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Kaleb entró a las duchas luego de sus ejercicios diarios, esta vez se bañaría con el equipo y comprobaría de una vez si Sander tenía razón, aunque aún si preguntaban no les diría como consiguió las cicatrices.

Buena mierda. Ni siquiera quería acordarse de eso.

Alguien se estaba riendo cuando hizo acto de presencia, no faltaron las miradas sorprendidas de verlo, eso no duró demasiado.

—Equipo, nuestro otro polluelo decidió honrarnos con su presencia en las duchas —dijo Kelly arqueando una ceja, Oskar se enjuagó la cara para contestar.

—Ya era hora, empezaba a sentirme inadecuado —Kaleb resopló luego de escucharlo.

Se bañó sin incidentes o preguntas incómodas, Sander tenía razón, pero aún no se atrevía a revelar su orientación, estaba un poco acobardado con que ellos también lo rechazaran.

Negó y se vistió, quería ver a Sander otra vez, ya eran dos semanas completas desde ese día en el motel y no veía la hora de repetirlo. Ni siquiera se habían visto gracias a la rehabilitación.

Joder, ni siquiera sabía en qué página estaba con Sander, ya que ni si quiera estaban comunicándose correctamente por mensaje.

Kelly se detuvo e hizo una señal para que se acercara, Kaleb caminó lentamente hacia allí, ¿iba a preguntar?

—Kaleb, tenemos una semana libre, luego estaremos haciendo el ejercicio —Kaleb suspiró, no era por ese motivo, estaba pensando demasiado en las cosas, pero en una semana Sander no habría terminado su rehabilitación.

—El Comandante…

Kelly se encogió de hombros.

—Evidentemente piensan que estará listo porque participará en el ejercicio, así que aprovecha este tiempo y búscate una novia o algo, nos vemos.

—Sí.

Bueno, en realidad no tenía que buscarse a nadie, sólo llamar a Sander y saber si estaba disponible. Kaleb sacó el teléfono de su bolsillo y escribió un breve mensaje, nada comprometedor, simplemente lo mismo que estuvo preguntando por varios días.

La respuesta llegó más rápido de lo que esperaba, aunque no con una réplica satisfactoria. Una vez más, Sander estaba ocupado, sólo eso.

Kaleb mordió su labio inferior, sentía como si estuviese evitándolo.

Mierda. No podía ser eso, ¿cierto?

Definitivamente no se arrepentía de su noche, pero Sander, Sander era una historia completamente distinta. Tenía mucho más que perder, llevaba unos diez u once años en el servicio, tirar eso a la basura por alguien que acababa de conocer era difícil.

Kaleb cogió las llaves de su habitación y salió, tenía que salir de la base, si quería que Sander le diese una oportunidad, al menos deberían tener un lugar donde verse, un lugar que fuese seguro, no podían reunirse en los moteles cada vez.

Kaleb vio varios anuncios y llamó, los que revisó no le gustaron demasiado, estaba buscando lejos de la base y simplemente no eran buenos, tampoco quería un condominio donde tuviese vecinos chismosos que pudiesen hablar sobre él.

Luego de inspeccionar varios lugares y creer que todo estaba perdido recibió un mensaje de Paul. Kaleb le había dejado caer que quería mudarse y él tenía una amiga que podía ayudarlo, la condición era mudarse mañana mismo. Kaleb decidió verificar.

La amiga de Paul rentando el lugar era agradable, aunque un poco extraña, la describiría como hiperactiva, ella había pedido un año en su trabajo ya que planeaba tener un año sabático recorriendo el país o alguna cosa así y mañana mismo se iría de viaje. 

Clasificado (BL) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora