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Sander dejó el vestido rosa de Cloe colgando en el armario, coser esa cosa fue un infierno, pero todo por su hija que tendría una presentación en el Campamento de verano.

Caminó hacia la cama de Morgan y cambió el dinosaurio terriblemente duro e incómodo por un oso de peluche a los pies de la cama. Morgan se acurrucó al instante, él cantaría en la presentación y Cloe actuaría como princesa.

Sander se despidió con un beso en la frente y luego fue hacia Cloe, la cubrió con la manta y de igual forma le dió un beso antes de salir de la habitación. Sus padres estaban durmiendo también, así que entró a su habitación, escribió una nota y la pegó en el armario, como era amarilla se vería a la vista.

Aunque no esperaba que nadie tuviera que leerla, estaría temprano de vuelta.

Luego de coger sus llaves y cerrar bien subió al auto, hizo el mismo recorrido de la primera vez que fue a visitar a Kaleb y estacionó en el mismo lugar, caminar en la noche no era agradable, pero tenía una chaqueta.

Sander tocó apenas estuvo frente a la puerta, Kaleb no demoró mucho en abrir.

—¿Por fin lograste hacer que los niños se durmieran? —preguntó Kaleb con una sonrisa.

—Los dejé dormidos, junto con mis padres, no tienen que saber que no pasaré la noche en casa —Kaleb se echó a reír y lo dejó pasar.

—Si alguien se despierta en medio de la noche y va a tu habitación estarás en problemas.

—No van a llamar a la policía, dejé una nota que pienso desechar yo mismo en la mañana —Kaleb le señaló el sofá. Sander dejó su chaqueta colgada en el respaldo y se sentó, él hizo lo mismo a su lado.

—¿Dónde estás dejando tu auto?

—A una cuadra, no queremos que nos descubran —Kaleb por fin se acercó y lo besó suavemente, Sander deslizó la lengua en el interior y gimió con el sabor del refresco en su paladar.

—Sí, estamos bien así —Sander respiró.

—¿Qué tal tu hermana?

Kaleb torció los ojos al recordar algo divertido.

—Bien, hoy me habló sobre el chisme amoroso de las enfermeras y me preguntó por el mío —Sander se tensó al escuchar sus palabras.

¿Cuál era el chisme amoroso de Kaleb, le gustaba alguien? Ni siquiera habían disfrutado de esto.

Kaleb lo miró.

—No te preocupes, sólo le dije pocas cosas sobre nosotros para hacerla feliz, no puedo mentirle, me descubriría al instante.

Sander dejó salir su aliento con alivio. Se refería a él.

—¿Qué le dijiste? —Kaleb se estremeció y se aferró a su camisa cuando mordisqueó la concha de su oreja.

—Mmm… cosas —gimió, Sander sonrió y se colocó a horcajadas sobre él, los ojos de Kaleb se encendieron.

Sander le mordió el labio inferior, Kaleb aferró las manos a su trasero aguantándolo y apretando.

—¿No puedo saber qué cosas? —Kaleb jadeó y apretó mucho más.

—Quizás si trabajas duro te diga sobre ello.

—¿Qué tan duro? —preguntó dejándole besos en el cuello, Kaleb jadeó.

—No lo sé, sorpréndeme, debes trabajar muy bien en condiciones difíciles.

Sander sonrió y deslizó una mano desde su pecho hasta el borde del pantalón, luego acunó su erección.

—Mmm… ¿debería encargarme?

Clasificado (BL) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora