VAMPIRE - Damon Salvatore

Capitulo 6

A continuación.

Los paramédicos llegaron y se llevaron a la señorita Donovan en la ambulancia y Matt fue con ellos. Elena vio ir sé la ambulancia y al lado llega Bonnie.

—Elena, vamos a ir a la cafetería, a esperar noticias —le dijo la morena.

Elena mira a otro lado para luego mirar a su amiga. —Tengo que llevarme a mis hermanos.

—Elena, no puedo ser psíquica, estoy segura —habló Bonnie meneando la cabeza—, pero sé lo que vi o lo que creí ver y tengo un presentimiento.

Elena la miraba en silencio con mucha atención.

—Bonnie, ¿qué?

Bonnie se queda en silencio unos minutos para luego hablar:

—Que esto apenas inicia.

Amabas se quedan en silencio.

Mientras en casa Salvatore.

—Me quitó el aliento —habló Damon—. Elena, es idéntica a Katherine —Stefan no dice nada dejando continuar a su hermano—. ¿Te funciona Stefan? ¿Estar con ella en su mundo? ¿Te hace sentir con vida? —lo bombardea de preguntas.

—Ella no es Katherine.

—Te das cuenta hermano —siguió—. Ya sabemos como terminó eso —Damon se acerca a él—. Cuéntame ¿hace cuánto que no pruebas algo mejor que una ardilla?

Stefan suspira. —Se lo que haces, Damon y no va a funcionar.

Damon lo empuja. —¿Qué te pasa? ¿No se te antoja?

—Ya basta —le dice Stefan.

Damon lo vuelve a empujar. —Vamos, juntos, vi un par de chicas ahí —lo golpea—. O mejor dejate de tonterías —lo cachetea—. Vamos por Elena.

—¡Ya basta! —exclamó Stefan molestó.

—¡Imagina como sabe su sangre!

Stefan se gira y alrededor de su rostro se forman venas saliendo y sus ojos se oscurecen y sus colmillos salen.

—Yo lo hago —siguió Damon.

Stefan se gira hacía su hermano todo molestó.

—Dije que ya basta —se acerca a él empujándolo hasta la ventana haciendo que ambos cayeran abajo y la ventana se quebrará.

Stefan se levanta y Damon estaba de pies recostado de un arbusto con sus brazos cruzados.

—Me impresionaste —comentó Damon.

Stefan se gira hacía él.

—Te doy un seis por falta de estilo, pero me impresionaste -continuó el pelinegro.

Stefan estaba en silencio.

—Muy bien lo de la cara de... —siguió Damon-. Arrr, arrr, arrr, loco. Me encanto —se ríe sarcásticamente.

—Solo es diversión ¿verdad, Damon? —le pregunta su hermano—, pero donde vayas la gente muere.

—Pues obvio.

—Aquí no. No lo permito.

—Eso me sonó a invitación.

—Damon, dime, ¿después de tantos años no podemos dejarlo en el olvido?

—Te prometí una eternidad de miseria, solo cumplo mi palabra.

—Quiero que te alejes de mi Elena.

Damon se queda mirándolo para luego mirar su mano con su ceño arrugado. —Y, ¿tu anillo?

Stefan se mira su mano y ve que no lo tiene puesto.

—Uf, hay, el solo saldrá en un par de horas y puff. Serás cenizas —le dijo Damon.

Stefan lo miraba seriamente. Damon lo mira serio para luego esbozar una sonrisa.

—Tranquilo —se acerca a su hermano—. Aquí está —le enseña el anillo en su mano.

Stefan toma el anillo y se lo vuelve a poner, cuando Damon lo agarra desprevenido por el cuello y lo tira hacía la muralla haciendo que Stefan se golpeé y caiga al suelo hasta donde esta de pies Damon.

—Deberías saber que no eres más fuerte que yo —le dijo—. Perdiste la pelea cuando dejaste de comer personas —Stefan lo miraba desde el suelo—. Yo no lo volvería a intentar.

Se escucha un ruido en la casa.

—Creo que despertamos a Zac —dijo Damon para darse la vuelta y ir sé—. Adiós, Zac —dice para ir sé.

Mientras en la fiesta, aun Elena, Blair y Jeremy estaban, no se habían ido.

Jeremy estaba bebiendo más cerveza.

—¿Estás bien? —le pregunta la castaña.

Él se queda en silencio.

—Llamé a Jenna, ya viene —continuó Elena.

Jeremy sigue en silencio.

—Esas personas de allá son policías ¿sabes? —sigue la castaña intentando tener un tema de conversación con su hermano, pero él la ignora y vuelve a beber de su botella.

Blair estaba al lado de Elena, la pobre estaba pasadita de tragos y mañana se despertará con un fuerte dolor de cabeza.

Elena mira a Blair. —Y tú, ¿estás bien?

Blair asiente. —Supongo que si.

Elena sonríe y vuelve a mirar a su hermano quien deja de beber y se gira para dejar la botella en el muro.

—El mundo no te soportará así como vas, Jer —le dijo su hermana—. Ya a nadie le importa. Ya olvidaron que nuestros padres murieron —Jeremy no decía nada dejando que continuara su hermana—. Ellos tienen sus propios problemas. El mundo siguió avanzando.

Los ojos de Blair se indunan de lágrimas, pero ninguna es derramada.

—Hay que intentarlo —continuó Elena.

—Yo te he visto en el cementerio escribiendo en tu diario, Elena —le contesta Jeremy—. Ahora dime ¿ha eso le llamas avanzar?

Elena se queda en silencio pensativa para luego menear la cabeza.

—Nuestros padres no hubieran querido esto —habló Blair finalmente.

Se quedan los tres en silencio. Hasta que Blair se gira a un lado para vomitar, sus hermanos ponen una cara de asco. Blair se arrodilla aun vomitando.

—Estoy... —iba hablar, pero el vómito no la dejo terminar. Deja de vomitar y se queda un rato de rodillas, tomando una respiración—. Estoy bien. No se preocupen.

Elena apoya su mano en su hombro y se agacha. —¿Estás bien, Blair? —Blair iba hablar, pero Elena la interrumpe—. Y nada de mentir. ¿Has tomado los antidepresivos?

Blair la mira. —Hoy no.

—Blair, tienes que tomarlas, el doctor dijo que debes tomarlas dos veces al día.

Blair entorna los ojos. —Ya, Elena, estoy bien. Nada me pasará por no tomar las pastillas un día —se pone de pies y se marea, pero Jeremy la ayuda a que no se caiga.

Elena se pone de pies y ambos se quedan ahí esperando a su tía.

Al llegar a casa, ambos se van a sus habitaciones sin hablar. Blair se va al baño a tomarse su medicamento depresivo y una píldora para el dolor de cabeza. Luego se mete a bañar de pies a cabeza para quitarse la borrachera, ya que bebió demasiado.

Después ya con su pijama puesta se acuesta en su cama mientras le da sueño se puso a leer un libro, ya que le gusta leer.

Y así acaba su día.