que...? - Si lo ordenaba, si lo pedía... no le quedaba más que dejarla ir.