12. ES MI CUMPLE. III PARTE. LA FIESTA.

44 2 0
                                    


Como un niño con zapatos nuevos, llevaba la camiseta del David de Miguel Ángel mascando chicle para la fiesta "sorpresa" de mi cumpleaños.

Fue el cumple sorpresa más surrealista de mi vida.

Llegué a su casa a la hora que ella me había pedido, ni antes ni después. La escribí para confirmar que estaba llegando y me pidió aún cinco minutos.

Tras esos cinco minutos en el portal, subí.

Abrí la puerta de mi casa lentamente, esperando mucha gente gritándome un: "sorpresa". Pero no, todo lo contrario. Iba entrando y no veía a nadie. Ni tan siquiera se escuchaba el rumor de cuando mucha gente intenta estar en silencio.

Llegué al salón y en la mesa había un sobre. Ponía: ábrelo y léelo en voz alta.

Lo abrí y lo empecé a leer, era de mi madre.

"Hoy es tu cumpleaños. Esto significa que hoy es tu día y cada año, este día te pertenece. Por eso, hay que celebrarlo. Hace muchos años, cuando era aún un adolescente, para mí, todavía un niño, me pediste un regalo que en ese momento no te pude dar. Yo no tenía mucho dinero, como sabes, pero si hubiera sabido lo importante que era para ti, lo hubiera sacado de debajo de las piedras para hacértelo. ¿Lo recuerdas? Fue en 2010. Lady Gaga venía de concierto a Barcelona y tú me rogaste ir, pero yo no podía pagar dos entradas. Al final, no fuimos, pero jamás me perdonaré las dos semanas en las que estuviste viendo vídeos y soñando con haber ido a ver en directo a aquella Diva, como tú las llamabas. Es por eso, porque necesito quitarme esa espina...

Me empecé a emocionar, tuve que coger aire e intentar seguir leyendo.

"Es por eso, porque necesito quitarme esa espina y tú mereces revivir ese concierto que, este año, mi regalo va a ser...

Ahí acababa la carta. Empecé a mirar a ver qué pasaba.

De repente, apareció mi hermana de una habitación.

—Con todos ustedes, bueno, para ti, en concierto exclusivo... ¡Lady Gaga! —mi hermana empezó a tocar el móvil y, tras unos segundos de silencio, escuché aquel icónico inicio de Bad Romance.

Ooooh oooh oooh oooh ooooooooh.

En ese momento, mi cabeza implosionó.

Apareció mi madre con un vestido completamente plateado y una rejilla también plateada, emulando el videoclip. Con papel de aluminio había reproducido todas las figuras que llevaba en el pecho, como una especie de flores que brillaban con purpurina. En la cabeza, una corona de perlas que prácticamente le tapaban la mirada.

Lejos de sentir vergüenza ajena, cosa que con mi madre jamás he sentido, me entró un ataque de risa expectante a todo lo que fuera a hacer.

I want your ugly, I want your desease,

I want your everything as long as it's free

I want your love,

Love, love, love...

¿En qué momento mi madre hacía un lipsync perfecto de ese temazo de Lady Gaga? Conociéndola, y sobre todo conociendo su nivel de inglés, llevaría meses ensayando para hacer esa perfección.

Mi hermana, que se había apartado, se puso al lado de ella, por detrás, apareció el actual novio de mi madre y se puso a su otro lado. Iban los dos vestidos de blanco, envueltos hasta la cabeza.

No me lo podía creer, estábamos llegando al estribillo.

Se pusieron las manos en la boca y se pusieron a hacer el baile que tantas veces le había hecho yo a ellas.

I want your love and I want your revenge

You and me could write a Bad Romance...

Mis carcajadas se convirtieron en admiración al ver lo bien, dentro de sus posibilidades, que lo estaban haciendo todos.

I want your love and your lovers revenge...

Estaba siendo, de lejos, el mejor regalo de cumpleaños. La segunda estrofa mi madre la hizo igual de bien. Y cuando estábamos llegando al estribillo, necesitaba irme al escenario con toda mi familia.

Puse el móvil en la mesa para que grabara todo, me puse con ellos, mi madre me miró riéndose, yo estaba a punto de llorar de la emoción. Y nos pusimos todos juntos:

I want your love and I want your revenge

You and me could write a Bad Romance

I want your love and your lovers revenge

You and me could write a Bad Romance

He de reconocer que hace muchos años me dolió no ir al concierto de Lady Gaga en Barcelona, pero después de este concierto exclusivo, he de decir, que mereció la pena. 

Podéis llamarme LOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora