🏅Epílogo🏅

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Kaleb bajó del avión y lo primero que hizo fue llamar a Sander, no contestó, pero le envió un mensaje diciéndole que fuera a recogerlo, no tenía problema con eso, así que guardó el teléfono y cogió su casco.

—Kaleb —miró a Oskar.

—¿Qué pasa?

—Esta noche, hay reunión en tu casa, tenemos que celebrar el cumpleaños de Sander —Kaleb se echó a reír, ya que el mes pasado se habían perdido el cumpleaños por el despliegue ahora querían celebrarlo, Sander daría el grito en el cielo.

—Sí, justo voy por él.

Oskar miró al nuevo Comandante, no tan nuevo ahora que ya tenían dos años con él, resulta que el Teniente Dustin fue ascendido a Comandante y trasladado con  ellos. Kaleb no tenía ninguna queja, Dustin trabajaba bien y lo mejor era que él no estuviese desplegado con Sander, amaba su trabajo, pero trabajar con su novio era la receta para el peligro.

Sander hacía que se preocupara demasiado.

—Dustin, me importa un carajo que quieras follarte a ese novio que te conseguiste hace poco, vienes con nosotros esta noche.

Dustin sonrió, estaba mucho mejor que cuando lo encontraron a pesar de que su vida personal era una porquería después de que su esposa lo dejó por su hermano diciendo que tendrían un hijo.

El Comandante ahora les tenía un poco de fobia a las mujeres y salía con hombres, lo que hizo que Oskar tuviera bastantes bromas sobre ello diciendo que no era tanta diferencia con Sander.

—¿El cumpleaños de Sander?

—Sí, ahora me voy a casa, estoy loco por ver a mi hijo —dijo yéndose rápidamente.

Oskar estaba más que emocionado con su hijo de un año y medio, Sander era el padrino y cuando estaban desplegados solía visitar a Marcy con regularidad para comprobar que todo estuviera bien con ellos.

Kaleb salió, se colocó el casco y subió a la moto, el día de hoy Sander no estaba en la base principal debido al entrenamiento de sus reclutas, lo había visto por dos años ser instructor, le encantaba eso.

Estacionó y entró con el casco en la mano. Luego de caminar por los estrechos pasillos llegó al patio, Sander estaba gritándole a uno de sus nuevos reclutas. Kaleb se apoyó en la pared mientras lo veía, era francamente intimidante y lo estaba diciendo el hombre que dormía a su lado.

Dios, lo amaba, era increíble, aún no comprendía como lograba enamorarse aún más cada vez que lo veía.

Pero pasaba, cada día se enamoraba más de Sander.

Sander le sonrió desde su lugar, les dio una orden a sus estudiantes de retirarse y caminó hacia él, Kaleb mordió su labio inferior mientras lo veía acercarse.

Dos años y aún se sentía un adolescente hormonal a su alrededor.

—¿No vas a saludarme? —Kaleb miró alrededor.

—Tus reclutas aún andan por ahí.

—¿Y qué? —Kaleb se encogió de hombros.

—Podrían perderte el respeto.

—Si me pierden el respeto por besarme contigo entonces estoy haciendo muy mal mi trabajo —Kaleb se echó a reír y colocándole una mano detrás del cuello lo besó suavemente.

—Lo siento, me perdí tu cumpleaños —murmuró acariciándole la mejilla.

—No es como si quisiera celebrar mis treinta y ocho años —Kaleb levantó las cejas.

Clasificado (BL) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora