Las grietas de un corazón roto

Capítulo 17

Vuelve por favor

Camy

—¿Qué?—digo como una estúpida al oír tales palabras dichas por el doctor a nuestro lado

Esto no estaba pasando. Tenía que ser una broma

Una maldita broma

Una a la que no estaba preparada

—eso mismo, es posible que nunca vuelva a recordar. Vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos pero...no se hagan ilusiones—sus palabras duelen, queman de una forma horrible dentro de mi pecho pero no puedo hacer más por él

Es definitivo

—yo...pero—tartamudeo sin ser capaz de respirar con normalidad y es Jones quién responde al médico delante de nosotros

—vale doctor, gracias—y allí le ponen fin a la charla para ver cómo sale por la puerta quedándonos a solas en ese espacio cerrado, en completo silencio incómodo

—Jones…dime por favor qué esto es solo un sueño. Dímelo—le ruego y al ver su rostro es como si un cubo de agua fría me cayera sobre el cuerpo. Es verdad lo que dijo, sus palabras las dice en serio, esto es una mierda

—no Camy, es tan real así como tú y yo. Tan real como la existencia de los planetas y los astros. Tan real como nuestros sentimientos, y que por desgracia, no se puede evitar—al terminar baja la cabeza mirando fijamente su regazo y sus manos y al verlo así sin salida por ningún lugar siento impotencia, rabia

¿Por qué tiene que pasar por esto?

No es justo

Para ninguno de los dos

—no puede ser. Esto no es posible. Debe de haber una manera—niego con la cabeza totalmente renuente a aceptar que nunca me recordará, que jamás va a sentir lo mismo por mi ahora que hace un tiempo. Que nunca, a menos de un milagro, cumplirá las promesas que nos hicimos

Pero eso es solo un deseo, no una realidad

Para nuestra desgracia

—no, no la hay. Esto es así: no te recordaré Camy, ya es un hecho. Lo siento—al decir esas palabras siento como mis mejillas se humedecen dando lugar a las lágrimas y un sollozo se escapa de mis labios al ver esta realidad. Mi cruel realidad

Sí, yo sabía lo que todo esto conllevaría, ya sea bueno o malo, pero algo dentro de mí, se negaba a aceptarlo

No quería que fuese cierto

Por más pruebas que hubieran delante de mis ojos

—yo...voy a tomar aire fuera, ahora vuelvo—y sin más preámbulos salgo de la habitación corriendo por el pasillo hasta llegar al baño de chicas y ponerle seguro a la puerta para evitar que alguien más me vea de este modo. Sufriendo y destrozada por mi novio que ahora no me recuerda en absoluto

Claro, yo me voy de allí pero antes escucho como Jones, con la voz ahogada, me llamaba para que no me fuese de allí así como así. Prácticamente huyendo de él

Creo que esto le duele incluso más que a mí. No, es un hecho

Pero no pude evitarlo. Tenía que huir

Soy así de cobarde

Y no puedo hacer más

—¿por qué a mí?—lloro con más fuerza, si cabe, en el suelo del cubículo con la espalda recostada en la puerta y con la cabeza entre las manos. Sintiendo como el mundo se me viene encima y no tengo como arreglarlo