• Maldita obsesión •

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Goyo estaba más que enamorado de Kento, su compañero en la Universidad. 

Su obsesión era tanta, que a donde sea que este fuera, ahí estaba él para observarlo a escondidas. Lo que no se imaginaba es que Nanami ya conocía sus estrategias y que incluso iba un paso por adelante.

— ¿No deberíamos estar en clase ahora mismo.?— Shoko cuestionaba algo confundida, pues no se imaginaba que Goyo se refería a espiar cuando dijo que tenía algo importante que hacer. 

— Guarda silencio o se dará cuenta de que estamos aquí.— Sin apartar su vista del cristal, le respondió a su mejor amiga, era la hora en que Nanami tomaba el té y no se lo podía perder por nada del mundo. 

Como casi todos los días, se saltaba alguna clase para poder seguirlo a ese restaurante, el cual parecía ser su favorito. 

— ¿No sería más fácil acercarte.? es aterrador que lo sigas sin que él se de cuenta. Estoy segura de que pensara que eres algún tipo de pervertido. Solo habla de una vez y dile lo que sientes.— Suspiraba, se aparto un poco del albino para poder encender un cigarrillo, comenzaba a fastidiarse de verlo actuar como un idiota. 

— Estas loca... no podría hacer algo como eso, nunca hemos hablado de otra cosa que no sean trabajos de la Universidad, seguramente me rechazaría. Por eso prefiero mantenerme así, observando lo lindo que es.— Su corazón bailaba de nerviosismo al pensar en tener una relación con él. 

Pero pensaba que sería demasiado pedir, así que suspiro. 

— Es todo, llegue a mi limite, no puedo seguir con esta tontería... que te diviertas.— Se marchaba del lugar, tenía mejores cosas que hacer con Geto, otro amigo y compañero de clase. 

— Oye, no puedes irte, aun no hemos terminado aquí.— Sin ser consiente de sus acciones levanto un poco la voz mientras volteaba a ver a la castaña, esta se alejaba poco a poco.  

No la pudo detener, convencerla era más difícil de lo que parecía.

Suspiro una vez más, ahora con cansancio, estaría ahí solo un par de minutos más antes de marcharse. Al regresar su vista a la mesa que ocupaba Nanami este ya no estaba ahí, lo que le sorprendió un poco, no podía haberse ido del establecimiento por la puerta, solo había una y él estaba delante de esta. 

—¿El baño.?— Se cuestiono a si mismo, buscando con la mirada y pensando en una posible explicación. 

Pero nada llego, derrotado espero más de lo necesario para saber que había pasado, pero fue inútil, no volvió aparecer. 

Estaba por anochecer, así que volvió a casa sin más, tenía otra oportunidad de verlo al día siguiente. 



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— No se que más hacer.— Goyo se encontraba recostado sobre su escritorio, estaba triste ya que llevaba días sin ver al chico de brillantes cabellos rubios, lo cual le parecía raro ya que nunca faltaba a clases, y menos sin avisar a otro superior. 

As de corazones [GoNana] [One Shot's]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora