Disponible solo por negocios | QuackityxTn

𝑋. 𝑢𝑛 𝑎𝑐𝑐𝑖𝑑𝑒𝑛𝑡𝑒.

Sábado por la mañana. Otra junta la cual debía atender. Esta vez, Quackity estaba presente.

Era un nuevo mes, por lo que el tema de hoy abordaban los éxitos de los proyectos de Quackity, como su reciente participación en algunas series de Minecraft y directos junto a sus compañeros, y, sobre todo, los nuevos seguidores que ganaba tanto en su comunidad hispana como en la angloparlante. Justo el tema que deseaba escuchar después de pasar toda la madrugada ignorando saber de él.

Mantenía mi atención en la presentación de los ejecutivos, pero en ocasiones buscaba a mi jefe con la vista por mera curiosidad. En cuanto conectábamos las miradas, de inmediato la interrumpía para observar la misma gráfica que han presentado durante cinco minutos. Cada que nos descubríamos en nuestro pequeño juego deseaba que usara sus lentes oscuros para ignorar sus ojos irritados por el alcohol, pero justo hoy proclamaba que los olvidó en casa.

Cruzaba los brazos para ocultar mi temblor, pero era imposible. Escuchar su nombre y su apodo una y otra vez, y saber que estaba frente de mí no me ayudaba en absoluto a olvidar lo sucedido horas atrás.

Jugueteaba con la misma pluma de siempre. Pretendía evadir a Quackity, pero entre más pensaba en él al escuchar su nombre o en encontrar su mirada cansada sobre mí, más recordaba cómo mi labial lucía en su rostro, en qué tan suaves eran sus labios y las placenteras cosquillas que acariciaban mi corazón mientras le besaba. Una tentación que habíamos satisfecho, pero que ahora solo la podía catalogar como un desliz más. Un pequeño gran accidente que podría llevarnos a nuestro fin.

Los directivos continuaron conversando. De nuevo, no podía participar en la reunión, solo escuchar. Podría opinar al respecto o dar ideas como la manager me había propuesto antes de comenzar, pero me rehusaba en proponer algún nuevo directo y tener que convencer a Quackity y sus directivos. Era una buena oportunidad laboral, pero a este punto deseaba deslindarme de él y dedicarme plenamente a mi trabajo.

—¿Qué opina, _____? — Alcé la vista. —. El joven Alex tendrá oportunidad de participar en el próximo Squid Games organizado por Rubius, ¿verdad?

Por desgracia, él es mi trabajo.

—Probablemente. El mes de febrero está reservado para dedicarse plenamente a desarrollar su proyecto secreto. ¿Cuánto durará el evento?

—Cinco días si Quackity logra sobrevivir tantos días— Escuché su risa. —. Se tiene previsto que serán directos que durarán no más de dos horas, por lo que puede continuar con sus actividades antes y después de éstos. Bueno, considerando si desea trabajar durante esos días.

Le miré de reojo en busca de autorización; no por gusto, una obligación de comprobar frente a su manager que manteníamos una buena comunicación. Él asentía conforme escuchaba al hombre que se encontraba de pie al lado de la pantalla. Después cruzó miradas conmigo. No me dio ni un sí ni un no, solo me inspeccionaba.

Giré mi cuerpo para dirigirme al ejecutivo a mi costado intentando sacar a Quackity de mi campo visual. Acomodé mi cabello y le sonreí.

—Consultaré con la manager de Rubius para consultar los horarios.

La manager se levantó de su silla en cuanto le dio las gracias al ejecutivo que había presentado la última parte del tema abordado, y con una gran sonrisa y un lenguaje corporal bastante relajado, introdujo el cierre de la reunión. Lo tomé como mi señal para levantarme, ya que estaba en un punto ciego tanto para ella como para los demás empleados.

—Ya que no tenemos algún tema por consultar hasta la próxima semana, me queda desearles un...

Quackity interrumpió a su manager alzando la mano. No lo había notado por estar distraída guardando mis documentos hasta que el silencio repentino que inundó el cuarto me incomodó por lo raro que había sido.