Estuve en el coche sin articular palabra toda la hora que duró la conducción hasta casa y James, se dio cuenta y me cogió de la mano.
-Emma, no te preocupes, la señora Parker se pondrá bien-. Y me dio un beso en la mano.
Asentí con la cabeza mientras una pequeña lágrima recorría mi rostro. Nunca había visto a la señora Parker así.
Cuando llegamos a nuestra calle, James aparcó el coche y me dio las llaves. Y de camino al portal me tenía de la cintura cogida.
-¿Quieres pasar a casa?-. Preguntó.
-Está bien-. Dije sonriéndole.
Abrió la puerta de su casa y entramos.
A los minutos se fue Eric y la señora Williams cenó.
-Voy a acostarla y vengo ¿Vale?-. Dijo James acariciándome la cara.
Asentí con la cabeza y me quedé en el sofá viendo la tele.
Al rato, volvió James.
-¿Quieres cenar?-. Preguntó.
-No tengo hambre-. Le dije con el estómago cerrado.
Me levanté del sofá y fui directa a él, le planté un beso que ni él mismo se esperaba.
-Vaya, eso sí que no me lo esperaba-. Dijo sonriéndome, me volvió a besar y me levantó por los muslos llevándome a su habitación.
Una vez allí, me tumbó en la cama quedándose él encima mío, podía ver perfectamente el bulto que le salía del pantalón y eso me excitaba aún más. Se quitó la camiseta y yo pude volver a contemplar esos pectorales entrenados mientras comenzaban a sudar. Me quitó la camiseta, dejándome ante él en sujetador, me besaba el cuello bajando poco a poco mientras me acariciaba el cuerpo suave y sensualmente. Yo le tumbé y me puse encima de él besándole y acariciándole los pectorales mientras bajaba con la mano hacia su pantalón, entonces, empecé a bajárselo poco a poco y podía escuchar a James gemir de placer sin nisiquiera tocarle. Le quité el boxer y ahí empezó el juego oral y por como gemía él, se notaba que le gustaba. Luego me cogió y empezó a bajarme despacio mis pantalones, pero no sin antes quitarme mi sujetador. Él también uso su juego oral conmigo y no pude evitar gemir. Para acabar, me puse encima de él a horcajadas y empecé a moverme, hasta que los dos llegamos a un gran orgasmo.
Cuando acabé, me tumbé a su lado en la cama, respirando rápido, lo mismo que él.
-Buff, ha sido maravilloso-. Me dijo James cogiéndome de la mano.
-Si, lo necesitaba, he pasado un día de mierda-. Le dije riendo.
-Me alegro de haber sido yo el que te ha alegrado el día-. Me susurró.
-Oye James-. Pregunté sentándome en la cama.
-Dime preciosa-.
-Exactamente ¿Que somos tú y yo?-. Pregunté. Yo estaba enamorada de él, por eso necesitaba saber exactamente lo que pensaba él sobre nosotros.
-Pues...-. Dijo sentándose también en su cama y mirándome.
-Pienso que nuestra relación no debería pasar de una amistad-. Me dijo.En ese momento, me cambió la cara, no sabía dónde meterme.
Asentí con la cabeza y en silencio, empecé a vestirme para irme a casa.
-¿Adónde vas?-. Preguntó vistiéndose.
-A mí casa-. Le dije enfadada mientras salía de su habitación y llegaba a la puerta.
-Emma ¿que he dicho?-. Preguntó viniendo detrás mío.
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Querido vecino
RomanceEmma tiene 28 años y vive en California, tiene un trabajo estable en una oficina de contabilidad y hace poco se compró un piso en una bonita finca cerca de la playa. Enfrente de ella fue a vivir una señora mayor con Alzhéimer, al principio la cuidab...