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Kaleb se acomodó en su lugar y echó un vistazo a través de la mirilla, en verdad no tenía ni un poco de suerte mientras estaba aquí en medio del desierto para eliminar a un terrorista.

El equipo estaba encubierto mientras esperaban a que apareciera el objetivo.

Suspiró de nuevo mientras esperaba, no tuvo ni un maldito tiempo a solas después de ese día en la piscina y de eso ya eran… uh… bueno, como tres semanas completas de despliegue y Kaleb se moría por llegar a casa.

—Bravo uno, objetivo en la mira, permiso para disparar —dijo viendo al objetivo, la voz de Sander se coló en su oído.

No, aún no.

¿Alguien está viendo lo mismo que yo? —preguntó Nikita, Kaleb miró con más atención hacia él.

Creo que lleva un chaleco bomba debajo —Paul respondió esta vez, Kaleb suspiró.

—¿Permiso para disparar? Es mejor ahora que cuando esté cerca de los demás. 

Bravo tres. ¿Puedes ver un detonador?

—No, está limpio.

No sabemos si se activa al morir, no tienes permiso para disparar.

—Entendido.

Kaleb se quedó quieto escuchando el ruido alrededor, una rama se rompió cerca alertándolo, pero no lo suficientemente rápido, alguien lo agarró alrededor del cuello y apretó.

Gruñó y lanzó un codazo que impactó contra alguna parte del hostil haciéndolo quejarse, se giró una vez tuvo la oportunidad y pateó su abdomen quitándoselo de encima.

Mierda, ¿Cómo los descubrieron? ¿Cómo supieron que estaba aquí?

El hombre saltó hacia él otra vez dejándolo en el suelo, su mejilla se raspó con algunas ramas, Kaleb agarró la pistola en su cinturón, disparó, el hombre cayó al suelo al instante.

Bravo tres ¿Qué pasó? Todo ese ruido…

Kaleb limpió la sangre de los arañazos en su mejilla y maldijo.

—Bravo uno, posición comprometida y no creo ser el único, deberíamos eliminar al objetivo e irnos —dijo por su intercomunicador.

Nosotros nos encargamos, ve al punto de encuentro.

Kaleb recogió su rifle y bajó, caminó al punto de encuentro y se sentó a esperar a los demás, ellos llegaron unos veinte minutos después. Sander se agachó a su nivel y levantó su cabeza colocándole dos dedos bajo el mentón.

—¿Algo más aparte de esto?

—No, debería ver al otro —dijo con una sonrisa, Sander asintió y se levantó.

—Lo imagino, estarán aquí por nosotros en tres minutos.

Kaleb subió al helicóptero cuando fue el momento y los llevaron directo a la base, por fin podría ir a casa y tener un momento a solas con Sander.

Bueno, eso tendría que esperar, porque Sander primero tendría que ocuparse de los niños y él dormiría un poco. Joder, extrañaba dormir en algo cómodo.

Sander colocó una mano en su hombro apenas estuvieron en el suelo y lejos de los demás.

—¿Nos vemos esta noche? —Kaleb rebuscó en su mochila.

—Aquí tienes —dijo cogiendo su mano y dejando una copia de su llave. De todas formas la casa era suya hasta que se cumpliera el tiempo de contrato.

Clasificado (BL) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora