Epílogo

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Tú y yo. Juntos por el resto de la vida

Unos años después


A pesar de haber pasado por muchos obstáculos y problemas en sus vidas, estaban bien

Con altos y bajos pero lo lograron, al fin juntos

Camy, gracias a su trabajo y sacrificio durante años logró ser una gran pintora mientras que Jones logró su sueño de ser un gran músico junto con su banda y el manager tomó su propio camino muy lejos del suyo, con otra banda. Aunque claro, Jones no podía abusar mucho de la guitarra durante las giras y entrenamientos  pero aún así, le fue bien

Porque a fin de cuentas, la música era parte de él. No podía deshacerse de ella tan fácil

Ambos vivían en el apartamento de Jones felices y con alegría producida gracias a las vivencias y el amor del día a día que crecía cada vez más con el pasar del tiempo

Después de varios tratamientos y miles de inyecciones Jones al fin pudo estar sano de las manos o eso era lo que le decían los médicos que le atendían, ya no le dolían tanto como antes y al parecer, estaba sanado mientras que Camy, semanas después, le da la noticia a Jones que está esperando un hijo suyo

Está noticia le da muchas alegrías y esperanzas a sus amigos e incluso al mismo Jones pero en cambio, a los padres de Camy no le hace mucha gracia, sin embargo, ella no hizo nada por evitarlo o intentar hacerles cambiar de opinión

Ellos querían ese hijo y lo iban a tener. Sin importar nada más ni nadie porque a fin de cuentas, era su vida

Todo siguió igual que antes, o incluso mejor, tanto, que ambos todos los días iban a un local de música para que Camy se profundizará en ese tema de la música e instrumentos mientras Jones la veía con una gran sonrisa en los labios, muy orgulloso

—me gusta este, un clásico—le dice su esposo a su mujer con un disco en las manos de Pink Floyd y Green Day sonriendo con nostalgia

—supongo, aunque esté también está lindo—señala la chica ingenua a un par de discos que no son ni la mitad de buenos que los de su esposo

Principiantes, supongo

—ay Camy, debo enseñarte el camino a la buena música—confiesa el chico caminando hacia otros estantes hasta que llega a uno en específico que lo hace pararse en seco—este, sin dudas

—¿por qué?—pregunta dudosa mirando por encima del hombro de Jones con curiosidad hacia el disco

—porque está canción sonó en mi cabeza cuándo te conocí, por eso es tan especial—declara mirando fijamente el disco para luego voltearse y ver a su esposa—te amo Camy—y la besa en la frente con delicadeza lo que hace que cierre los ojos por inercia

—yo también, más de lo que te imaginas—lo abraza por detrás de su espalda y coloca su cabeza sobre su pecho mientras que Jones acaricia su cabello y espalda y comienza a sonar por los altavoces del local una canción ya muy conocida por ambos:

Y cuando te conocí, todo en mi mundo tuvo sentido. Gracias a ti fuí mejor, debo darte las gracias. Aunque no te lo diga a menudo, eres mi gran amor, te amo con mi corazón, no me olvides por favor

Y aún los tiempos se pongan complicados y difíciles, no me olvides, ámame, pero no me dejes. Soy tuyo hasta morir. No me olvides, ven y sé la chica que nunca me dejó conocer las grietas de un corazón roto

Pero...algo más pasó. Algo que cambiará la vida de Camy por completo

FIN

Las grietas de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora