9. Primera cita

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Llegué a casa y me puse el pijama para estar cómoda cuando llamaron a mi puerta.

Fui a abrir la puerta y ahí estaba ese hombre con una preciosa sonrisa.

-Hola James-. Le dije sonriendo.

-Hola Emma ¿Cómo ha ido con la señora Parker?-. Preguntó.

-Muy bien, hemos hablado de muchas cosas y al menos ha estado distraída-. Dije sonriendo.

-Me alegro, preciosa, me voy para casa, tengo que ver a mi madre-. Dijo acariciándome la cara.

-De acuerdo, dale un beso de mi parte-. Le dije.

-Lo haré-. Me susurró acercándose a mí y besándome en la mejilla.

-Hasta mañana, James-.

-Hasta mañana, Emma-.

Cerramos las puertas y me acosté con una sonrisa de oreja a oreja.

...

Por fin llegó el lunes y me levanté de un bote, hoy iba a pasar la tarde con James, se supone que sería nuestra primera cita. Mientras desayunaba recibí un mensaje de James.

-Buenos días preciosa, hoy toca quedada tú y yo-.

Mientras lo leía, miraba el móvil con cara de tonta, con cara de quinceañera.

Le respondí.

-Buenos días caballero, hoy tenemos nuestra primera cita, así que prepárate para pasarlo bien-.

Al rato me duché y me arreglé, me puse un vestido corto de tirantes de color blanco y unas sandalias con tacón.

Eran las 16:00h cuando llamaron a mi puerta, al abrir, ahí estaba James. Estaba guapísimo, tenía un polo de color azul con el que se le marcaban los brazos, unas bermudas vaqueras y unas zapatillas blancas deportivas pero perfectas para ese tipo de outfit.

-Hola Emma ¿Nos vamos?-. Me dijo James.

-Si, dame un minuto que coja el bolso y las llaves-.

Cuando cogí todo lo que me faltaba, salí y cerré la puerta.

-Lista, vámonos-. Le dije.

Él me sonrió y me cogió de la cintura con un brazo.

Nos fuimos al centro comercial, habían muchas tiendas y muchas cafeterías y pasamos una tarde sin parar, nos reíamos, hablábamos, nos hacíamos bromas, estaba descubriendo otro lado de James que no conocía, pensaba que era serio, pero no, lo contrario.
Me cogía de la mano y a veces, de la cintura.

Decidimos ir a una cafetería un rato a tomar algo.

-Emma, está siendo una tarde muy especial-. Me dijo.

Asentí con la cabeza regalándole una sonrisa tímida.

-A las 19:00h se va el sanitario y debo volver, pero si quieres podemos cenar en mi casa, pedimos cualquier cosa y cenamos, mi madre se acuesta pronto y tendremos la noche para nosotros-. Me dijo algo colorado por la situación.

-Claro, me parece bien, podré beber, no tengo que conducir-. Dije riéndome.

Él asintió con la cabeza mientras se reía.

Cuando acabamos de tomarnos el café, ya era tarde, así que en un paseo decidimos irnos hacia nuestra finca.

Mientras andábamos, James me cogió por los hombros y yo por la cintura, parecíamos una pareja y la verdad, que no me desagradaba la idea.

Querido vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora