- Dígame el precio por el chico rubio de allá.
Gojo señalaba al Omega de cuerpo fornido, el cual lo miraba a lo lejos desde hacia un rato.
Por órdenes de su padre asistió al pueblo en busca de una esposa, que compraría en el mercado como todo Alpha hacía, misma que le daría los hijos perfectos para tomar su lugar y preservar su linaje.- Él no es un Omega virgen, por ello no está a la venta, solo se encarga de hacer espectáculos en este sitio.
Respondía el dueño del lugar.
- No me interesan sus tonterias, solo póngale un estúpido precio.
Ya estaba molesto, no sólo por que estaba ahí en contra de su voluntad, el aroma de tantos Omegas mezclados lo estaba aturdiendo y era desagradable para él.
Al inicio no tenía planeado conseguir una pareja y solo volvería a casa con una excusa, pero luego de encontrar a ese espécimen, no podía dejarlo ir.- Número cuarenta y cinco, vendido al clan Gojo por...
El hombre anuncio a todos en el lugar que uno de los suyos se iba, cuando el rubio escucho eso se sorprendió un poco, no imaginaba que sería vendido a una gran familia como lo era la del peli blanco y menos si ya estaba "usado".
No hizo falta que guardara sus pertenencias, no tenía nada que llevar a ese lugar, en cambio, le colocaron unas frías esposas de metal y la llave se la entregaron a Satoru.
- Es todo suyo, señor.- Sin mencionar más volvió adentro.
- Bien, es hora de irnos.
El camino fue algo largo, sobre todo por que ambos tuvieron que caminar, Gojo no acostumbraba usar medios de transporte.
Detrás de él iba el Omega, quien solo guardaba silencio y observaba su alrededor con mucha curiosidad, había olvidado lo agradable que era la brisa fresca.Desde muy corta edad, su padre Alpha lo había vendido a otros hombres para sacar dinero y continuar con sus vicios, sin mucho que hacer, el padre Omega corrió con la misma desgracia, escapando apenas tuvo la oportunidad, pero abandonándolo a él en el proceso.
Ya estaba acostumbrado a eso, esté solo sería un cliente más, y cuando se aburriera volvería al trabajo.
- Dime... ¿Cómo te llamas.?- El silencio se rompió gracias a la pregunta de Gojo.
- ¿Por qué habría de interesarle.?
Solo era mercancía, al ser vendido un Omega no tenía derecho a poseer un nombre.
- No pienso llamarte "número cuarentena y cinco", es patético.- Incluso para él era caer muy bajo.
- Nanami.... Kento Nanami.- Respondió con algo de duda, usando el apellido de su "madre".
- Bien, Kento. Será mejor que nos demos prisa, la noche se acerca y aquí afuera hace mucho frío.
Era conciente de la poca ropa que llevaba puesta.
Hubo silencio hasta que por fin llegaron a la residencia... una que estaba alejada del clan original.El lugar estaba cubierto por mucha vegetación, al estilo antiguo. Nanami se sorprendió por lo bello que era, al entrar, los recibió la servidumbre.
- Bienvenido, señor Gojo.- Yuuji, el sirviente personal del albino hablo.
- Su nombre es Nanami, será un nuevo invitado, por favor encárgate de él.
Sin más, se adentró en el hogar hasta llegar a su habitación, donde se encerró.
- Por favor, sígame...
Pasadas unas horas, Satoru por fin se dignaba a salir con el único propósito de cenar. En la mesa se encontraba todo listo y al otro lado, el chico rubio ya lo esperaba, luciendo diferente.
Se quitó la "ropa" vieja, tomó un baño, peino su cabello y vestía algo más acorde a la temporada de invierno.
- ¿Por qué hace esto.? -No lo entendía... el buen trato.
- ¿Hacer qué.? - No esperó más, tenía hambre.
- Tratarme bien... se supone que soy un Omega, al menos deberías usarme como la servidumbre.
Gojo no pudo aguantar la risa.
- ¿De que hablas.? no estas aquí para eso.- Respondió divertido.
- Bueno, entonces yo puedo usar mi cuer...- No le dejó terminar.
- Oye, no pienses cosas raras. No estas aquí para "trabajar", así que cena de una vez antes de que me ponga de malas.
Su actitud cambio, solía ser un chico muy alegre y divertido, pero al salir a la calle tomaba el papel de niño rico y mimado para guardar las apariencias.
Hubo silencio hasta que la cena término.
- Acércate... - Señalo a su derecha para llamarlo.
Nanami no le hizo esperar, creía que ahora llegaría el momento de pagar... pero no podía estar más equivocado.
En su lugar, Gojo saco de su bolsillo la llave que abría las esposas, tomó el artefacto y lo líbero.- Yuuji te mostrará tu habitación, si necesitas algo más habla con él... asegúrate de no alejarte mucho de este lugar y no salgas solo de noche... Incluso si perteneces al clan Gojo los maleantes no dejaran escapar ileso a un Omega como tú y buscarán sacar provecho.
El rubio no sabía que decir, no esperaba algo como eso.
- Yo... yo no.- Tartamudeo.
- Escucha, no te traje aquí para hacerte mi esposa o algo parecido, si quieres volver a ese sitio tan desagradable... adelante, no voy a detenerte. Pero estoy seguro que estar aquí es mucho mejor para ti.
- ¿Por qué lo hizo.?- Se sentía un poco abrumado por todo lo que estaba pasando a su alrededor.
Satoru se quedó callado unos segundos antes de responder.
- Porque tus ojos pedían a gritos que alguien te ayudará... y yo solo corté tu cadena. - Se puso de pie, se apartó un poco y luego hablo de nuevo.- No necesitas pagar o agradecer nada, ahora eres libre de hacer lo que quieras con tu vida.- Sin más, volvió a su habitación.
Nanami se quedó estático, sin poder evitar que las lágrimas descendieran por sus mejillas, estaba tan agradecido de que alguien lo viera como un ser humano y no como un objeto sexual.
¿Por qué buscaría irse.?
En su lugar, se volvería alguien digno de permanecer ahí, aprendiendo lo importante y que más deseaba desde pequeño... leer y escribir.
Su nueva vida empezaba ahora.
🌸 " Libertad " [GoNana] [Omegaverse] 🌸
✨ Parte única ✨
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As de corazones [GoNana] [One Shot's]
Fiksi PenggemarRecopilación de historias GoNana / NanaGo. [Gojō x Nanami] • Universos alternos. • Basados en el manga. • Omegaverse. • Temas delicados. • Contenido para adultos. Obra original: AKUTAMI GEGE.