♡ "- This love is good
This love is bad
This love is alive back from the dead, oh, oh, oh
These hands had to let it go free, and
This love came back to me, oh, oh, oh
This love left a permanent mark
This love is glowing in the dark, oh, oh, oh
These...
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En el instituto.
Blair venía escuchando música con sus audífonos mientras caminaba al lado de Elena y Bonnie, ella se detienen al llegar a sus lokers, Bonnie abre el suyo para guardar sus cosas.
El casillero de Blair estaba a dos metros al lado al de Bonnie, Elena se recuesta de uno de los lokers mirando a su amiga para hablar, Blair guarda los libros que no usará y lo cierra. Blair se quita un audífono de su oído cuando aparece Caroline y abraza a Elena.
—¿Cómo estás? —le pregunta la rubia desde el abrazó para luego alejarse de ella—. En serio que alegría verte, Elena —continuó la rubia—. ¿Cómo está Blair? ¿Está bien? —le pregunta a Elena.
—Ah, Caroline, estoy aquí —dijo la señorita Blair levantando un poco su mano—. Y estoy bien, gracias —baja su mano.
—¿De verdad? —insiste la rubia.
Blair asiente. —Si. Mucho mejor.
La rubia suspira y se acerca para darle un abrazo. —Ay, cosita.
—Si, gracias —le dice Blair seria.
Ella la abraza para luego alejarse y sonreír mirando a sus otras dos amigas.
—Nos vemos luego —les dice la rubia para luego ir sé.
—Claro, si, hasta pronto —le dice Elena.
Blair pasa por un lado de Bonnie y Elena para decir. —Sin comentarios, no voy a decir nada —les dijo para luego ir sé.
La castaña y la morena sonríe divertidas para ir atrás de ella.
Las tres están caminando por el pasillo en busca de sus salones cuando se detienen para mirar a una distancia a un chico despalda quien se inscribia al colegio, nada más y nada menos ese chico era Stefan Salvatore.
—Oigan, esperen —dijo Bonnie deteniéndose—. ¿Quién es? —pregunta viendo la espalda del chico.
—No sé, solo veo su espalda —le contesta la castaña.
—Pero que espalda —continuó Bonnie.
Elena sonríe.
Blair permanece seria y fría.
—Veo algo de Seattle y toca la guitarra... —comentó Bonnie.
Elena suelta una risita. —Oye, amiga, en serio te crees psíquica ¿verdad?
—Sí y mucho —le contesta la morena.
Ambas chicas sonríen, pero la sonrisa de Elena desaparece cuando ve su hermano entrar al baño de hombres.
—Ahora vuelvo —dijo seriamente la castaña, pasando por un lado y entrar al baño de hombres.
—Que sea guapo —susurró Bonnie aun observando al chico.
