Disponible solo por negocios | QuackityxTn

𝑉. 𝑟𝑒𝑢𝑛𝑖𝑜́𝑛 𝑠𝑜𝑐𝑖𝑎𝑙.

Estiré el cuerpo en cuanto realicé la última compra que necesitaba hacer en el día. Gran parte del carrito de compras estaba lleno de productos que le serían útiles a Quackity para futuros directos —según él—, otra parte eran regalos para sus familiares y amigos, y unas cuantas cosas para su hogar y su vida personal. Comprar en línea era divertido hasta que me enseñaron el protocolo que debía de seguir por cada compra para proteger la situación fiscal de Quackity.

Después de tomar un sorbo a mi café, de inmediato redacté un correo para el contador de la empresa detallando las compras realizadas con la tarjeta de crédito de Quackity Studios, y después mandé un mensaje a Quackity sobre el posible día de llegada de los paquetes con sus productos personales y regalos que había comprado con otra tarjeta. Revisé de nuevo que todo producto para sus familiares estuviese pedido como artículo de regalo y enviados a la dirección correcta. Al comprobar por quinta vez, envié la captura.

Si no llevaba mal la cuenta, apenas cumpliría un par de semanas trabajando para uno de mis streamers favoritos. Ser su asistente era un trabajo más sencillo del que pensaba si ignoraba el hecho de tener que organizar sus horarios a diario y las ideas que tiene de repente, además del papeleo que tenía que hacer en ciertos días para su empresa. El comienzo fue caótico, pero estaba segura de que me acostumbraría al trabajo en unas semanas más. No era nada nuevo; una supervisora atenta a los mínimos detalles y un montón de trabajo acumulado por la falta de una asistente. Lo que podía consolarme era el hecho de tener un jefe tan amable y comprensivo como Quackity. 

Miré la agenda que me había dado la manager sobre la diminuta pila de papeles de mi escritorio.

En una reunión al día siguiente de haber firmado el contrato había conversado con ella para explicarle que usaría la agenda digital por petición de Quackity, pero me confesó que esa agenda es un tipo de registro/bitácora para los asistentes, así que todo lo que estaba anotado en esa libreta eran asuntos que debía de atender por mi cuenta o algo que había hecho, como comprar los cientos de productos del carrito de compras de Quackity. Exhalé y busqué la fecha de hoy para anotar los productos que había comprado y unas actividades más.

Aproveché a terminar de escribir en la agenda lo que tendría que hacer la próxima semana, y en cuanto regresé a leer la semana anterior para buscar un término que la manager había usado para referirse a unos tipos de documentos, leí el gran espacio donde Quackity había escrito «reunión social» cuando firmé el contrato. 

Miré la semana actual. Esta vez yo lo había escrito, justo después de un pequeño espacio de dos horas que decía «directo informal».

—Entonces— El directo de Quackity sonaba de fondo. —, a la próxima les contaré más cosas porque, gente, se vienen... se vienen cositas. —. Se rio mientras frotaba sus manos. —. Son cosas que me emocionan, así que espérenlos pacientemente, y espero que tengan un muy buen día, pero menos Naomi porque otra vez no puso atención, ¿eh? A la próxima ponte pilas Naomi, porque voy a hacer examen.

Escuché su «bye» mientras revisaba el resto de la semana, y hasta que vi la hora en mi reloj de mano me apresuré en buscar mi bolsa y un par de zapatos cualquiera.

Cada jueves, después de un directo que termina a las 6pm, Quackity estaba ocupado por una «reunión social» con cierta persona que nadie conocía en una cafetería, o eso es lo que se había planeado. Pasé un fin de semana entero buscando cafeterías que no estuviesen en el centro de la ciudad o donde no acudieran tantas personas, pero estamos en Los Ángeles. Una cafetería en una ciudad era el punto recreativo de miles de personas, si no es que la más popular después de las discotecas. La probabilidad de que alguien reconociese a Quackity eran enormes, y no podíamos arriesgarnos a que nos viesen juntos, sobre todo la manager.